Lleida, una ciudad llena de encantos

En la segunda mitad del siglo XIX, la llegada del ferrocarril a la ciudad (1860), la inauguración de los Camps Elisis y la elaboración de su primer plano urbanístico moderno por el arquitecto Josep Fontseré (1865), marcaron un punto de inflexión en la ciudad. Entre su patrimonio histórico y monumental destacan las dos catedrales, la Seu Vella y la Catedral Nueva (Seu Nova), el antiguo Hospital de Santa María y el Palacio de la Paeria.

Actualmente, Lleida cuenta con 138.144 habitantes (INE 2016), siendo la segunda capital catalana, por detrás de Barcelona, con mayor número de habitantes. Entre sus barrios, el centro histórico es la zona más antigua de la ciudad, mientras que Cappont, Pardinyes y Balàfia, son los barrios que más están creciendo gracias a centros de ocio, campus universitario y zonas comerciales. Además, entre Cappont y el barrio de La Bordeta se encuentra Copa d'or, uno de los proyectos urbanísticos más importantes de la ciudad utilizado como zona residencial.

La provincia alberga un total de 63.801 bienes inmuebles de uso residencial según Catastro (2016), continuando así con la tendencia alcista de los años anteriores (63.672 en 2015 y 63.572 en 2014). Además, según el informe de Situación Inmobiliaria de BBVA Research de julio de 2017, Cataluña lidera, junto con Madrid y Baleares, la recuperación de precios de las viviendas en España, y se posiciona como una de las comunidades con mayor crecimiento del precio del alquiler desde que tocara mínimos entre 2013 y 2014. Más concretamente en la ciudad de Lleida, según los datos de BBVA Research RE en 2016 se vendieron 1.230 viviendas en la provincia, lo que supone un incremento del 23,4% con respecto al ejercicio anterior, mientras que en la provincia el incremento fue de un  21,8%.

Por otro lado, Lleida se encuentra entre las veinte ciudades españolas con menor tasa de desempleo según el INE, con un porcentaje del 14,2% tal y como demuestran los datos del Informe europeo Urban Audit, que recoge información detallada sobre las condiciones de vida en las ciudades de la Unión Europea y los países candidatos.

El sector terciario es el que sostiene la mayor parte de la economía de la ciudad. Dentro de éste, el turismo cobra una gran importancia en Lleida, llegando a registrar 268.596 pernoctaciones turísticas anuales (INE 2015). Su oferta en servicios ha hecho de Lleida centro de referencia en oferta cultural y de ocio, asistencia hospitalaria y centros educativos no sólo en las comarcas de la provincia sino también en algunas aragonesas. Así, Lleida los servicios necesarios en el día a día (transporte, atención sanitaria, oferta educativa, etc.) sin el agobio de las grandes ciudades, lo cual mejora la calidad de vida de sus habitantes. Al tratarse de una ciudad de tamaño mediano, la proximidad entre el trabajo y el domicilio de sus habitantes permite que éstos dispongan de más tiempo libre para dedicarlo a su ocio personal.

Entre la gastronomía de Lleida, podemos encontrar una serie de platos y costumbres culinarias de la cocina catalana de interior con algunas influencias de la oscense, siendo la cassolada (un guiso de patatas y verdura con tocino y costilla de cerdo) uno de sus platos más representativos. Otras de sus especialidades son los caracoles a la llauna, la coca de recapte, el pan con tomate y las orejas. Además, la gastronomía ha hecho posible que Lleida celebre desde 1980 la "Aplec del Cargol de Lleida", una reunión en la que el caracol, la música y varias peñas de Lleida son los principales protagonistas de una fiesta que ha sido nombrada Fiesta de Interés Turístico Nacional y Fiesta Nacional de Interés Tradicional. Lleida ofrece una amplia oferta cultural repleta de conciertos, talleres y otras actividades de carácter lúdico.

Por todo esto, Lleida se ha convertido en una ciudad llena de historia y cultura y en un núcleo importante de servicios.