La teoría del caos y su utilidad en la banca
La teoría del caos se descubrió en 1975 y desde entonces ha ayudado a crear nuevas tecnologías que se han ido adaptando a nuestro tiempo. Aplicando esta teoría, se ha creado una herramienta que puede revolucionar la forma de comunicación con los clientes de banca.
Gerard Vidal, junto con sus socios Carlos Tomás e Iker Hernández, fundó la empresa Enigmedia creando una herramienta que profundiza en la seguridad de las telecomunicaciones y que optimiza las respuestas a las preguntas de los diferentes tipos de consumidores de una empresa. Este proyecto se ha basado en la “teoría del caos”, una rama surgida de las matemáticas, la física y otras ciencias que por medio de unos sistemas complejos de ecuaciones, permite analizar las causas y efectos que pueden darse en una acción determinada.
Su aplicación en la encriptación de las comunicaciones proporciona además, una mayor seguridad gracias a la generación de secuencias aleatorias de números que hace que la información sea impredecible e indescifrable. También permite la recopilación y análisis de información para dar con las múltiples soluciones a los problemas que pueden surgir.
Aplicación en la banca digital
El empleo de este sistema en la banca reside en la conexión entre el cliente y el banco a través de plataformas digitales. La herramienta, integrada en estas plataformas, optimiza la labor de los administradores del banco, que pueden remediar los problemas de los usuarios y adaptar las ofertas según sus preferencias. Para poder satisfacer todas las consultas de los clientes con la mejor atención y calidad, Vidal ha creado una solución que consiste en incorporar una base de comunicación asistida, en donde sólo se produciría una comunicación directa con el gestor después de pasar unos filtros adaptados al producto y al usuario final.
Un ejemplo de ello se podría ver en una conversación por chat. El cliente accede a la app del banco y le aparece un primer mensaje predefinido: Hola, buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? Los siguientes mensajes introducidos por el sistema irían acorde a las necesidades del cliente. Si se necesitase una respuesta más compleja, como por ejemplo, información personalizada de un préstamo, la herramienta traslada la cuestión a un gestor que podría notificar de forma directa mediante una respuesta introducida directamente por el gestor o de forma asistida con un programa que le recomienda enviar alguna serie de respuestas o archivos al consumidor basado en un análisis previo de la conversación.Esta tecnología tiene además, una capacidad de aprendizaje continua, puesto que genera patrones de preguntas y respuestas.
El mecanismo creado por Enigmedia contiene también un sistema de cifrado de comunicaciones en los que se asegura la confidencialidad de los mensajes y archivos que se reciben y envían. Asimismo, para acceder al sistema online, posee diferentes formas de autenticación elegidas por el propio consumidor. Para validar una operación, por ejemplo, se podría recurrir a la certificación a través de contraseña, una firma digital, el reconocimiento de voz o incluso a la biometría que reconoce el rostro a través de una fotografía.
Este es sólo un ejemplo de la aplicación de la teoría del caos, que está preparada para dar el salto tecnológico al campo fintech y a las empresas que buscan un cambio a la hora de comunicarse con sus clientes. Así es como lo explicó Gerard Vidal en su conferencia “La teoría del caos y su aplicación a problemas de fintech” que presenció el Centro de Innovación de BBVA.