Las comunidades que apuestan por el conocimiento generan más riqueza y empleo
La economía del conocimiento ha permitido a las comunidades autónomas que la han desarrollado con mayor intensidad resistir mejor la crisis en términos de renta, productividad y empleo. De hecho, estas regiones superan hasta en un 36% la renta media por habitante del país.
Es una de las conclusiones del estudio La competitividad de las regiones españolas ante la economía del conocimiento, dirigida por el catedrático de la Universidad de Valencia Ernest Reig, y publicado por la Fundación BBVA y el Ivie.
El informe analiza la relación entre el uso del conocimiento que hace cada comunidad y su capacidad para generar renta y riqueza. Lo hace alrededor de tres ejes principales: el capital físico de base tecnológica (especialmente las TIC), el capital humano de alta cualificación; y el desarrollo de actividades de I+D+i. A partir del estudio de estos componentes, construye cinco Indicadores Sintéticos de Competitividad: conocimiento y capital humano, innovación y TIC, factores de entorno, tejido empresarial, y resultados.
El mapa resultante ofrece una imagen de la competitividad basada en el conocimiento y muestra que solo tres comunidades logran alcanzar un nivel alto en varios de los indicadores: Madrid, Navarra y el País Vasco.
Indicadores Sintéticos de Competitividad de las regiones españolas - Fundación BBVA / Ivie
La investigación revela que las regiones más especializadas e intensivas en activos basados en el conocimiento —País Vasco, Madrid y Navarra— obtienen resultados económicos claramente superiores a la media española. Así, por ejemplo, en términos de PIB por habitante, la renta media de Madrid fue en 2015 un 36% superior a la nacional.
En productividad del trabajo destaca el País Vasco, con un nivel situado un 26% por encima de la media; seguido de Madrid, con un 19,8%.
En el lado opuesto, las comunidades en las que la economía del conocimiento ha penetrado en menor medida —como Castilla-La Mancha, Andalucía o Extremadura— presentan los niveles más bajos de productividad y renta per cápita.
PIB per cápita y peso de los activos basados en el conocimiento. CCAA. 2012 - EU KLEMS, Fundación BBVA-Ivie, INE.
Una economía poco intensiva en tecnología
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son la pieza fundamental de la economía del conocimiento. No obstante, y a pesar de los avances en inversión y uso de las nuevas tecnologías, la economía española sigue estando especializada en sectores donde las TIC no han penetrado lo suficiente. Estos sectores generan más del 72% de la producción nacional.
Las actividades intensivas en TIC se concentran en regiones como Madrid y Cataluña —generan el 88% de las ventas, el 58% del empleo y el 75% del comercio exterior de dichas actividades— y en el sector servicios.
Mientras las desigualdades territoriales en inversión y dotaciones de TIC son notables, la distancia entre regiones en el uso de estas tecnologías en hogares y empresas se ha reducido de manera considerable en la última década.
Así, casi el 80% de los hogares españoles está conectado a internet, el doble que en 2006. Estos avances también se dan en las empresas: el 94% de las que cuentan con diez trabajadores o más dispone de conexión de banda ancha; el 87% tiene una red de área local y tres de cada cuatro cuentan con sitio web propio.
El capital humano, decisivo
Las TIC favorecen la innovación de productos y procesos, mejoran la productividad y generan valor. Pero su uso y aprovechamiento demanda profesionales con los conocimientos apropiados.
En España, el aumento de las personas con estudios superiores ha sido constante en las últimas décadas. Y su peso en el empleo ha aumentado incluso durante la crisis. Si en 2000, los titulados superiores de Formación Profesional y universitarios representaban el 18% de la población en edad de trabajar, hoy suponen ya el 27,4%.
"Las TIC favorecen la innovación de productos y procesos, mejoran la productividad y generan valor
El estudio de la Fundación BBVA y el Ivie destaca que el peso en el empleo de las profesiones altamente cualificadas ha crecido en España, pero aún está lejos de la media de la Unión Europea (40,6%). Madrid, con un 45,8% de trabajadores altamente cualificados, es la única región que supera la media europea. Le siguen a distancia País Vasco, Navarra y Cataluña. En el polo opuesto están Extremadura, Murcia, Baleares y Canarias.
Diferencias en I+D+I
Aunque el retroceso del gasto en I+D+i durante la crisis ha sido acusado en todas las regiones, hay grandes diferencias entre comunidades. Madrid es la que más invierte, con un 3,15% de su PIB. Le siguen País Vasco, Navarra y Cataluña, que superan el 2%. Las que menos invierten son Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias y Baleares. Ninguna alcanza el 1% de su PIB.
Gasto en I+D+i en relación con el PIB, 2004, 2008, 2014 (Porcentaje) - INE (2015) y Fundación BBVA-Ivie.
El estudio realiza, además, un análisis basado en el Indicador Sintético de Innovación (ISI) que elabora la Comisión Europea para los países de la Unión trasladado a las regiones españolas. Se basa en considerar tanto los recursos humanos, tecnológicos y financieros que hacen posible la innovación como las actividades emprendedoras, los resultados innovadores y sus efectos económicos.
Según los últimos datos disponibles (2014) el índice medio de España es 0,37, frente al 0,7 de Suecia, el país con mejor índice. Los países nórdicos, junto a Alemania y Países Bajos, lideran la clasificación. España aparece como un innovador moderado, por debajo de la media de la UE, y en niveles similares a los de Grecia, Portugal, Italia y República Checa.
Durante la crisis, la brecha de España con la media europea se ha ampliado: las cuatro regiones más avanzadas alcanzan valores superiores a 0,6, mientras que Extremadura, Baleares y Canarias no llegan a 0,3.