Líderes sociales de Cali, profesionales gracias a becas de BBVA y Manos Visibles
Fondo Juventud y Construcción de Paz es una iniciativa de la Corporación Manos Visibles que, gracias a los aportes de BBVA y al apoyo de la Universidad Icesi, logró hacer de cuatro líderes sociales de Aguablanca profesionales en diferentes áreas al servicio de sus comunidades.
Hace 20 años, en las calles polvorientas de Aguablanca, en Cali, hablar de cultura era imposible y mucho menos si quien lo hacía era un adolescente afro, apenas con estudios de secundaria y con el apoyo escaso de algunas organizaciones sociales sin mucha presencia en el sector.
Y es que esta zona de la capital del Valle, formada de manera irregular y como parte de la reacomodación de comunidades desplazadas de diferentes regiones del país, que fue tomando el denominativo de Distrito de Aguablanca, fue también el origen de gran parte de la estigmatización del oriente de Cali, zona conformada por más de seis comunas que representa el 30% de toda la población de esta ciudad, la más importante del sur del país y del eje del litoral pacífico colombiano.
Carlos, Ximena, Diana y Jennifer son las otras voces que han surgido desde esta convulsa parte de Cali y se proyectan en la ciudad. - Rubén Escobar
La cultura
Por eso es que Carlos Jair Guazá, quien hoy, a sus 31 años, se alista para recibir su título de administrador de empresas en la Universidad Icesi de Cali, desde hace muchos años viene trabajando desde y para la cultura.
Gestor y promotor, primero desde diferentes asociaciones y después desde la fundación Titanio, ha hecho todo por hacer de las expresiones juveniles una forma de vida y sobre todo que sean el camino para hacer realidad los sueños de miles de jóvenes que como él, han visto en el hip-hop, el rap y el grafito una forma de expresión válida y eficaz en la lucha por alejar a los colectivos juveniles de la delincuencia y la drogadicción, plagas que azotan a la juventud caleña y de otras ciudades del país.
Pero no es sólo Carlos, también Ximena, Diana y Jennifer son las otras voces que han surgido desde esta parte de Cali y se proyectan en la ciudad. La primera, abogada en prácticas en la Cámara de Comercio de la ciudad; la segunda, auxiliar de investigación de la San Juan Bosco gracias al título de socióloga recientemente entregado por la Universidad Icesi y Jennifer, que dentro de poco recibirá el suyo en Ciencias Políticas, también del mismo centro académico.
Todos ellos hacen parte del Fondo Juventud y Construcción de Paz, formado entre BBVA y la Corporación Manos Visibles con el apoyo de la Universidad Icesi, que nació de una convocatoria realizada en los sectores más vulnerables de Cali y Medellín y dirigido a líderes sociales de estas ciudades.
Para Francisco Piedrahita, rector de este centro académico, el primero en el Valle del Cauca y el quinto en el país, haber tenido la oportunidad de tener a estos jóvenes líderes y de haberlos hecho profesionales ha sido una gran experiencia como centro académico. "Es la forma como podemos demostrar lo importantes que son este tipo de alianzas. En este caso, entre un banco como BBVA y una Corporación de carácter social, como Manos Visibles con el apoyo de la Universidad Icesi”, señaló.
Carlos Jair Guazá, vinculado a la alcaldía de la ciudad de Cali, administra el Teatro Unión, ubicado en el barrio de ese mismo nombre. - Rubén Escobar.
Construyendo verdaderos líderes
Y es que eso es lo que son ellos: líderes. Carlos Guazá, hoy vinculado a la alcaldía de la ciudad de Cali, administra el Teatro Unión, ubicado en el barrio de la ciudad que lleva ese mismo nombre. Trabaja por hacer de los colectivos juveniles el epicentro de la actividad cultural del teatro que dirige: conciertos, 'performances', exposiciones y sobre todo, espacios de encuentro, que es lo que actualmente este joven ofrece desde su nueva posición laboral.
Carlos Jaír es el único del grupo que realizó su carrera en la modalidad nocturna, programa que tiene una duración de 12 semestres. La beca del fondo solo le alcanzaba para 10, por lo que debió ajustar todos sus horarios de fines de semana, festivos y vacaciones para poder hacer los dos semestres adicionales dentro del tiempo de la beca. Un esfuerzo que ahora rinde sus frutos.
