La reforma fiscal en Estados Unidos no tiene impacto significativo en México
A un año de haber entrado en operación la reforma fiscal en Estados Unidos, que generó polémica ante posibles afectaciones en México, Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA Bancomer, explica lo que ha pasado desde su aplicación, en la columna “Reforma fiscal de Estados Unidos: hasta el momento sin efectos significativos en México”, publicada en El Financiero.
Serrano señala que uno de los principales elementos de esta reforma se centró en la reducción, de 35 a 20%, de la tasa federal del impuesto sobre la renta a empresas, con lo cual se pensó en un probable efecto sobre la inversión en México. “El temor consistía en que, considerando que en nuestro país, la tasa en cuestión es de 30%, las empresas podrían invertir más en Estados Unidos que acá y así enfrentar una menor carga impositiva”, inquietud que aún prevalece y que provocó la petición de algunos sectores empresariales de una reducción de la tasa de impuesto corporativo del país para hacer frente a este medida.
El economista destaca que en ese momento, al no resultar en una disminución significativa de la inversión para México, no era recomendable bajar la tasa corporativa pues se tendría un impacto en la recaudación, “cuestión que el país no podía (ni puede) permitirse en un contexto de poco margen de maniobra fiscal”. Agrega que lo deseable es que exista una reforma fiscal profunda en el país que disminuya el impuesto sobre la renta a las empresas y que al mismo tiempo aumente los impuestos al consumo y la base de recaudación”.
Serrano precisa que México continuará siendo más competitivo que Estados Unidos en términos de elaboración de manufacturas, pese a la disminución de impuestos en ese país y detalla las principales razones. En primer lugar, porque México cuenta con costos laborales menores a los de EUA; segundo, que en ese país existe un impuesto corporativo a nivel estatal promedio de 6%, además del federal; tercero, la depreciación del tipo de cambio real del peso significa que México es más competitivo de lo que era antes de 2014 y cuarto, que la tasa de impuestos no es el único ni el principal factor que determina la decisión de las empresas acerca de dónde invertir.
"Atraer inversión exige fortalecer el estado de derecho, dar mayor certidumbre legal, y mejorar la infraestructura para exportar mercancías a Estados Unidos
Es por ello, que a un año de la aplicación de esta reforma fiscal, la pregunta de si se ha migrado inversión de México a Estados Unidos tiene diferentes respuestas, de acuerdo con Serrano. Por un lado, “los reportes de prensa no reflejan que alguna empresa grande haya tomado la decisión de mover su producción de México hacia el norte como resultado de esta reforma” y la otra respuesta compete a los datos de Inversión Extranjera Directa (IED), “donde las estadísticas se ven fuertemente afectadas por decisiones contables de empresas”.
Ante este panorama, el economista jefe de BBVA Bancomer resume que los datos de México con respecto a la pérdida de inversión física indican que no hay ninguna salida significativa de inversión real del país, al tener un déficit de cuenta corriente de 1.8% del PIB al cierre de 2018, frente a 1.7% de 2017. Pero afirma que para atraer inversión necesariamente se debe trabajar en “fortalecer el estado de derecho, dar mayor certidumbre legal, y mejorar la infraestructura para exportar mercancías a Estados Unidos”.
La colaboración completa para el periódico El Financiero se publicó el 6 de marzo de 2019 y puede consultarse en este Link.