¿Qué es el 'pool bancario'?
El 'pool' bancario es un informe detallado de los riesgos por operaciones bancarias (préstamos, créditos, operaciones de financiación, avales, etc.), que mantiene una persona jurídica, en un momento determinado, con los bancos con los que opera.
Cada vez que una empresa solicita un préstamo, una póliza de crédito o cualquier otro producto de financiación, el banco le pide una serie de documentación para analizar su solvencia.
No solo solicita información contable (balance de situación, la cuenta de resultados) o fiscal (los últimos impuestos presentados (IVA, Impuesto de Sociedades, IRPF, etc), sino que, además, nos requiere el denominado pool bancario.
En este informe, la empresa debe hacer constar el nombre de cada entidad bancaria, los productos financieros concretos que se tiene contratados, los límites concedidos para cada producto y los plazos de vencimiento de los productos de financiación.
Es recomendable, además, adjuntar a dicho informe los últimos recibos de cada uno de estos productos financieros, o bien un certificado de deudas pendientes en cada banco.
Por ejemplo, un emprendedor puede tener un pool bancario en el que se detalle que con una entidad tenga una cuenta de crédito, con otro banco una línea de descuento y una operación de leasing financiero con un tercero.
Este detalle de endeudamiento es complementario a los datos que el banco recaba en la central de riesgos del Banco de España (CIRBE). No en vano, el pool bancario y la CIRBE suelen coincidir, pero no siempre.
Conviene recordar que las entidades financieras no tienen que declarar créditos por importe inferior a 6.000 euros, por lo que en la CIRBE pueden no estar declarados riesgos por debajo de ese importe. De ahí, la importancia del pool bancario para determinar el grado de solvencia de la empresa.
¿Y qué es el CIRBE?
La CIRBE, la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) es una base de datos pública, pero de carácter confidencial, en la que se recogen los riesgos que las entidades de crédito tienen con sus clientes: saldos vivos de los préstamos, créditos, avales, etcétera (siempre para saldos desde 6.000 euros).
Si nuestra contabilidad refleja la imagen fiel de la empresa, y por tanto los pasivos con las entidades financieras están correctamente registrados, la CIRBE y el pool bancario que extraigamos de nuestra contabilidad deben coincidir a grandes rasgos.