La regulación puede ayudar a la banca a afrontar los retos, según expertos reunidos por IESE
La misma actualidad política que ha estado en el candelero a lo largo de 2016 centró gran parte de los debates durante el evento “Desafíos para el futuro de la banca (CFB – Challenges for the Future of Banking)” celebrado ayer y organizado en Londres por IESE*, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra. Así, hablando sobre los rumores de lo que el gobierno de Trump podría hacer con gran parte de la legislación bancaria, uno de los ponentes comentó: “No quiero que se derogue la norma Volcker (que limita la capacidad de los bancos de realizar actividades especulativas de riesgo con los fondos de sus clientes en busca de beneficio propio). La reorganización sembraría el caos.”
En reflejo de la reputación del IESE, el CFB congregó un amplio elenco de figuras del máximo nivel del mundo de las finanzas, que se reunió para tratar el tema central del encuentro: la regulación y su impacto sobre diferentes elementos de la banca, como la innovación financiera. Entre los ponentes destacaron el consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González-Páramo; el director general del Banco de Pagos Internacionales, Jaime Caruana; el ex-presidente de la Comisión Bancaria Independiente del Reino Unido, el Profesor John Vickers; y el Honorable George Osborne, hasta hace poco Ministro de Hacienda Británico.
En lo que a innovación financiera se refiere, en opinión de un ponente, la normativa vigente ha blindado a la banca de la irrupción de nuevos competidores, incluidas empresas del ramo de la tecnología financiera y gigantes tecnológicos como Google y Amazon. “Esto no va a durar", advirtió, señalando que en la actualidad existen regímenes regulatorios flexibles para las startups de tecnología digital, como el entorno de pruebas (sandbox) gestionado por la Autoridad de Conducta Financiera Británica que permite a las startups probar sus servicios.
Jaime Caruana, director general del Banco Internacional de Pagos - IESE
Durante el evento no se alzaron voces en contra de la actividad reguladora, quizás como reconocimiento a su importancia tras el desplome de las bolsas de 2008, pero sí que se debatió sobre cómo ha cambiado el mundo y el papel de la regulación de cara a afrontar los nuevos desafíos. Un número de invitados habló sobre cómo han cambiado las políticas de gobierno corporativo y los consejos de administración, desde un punto de vista tanto de actividad como de carácter.
“Antes del crash, el crecimiento era el principal foco de atención”, dijo un ponente. “Ahora, nos centramos sobre un conjunto de métricas mucho más amplio”. También apuntó que ser parte del consejo se había convertido en un trabajo a tiempo completo.
A pesar de que el presidente electo Trump pueda promulgar una legislación más laxa, los aspectos positivos del régimen regulatorio del BCE y en particular su Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (conocido como SREP, por sus siglas inglés) fueron puestos en valor por uno de los invitados. El SREP es una revisión anual a la que deben someterse los bancos de la Eurozona, en la que, entre otras cosas, se evalúan sus posiciones de capital y sus políticas de riesgo.
‘El SREP exige la involucración de las más altas instancias de cada institución y las evaluaciones tienen un enfoque de largo plazo”, comentó.
A pesar de que el debate regulatorio durante el CFB discurrió por cauces positivos, a los ponentes se les preguntó acerca de los aspectos en los que les gustaría ver cambios. Uno explicó que existía la necesidad para incrementar la coherencia para evitar un "incremento de la incertidumbre y una disminución de la inversión".
Patricia Mosser, Senior Research Scholar en la facultad de International and Public Affairs de Columbia. - IESE
Para otro ponente, la normativa debería fomentar la consolidación de la banca europea. “Necesitamos que existan bancos genuinamente europeos – y para ello necesitamos reglamentos que establezcan normas de gobierno corporativo estándar que faciliten las comparativas”.
El consenso entre los ponentes del evento es que la industria financiera se enfrenta a gran cantidad de desafíos – tasas de retorno con tipos de interés en mínimos históricos, reticencia al crédito por parte de los consumidores y la disrupción tecnológica, por ejemplo, pero las consecuencias de la regulación, en general, han sido positivas y podrían ayudar a la banca en estas áreas.
Sin embargo, como apuntó un asistente: No basta con regular. “El comportamiento tiene que estar a la altura”.
*El evento se celebró bajo la regla Chatham House, que permite citar opiniones vertidas durante el evento, pero sin identificar a su autor.