Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Macroeconomía 12 feb 2019

Lecciones que aprender sobre la economía española en 2019

Desde 2015 hasta 2017, el crecimiento anual promedio del PIB se mantuvo alrededor del 3%. Sin embargo, en 2018 ese valor descendió al 2,5%. Ante este escenario, 2019 se convierte en un año que ayudará a despejar algunas dudas: ¿Será la desaceleración temporal? ¿Hasta dónde llegará? ¿El crecimiento generará desequilibrios? Miguel Cardoso, de BBVA Research, señala alguna de las claves en la economía española de 2019.

¿Cómo está siendo la moderación del crecimiento y cuáles podrían ser algunas de sus consecuencias?

Respecto a la desaceleración del crecimiento, el consenso apunta a que la moderación del avance en la actividad es permanente y, sin embargo, limitado. BBVA Research apunta a que, tanto en 2019 y 2020 se mantendría entre el 2 y el 2,5%.

Medio punto menos de crecimiento apunta a costes relativamente elevados en términos económicos y en términos sociales. Por ejemplo, este medio punto implica ochenta mil puestos de trabajo menos que se crearán en la economía española, lo que tiene un coste social y económico elevado.

Asimismo, parte del aumento que se observa en la recaudación pública podría ser temporal y, por lo tanto, la situación de las finanzas públicas podría ser algo más crítica de lo que se percibe actualmente.

¿Qué desequilibrios podrían generarse en 2019?

En este caso, la desaceleración podría ser más preocupante si se diera en un contexto de generación de desequilibrios que llevaran a ajustes bruscos en el futuro. A este respecto, será particularmente importante vigilar si se vuelve a producir un entorno de incremento en el endeudamiento externo, observar el comportamiento de la productividad del trabajo (que ha vuelto a caer), y también sería negativo desaprovechar el entorno actual para continuar reduciendo el desequilibrio en las cuentas públicas.

¿Qué tan resistente será la economía a cambios en el entorno?

En el pasado, lo que se ha observado es que la economía española se ha mostrado particularmente resistente a entornos de elevada incertidumbre, tanto a nivel doméstico como a nivel internacional.

En todo caso, esta tendencia podría ser temporal en una situación donde, sobre todo, se observa que la incertidumbre continúa aumentando. Para ello, debería ser una prioridad la implementación de reformas que reduzcan la vulnerabilidad de la economía española ante este tipo de entornos.