Liquidez monetaria, una receta que no siempre funciona
La liquidez monetaria como receta para mejorar una economía no siempre funciona. La liquidez de una economía puede medirse de varias formas, la más aceptada se trata de un agregado del Banco de España llamado M2. Este agregado no es sino la suma de: los billetes y monedas en circulación, más las cuentas corrientes y los depósitos de ahorro de los particulares y las empresas. Sería algo así como todo el dinero que hay en una economía (excepto el público), tanto circulando como guardado en los bancos.
Cuando se aumentan los flujos de liquidez, pueden producirse tres efectos bien diferenciados. Uno bastante positivo y dos más negativos. Esto puede lograrse mediante una bajada del tipo de interés,que al fin y al cabo, no es más que el precio del dinero:
- Aumento de la actividad económica: los préstamos son baratos y los prestamistas benevolentes, el dinero barato alienta a las familias a consumir. Se compran casas, coches, etc. Tras las familias, el dinero fluye hacia los productores de los bienes, de ahí hacia los fabricantes de maquinaria, vendedores de materias primas, etc. Toda la cadena de la economía de beneficiará de ello.
- Inflación de precios: si al producirse el aumento de la liquidez la economía no se encuentra en un momento con un crecimiento sólido, la liquidez actúa como un mero retardante de la caída. Estimula la economía durante un tiempo pero luego se produce la caída y, además, una elevación de los precios (inflación) que reduce el rango de maniobra de las familias.
- Inflación financiera: ésta no es sino la inflación de los activos financieros, como ejemplos más representativos de estos tenemos los bonos o las acciones. Lo que sucede es que el aumento de liquidez se canaliza hacia la bolsa, por ejemplo, e hincha el precio de las acciones pudiendo dar lugar, en casos extremos, a burbujas bursátiles como la de 1929.
El caso más extremo del aumento de la liquidez monetaria fue nombrado por Keynes como Trampa de la Liquidez, y se da cuando el interés es tan bajo que el público está dispuesto a aceptar todo el dinero que se le facilite. Este tipo de situaciones desembocan en una economía en la que no existe inversión y en peligro de entrar en una espiral recesiva.
A la hora de medir la liquidez monetaria, el principal indicador es, como se ha mencionado, el tipo de interés. En concreto, los profesionales utilizan el tipo de interés a tres meses; pero existe otro. Como indicador secundario, el precio del oro suele ser bastante fiable. Cuando el precio del oro sube es porque se esperan tipos de interés bajos, inflación de precios y restricciones de crédito; por supuesto, el que este último indicador haya sido fiable hasta ahora, tampoco garantiza nada. Con estos dos indicadores, es bastante sencillo hacerse una idea del estado actual y las expectativas de liquidez.