El derecho
Igual que Ximena Mosquera, una mujer alta y con porte de modelo que impacta con su andar decidido a donde llega. Ella, con su título en derecho casi en el bolsillo, reafirma su discurso de inclusión social y de restitución de derechos que desde que era muy joven viene promulgando. Empezó en Asojóvenes, una organización que trabaja a favor del bienestar de los jóvenes, especialmente del oriente de Cali.
“Yo empecé a trabajar en el Consejo Juvenil de Mediadores. Cuando éste se terminó por falta de recursos, dos personas que ya tenían experiencia en trabajo comunitario nos inspiraron para formar la Asociación de Jóvenes Mediadores, Asojóvenes, que trabaja toda la temática de mecanismos alternativos de solución de conflictos: es la forma en que las personas pueden solucionar sus problemas sin necesidad de ir a la justicia ordinaria o ir a la violencia”, dice Ximena Mosquera, que hoy hace parte del área jurídica de la Cámara de Comercio de Cali en donde hace las prácticas de derecho.
Jennifer Silva está terminando Ciencias Políticas en el Icesi y ha trabajado con numerosos proyectos LGTBI. - Rubén Escobar.
La política
A su voz se une Jennifer Silva, una mujer menuda que parece flotar cuando camina y que pese a esto la fuerza de su discurso la muestra contundente y clara. Ella está terminando ciencias políticas después de haber hecho parte de este proceso de formación en Icesi y después también de haber trabajado desde múltiples organizaciones sociales y colectivos LGBTI, especialmente.
“Yo nací en Siloé y siempre trabajé en procesos comunitarios; al principio estuve muy aislada. Mi familia no me dejaba salir mucho. Algún día llegué a Floralia donde una amiga que estudiaba Ciencias Políticas en la Univalle y hacía parte de un colectivo LGBTI con su pareja. Empezamos a reunirnos para ver cómo podíamos ayudar en los conflictos de la ciudad, entonces creamos la asociación Lesbiapólis y nuestro primer trabajo fue intervenir en una serie de problemas que se venían presentando en la Loma de la Cruz, un sector de la Calle Quinta de Cali, entre los artesanos del sector, los vecinos del barrio y un grupo de LGBTI que se reunía allí los viernes, además de otros grupos urbanos. Hubo mucho choque y mucho conflicto y esas quejas llegaron a nuestra naciente organización”, afirma Silva.
Y agrega: “entonces armamos un proyecto enfocado en disminuir esos conflictos centrado en temas culturales y de arte a través de títeres, teatro, música, poesía y comenzamos a acercar a estos actores: policía, vecinos, comerciantes y miembros de la comunidad. “Hoy en día cualquiera puede ir a la zona y ver cómo cambió todo. Allí conviven todos los grupos, respetan su espacios, la policía colabora y los vecinos han entendido cómo se puede hacer convivencia de manera pacífica”, añadió Silva.
Diana Sofía Trochez es la más joven del grupo. Comenzó su trabajo comunitario apoyando labores sociales y de acercamientos entre las comunidades de Aguablanca. - Rubén Escobar.
Lo social
Diana Sofía Trochez es la más joven del grupo. Comenzó su trabajo comunitario en San Juan Bosco apoyando labores sociales y de acercamientos entre las diferentes comunidades de Aguablanca, en la Comuna 14. “Yo tenía 12 años y empecé a ser parte de los programas, entonces yo colaboraba con labores de aseo y de logística. Cuando ya tenía 14 o 15 años ya empecé a ser monitora, en áreas como técnica vocal, de piano y de guitarra y trabajaba con los muchachos en esos temas. Cuando los profesores no iban, ellos me pedían que yo trabajara la monitoria y después pasé a realizar talleres de intervención con los jóvenes del barrio”, dice Diana Sofía.
Según recuerda ella, “cuando cumplí los 18 años, desde San Juan Bosco me nombraron líder y así fue como puede llegar a Manos Visibles y hacer parte del fondo que me dio la beca para estudiar sociología. Durante mi paso por la universidad pude trabajar tres proyectos con estas comunidades, pese a que mi ciclo con San Juan Bosco ya había terminado. Estuve como voluntaria con chicos de tres a siete años en fortalecimiento académico y en medio ambiente con otros grupos de jóvenes”, dice Trochez.
Describe su presente con alegría: “Ahora estoy trabajando como auxiliar de investigación en un proyecto de la Corporación San Juan Bosco y la Universidad Javeriana de Medellín, que busca patentar esta metodología que se llama 'Aprender en la calle', que tan buenos resultados ha venido dando”, dice con orgullo esta socióloga que, con su cara de niña, sorprende por la madurez de sus palabras y la experiencia que ha tenido en su vida.