¿La transformación de China es inevitable?
Julián Cubero, economista jefe de BBVA Research, analiza el papel del gigante asiático en la geopolítica y la economía mundial. Lo cierto es que parece una obviedad hablar de la importancia que tiene China. Un país que posee el 20% de la población mundial. Una economía que se codea con Estados Unidos, por el primer puesto del ranking del PIB mundial y que se encuentra en plena transformación, y no de ahora. Es un país que lleva transformándose desde hace más de 40 años, abriéndose al exterior y aumentando el peso del mercado en el conjunto de la toma de decisiones en la asignación de recursos de capital.
En solo 40 años ha logrado pasar de tener un 3% de renta per cápita, a tener casi un 25%; un éxito sin duda, sin precedentes. Pero este éxito también supone una serie de retos. El primero está en lidiar con la situación poblacional de envejecimiento. El segundo es conseguir la transformación de una economía manufacturera y exportadora a una economía de servicios y consumo sea suave, para que la transición no genere olas en el conjunto del mundo.
Un situación difícil porque el margen de actuación que tienen las autoridades chinas para implementar las políticas, en los últimos años, es cada vez menor. La deuda es creciente y actualmente hay empresas que son poco productivas y que no terminan de ajustarse. El reto que tiene China por delante es formidable, y la resolución dependerá el éxito de la economía mundial en los siguientes años.