Líderes políticos y sector financiero dan un nuevo impulso a las finanzas sostenibles
La acción contra el cambio climático y el impulso de un desarrollo sostenible no es una lucha por salvar el planeta, sino por salvar la raza humana. Así de contundente se mostró Olivier Guersent, Director General en la Comisión Europea, en la Conferencia “Financing Sustainable Growth”, celebrada el 22 de marzo en Bruselas, que congregó a personalidades tan influyentes como Emmanuel Macron, Michael Bloomberg y Jean-Claude Juncker.
Si no actuamos ya, la Tierra seguirá existiendo, pero será inhabitable para el ser humano. Esta fue una de las conclusiones de la conferencia a la que acudieron más de 800 personas, y que tuvo lugar pocos días después de la publicación del Plan de Acción de la Comisión Europea para seguir impulsando las finanzas sostenibles. No en vano su organización ha coincidido con la Cumbre Europea de marzo, en la cual los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han abordado la Unión de los Mercados de Capital (CMU), proyecto que enmarca las iniciativas en materia de finanzas sostenibles.
BBVA ha sido una de las entidad invitadas por el Vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, a participar en este evento al que Antoni Ballabriga, Director Global de Negocio Responsable, acudió en representación del banco. Tras presentar el pasado 28 de febrero su estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible, BBVA no podía faltar a esta importante cita. Además de anunciar una movilización de 100.000 millones de euros, de aquí a 2025, en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera, el Grupo se ha comprometido a trabajar, en línea con las reflexiones y propuestas europeas, para mitigar los riesgos ambientales y sociales, minimizando los impactos directos e indirectos potencialmente negativos.
El convencimiento y los continuos esfuerzos por contribuir a la necesaria transición hacia una economía baja en carbono están posicionando a BBVA como una entidad de referencia en materia de finanzas sostenibles. Muestra de ello es su adhesión, en septiembre de 2017, al grupo de los 16 bancos que se han comprometido ante el programa ambiental de Naciones Unidas (UNEP-FI) a implantar las recomendaciones sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima, publicadas por el Consejo de Estabilidad Financiera en el marco del G20.
El reciente nombramiento de Antoni Ballabriga como presidente del Grupo de Trabajo sobre Finanzas Sostenibles de la Federación Bancaria Europea (FBE) es otro reconocimiento a la labor de BBVA en el campo de la sostenibilidad. Este grupo, que se reunió por primera vez bajo el liderazgo de BBVA el pasado 21 de marzo, se ha comprometido a establecer una estrategia que le permita contribuir eficazmente a los debates técnicos que impulsará la Comisión Europea en el marco de la aplicación de su Plan de Acción para Financiar el desarrollo sostenible.
El crecimiento sostenible es una prioridad clave y el papel de las finanzas es fundamental para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y del acuerdo de París sobre cambio climático. Este fue el principal mensaje compartido en la conferencia. En este sentido, el Presidente Juncker insistió en la necesidad de reformar el sistema financiero de manera que esté preparado para la economía del futuro.
El propio Michael Bloomberg, recientemente nombrado Enviado Especial para Acción Climática de Naciones Unidas, afirmó en su intervención que los mercados de capital son una de las herramientas más poderosas en la lucha contra el cambio climático y aseguró que la decisión de Donald Trump de retirarse del Acuerdo de París no ha hecho más que promover y acelerar la acción y coaliciones a favor del clima por parte de las ciudades y empresas americanas. Insistió en que Europa no está sola en esta lucha y que Estados Unidos sigue siendo un poderoso aliado.
Por su parte, Emmanuel Macron destacó como una prioridad el establecimiento de un precio mínimo europeo para el carbono, acompañado de una tarifa transfronteriza sobre el CO2. El régimen europeo de comercio de derechos de emisión es el mayor mercado de carbono del mundo, pero según el Presidente francés, el precio de las asignaciones de CO2 es demasiado bajo para impulsar las inversiones hacia tecnologías limpias. También mencionó la necesidad de una regulación prudencial que tenga en cuenta el riesgo climático. Además, abogó por una regulación que se aplique a todos los actores del mercado, incluido el ‘shadow banking’, y destacó la importancia de asegurar la coherencia entre las políticas europeas que integran las ambiciones climáticas de la UE y otros elementos como el presupuesto europeo y la política comercial con países terceros.
.@JunckerEU never again short term profits should weight on our long term future. We want to have a systemic change in our investment culture. #Sustainability must define our financial system. #SustainableFinanceEU #CMU pic.twitter.com/uSZ0oHi3vT
— Valdis Dombrovskis (@VDombrovskis) 22 de marzo de 2018
El Vicepresidente Dombrovskis confirmó el carácter prioritario de las finanzas sostenibles en la agenda del regulador europeo y presentó el “Plan de Acción: Financiar el desarrollo sostenible”, publicado por la Comisión el 8 de marzo, una iniciativa muy bien acogida por el conjunto de los participantes.
La adopción de esta hoja de ruta, basada en gran medida en las recomendaciones publicadas el pasado 31 de enero por el High Level Expert Group on Sustainable Finance (HLEG), marca un hito importante en la estrategia europea para promover la sostenibilidad del sistema financiero. Propone 10 acciones con medidas concretas para mejorar la contribución de las finanzas al crecimiento sostenible e inclusivo e incorporar los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en la toma de decisiones de inversión.
En BBVA consideramos que este Plan de Acción europeo es la base para el desarrollo de futuras medidas necesarias para integrar los criterios sociales y medioambientales en el sistema financiero y por lo tanto representa un paso relevante en la dirección adecuada. Es un proceso de transición que requiere la participación de todos y el banco seguirá trabajando para cumplir con los compromisos anunciados sobre cambio climático y asegurar su contribución a la sostenibilidad de la economía, pero ante todo de la sociedad y del planeta en el que vivimos.