Las titulaciones técnicas y científicas favorecen la inserción laboral de los jóvenes
La Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) publican su informe mensual Esenciales que, esta vez, pone el foco en la inserción laboral de los jóvenes españoles. Los resultados de este número confirman una sospecha generalizada: la tasa de inserción laboral de los recién titulados en Ciencias de la Salud, Ingeniería y Arquitectura es superior a la media. Sin embargo, aquellos egresados en las ramas de Humanidades y Ciencias Sociales tienen más dificultades para acceder al mercado laboral.
La tasa de inserción laboral se calcula tomando como base los parámetros de la tasa de afiliación a la Seguridad Social, la tasa de ocupación, la base de cotización y la adecuación entre la formación recibida y los salarios que perciben los recién titulados. En definitiva, la tasa es positiva cuando los egresados de una titulación obtienen un empleo y este es de calidad.
El análisis de las cinco ramas de enseñanza tradicionales (Artes y Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias, Ingeniería y Arquitectura, y Ciencias de la Salud), según dichos parámetros revelan unos resultados positivos para los estudiantes de “carreras de ciencias”, pero no tan favorables para aquellos que cursan “carreras de letras”. De esta forma, los recién titulados en Ciencias de la Salud, e Ingeniería y Arquitectura tienen tasas de inserción laboral por encima de la media, que se sitúan respectivamente en 72% y 78%.
Por su parte, los estudiantes de las disciplinas de Artes y Humanidades, y Ciencias Sociales y Jurídicas tienen más difícil acceder al mercado con buenas condiciones laborales. Respecto a la primera rama, el 86% de egresados presentan una tasa de inserción laboral por debajo de la media, en cuanto a CC.SS., el porcentaje de estudiantes se sitúan en el 80%. Los estudios de Ciencias son los únicos que encuentran un mayor equilibrio entre el número de estudiantes con una tasa de acceso al mercado laboral por encima de la media (46%) y aquellos con una tasa por debajo de la media (54%).
Un desglose de datos más específico revela qué disciplinas garantizan un acceso al mercado laboral en mejores y peores condiciones. Así, los egresados de Medicina, Óptica y Farmacia encabezan la lista de con un indicador de 1’47, 1’24 y 1’22, respectivamente. Les siguen los grados de Ingeniería Aeronáutica e Industrial. En el extremo inferior de la lista se encuentran las titulaciones de Criminología, Gestión y Administración Pública, y Turismo (0’65, 0’59 y 0’57, respectivamente). Por ello, cuanto más bajo es el indicador, la relación proporcional entre el números de egresados y la cantidad y calidad de la oferta laboral se disminuye.
Según afirma el informe de la Fundación BBVA y el IVIE, estos resultados son una consecuencia lógica de las tendencias actuales de la sociedad global como la transformación tecnológica. Por esta razón, las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) responden a las necesidades técnicas que emergen de los procesos de digitalización y automatización de las actividades.
Por último,el estudio también pone el foco de atención en las diferencias de género. En este caso,la presencia de mujeres en titulaciones relacionadas con materias sociales, educación, lenguas y salud es mayor; así como también es superior la presencia de mujeres en la universidad (el 60% de los egresados son mujeres). Los estudios donde la brecha es más acuciante incluyen Derecho y ADE, y Educación. En el primer caso el porcentaje de mujeres frente a hombres se sitúa en 62 % frente al 38%, y en el segundo caso, 80% frente al 20%.