Las pymes se esfuerzan para no perder el tren de la digitalización
Las pequeñas y medianas empresas españolas tienen todavía un largo camino que recorrer para adaptarse a la economía digital. La buena noticia es que en general, es más fácil para ellas adoptar el enorme cambio cultural que implica la digitalización en comparación con las empresas grandes.
“Estamos en una era en la que sin escala se puede competir a escala, ya que una empresa pequeña puede tener la misma penetración que una empresa grande. Competir a escala sin escala se ha convertido en un elemento muy disruptivo”. Juan Pedro Moreno, presidente de Accenture, resumía con estas palabras, en un reciente encuentro organizado por el diario La Vanguardia, las enormes posibilidades que la digitalización ha abierto para las pymes.
Pero, ¿están preparadas para aprovecharlas? No lo suficiente, según el reciente segundo Estudio de Competencias Digitales elaborado por el Instituto de la Economía Digital de la escuela de negocios ESIC en colaboración con la consultora Millward Brown.
La buena noticia es que, a pesar de su menor músculo, las pymes, que emplean aproximadamente a dos tercios de los asalariados en España, no se quedan atrás en digitalización respecto a las grandes empresas. De hecho están un poco mejor preparadas que las grandes compañías: alcanzan según el barómetro creado ex profeso para el estudio, una puntuación de 13,74 frente al 13,63 de las corporaciones de mayor tamaño.
"La transformación digital exige un cambio cultural drástico
Su mayor flexibilidad juega en este caso a favor de las pequeñas: “La transformación digital exige un cambio cultural drástico: tiene que afectar a unas estructuras que, si están muy asentadas, serán muy difíciles de cambiar. De lo contrario, la digitalización se quedará en un gesto de buenas intenciones”, afirma Carmen Agenjo, de la escuela de negocios digitales The Valley.
¿Cómo ha elaborado este barómetro ESIC? La base es un cuestionario enviado a 420 directivos de todo tipo de empresas, donde se les preguntaba por la relevancia que le dan a las competencias digitales. Posteriormente los autores del estudio comparan esas afirmaciones con el grado de cumplimiento real de esas competencias en las empresas.
Tareas pendientes
Del estudio se desprende que más de la mitad de las empresas (64%) conoce las principales funciones digitales, pero sólo una cuarta parte (26%) cuenta con un puesto específico que desarrolle estas funciones. Un 30% de empresas tiene un social manager, un 27% un responsable de e-commerce mientras que los puestos menos implantados en las empresas son el affiliate manager y el inbound marketing specialist, con un 20% y un 6%, respectivamente.
La página web propia es algo tan habitual en las empresas como las cenas de Navidad, pero no se puede decir lo mismo de otras iniciativas que requieren mayor desarrollo y más implicación estratégica como la tienda online o las apps móviles. Allí, el grado de implementación depende mucho de la actividad de la empresa. Así, el 70% de las empresas retail y el 50% de las dedicadas al turismo cuentan con una tienda online y también son las más punteras en apps móviles -57% en comercio minorista, 44% en turismo-. En líneas generales, el sector retail es el que aparece en el estudio más al día de la digitalización, mientras que el industrial arrastra deberes pendientes.
Una de las conclusiones principales del estudio destaca que los directivos españoles siguen dando más importancia a las disciplinas tradicionales del marketing digital (20%) y del comercio electrónico (18%) que a disciplinas de última generación como el big data (7%). Para Joost van Nispen, presidente de ICEMD, “invertir en formación empresarial será cada vez más importante para poder competir con empresas internacionales que sí se dan cuenta de la importancia del big data, y que ya han adquirido expertise en estas áreas”.
Demanda de formación
Tras el análisis de los hábitos digitales de la empresa, el estudio desvela las necesidades de formación en competencias digitales: el 78% de los directivos no se siente al día. Sin embargo, un punto positivo es cómo las empresas, cada vez más conscientes de lo que implica esta carencia, piensan invertir en proyectos digitales en los próximos 2 años (70% de las encuestadas).
"En el caso de las pymes, sólo un 17% tiene previsto una inversión fuerte en proyectos digitales frente a un 23% en las Grandes Empresas
No obstante, esos mayores recursos no garantizan nada, pues la digitalización exige un cambio cultural de la empresa. La presencia en redes sociales es ya generalizada, pero muchas de ellas no tienen muy claro para qué. “Muchos restaurantes, por ejemplo, se han dado cuenta de que es mejor difundir su menú del día por redes sociales que actualizar la web, pero algunas pymes cierran sus cuentas a la primera crítica, o no contestan cuando les hacen algún comentario negativo”, explica Agenjo. La digitalización implica enormes cambios, y algunas pymes todavía están al principio del camino.