La normativa SEPA revoluciona los pagos en Europa
Desde el 1 de febrero de este año ya resulta requisito indispensable proporcionar un IBAN cuando realizamos una transferencia entre clientes particulares, cuando hasta ahora solo necesitábamos la numeración de 20 dígitos que identificaba a la cuenta de destino, o en formato XML cuando se trata de empresas.
Esto es el resultado de la puesta en marcha en 2014 de la Zona Única de Pagos en Euros conocida bajo el acrónimo SEPA, Single Euro Payments Area. SEPA está integrada por los 28 Estados miembros de la Unión Europea, junto con Islandia, Liechtenstein, Noruega, San Marino, Suiza y Mónaco. Además, los llamados productos nicho en España como son los anticipos de crédito y los recibos físicos han tenido que migrar a esta nueva operativa. Ahora sí, SEPA ha creado un auténtico mercado doméstico donde existe una única forma de realizar pagos y cobros en euros
Tras la adopción del euro como moneda única, la normativa SEPA supone un paso más en la integración económica y monetaria de Europa. Sin embargo, la implantación de esta iniciativa, tutelada por la Comisión Europea y el Sistema Europeo de Bancos Centrales con el objetivo de construir un Espacio Financiero Único, ha sido progresiva.
Si bien la iniciativa arrancó en 2008, no fue hasta el 1 de febrero de 2014 que se hizo obligatoria la utilización de instrumentos de pago SEPA en sustitución de las transferencias y adeudos domiciliados. Una obligatoriedad tanto para empresas como para entidades financieras, que han tenido que acometer cambios en sus sistemas y procesos para poder migrar la operativa dentro de los plazos establecidos por la regulación.
Europa cuenta ya con un mercado único de cobros y pagos gracias a la normativa SEPA
Boletín BBVA SEPA
Como usuarios particulares, seguramente lo que hemos percibido es un cambio en los procesos que nos lleva a preguntarnos cuál es el beneficio de esta nueva forma de operar. En primer lugar, la normativa SEPA garantiza que los pagos en el ámbito de la Unión Europea puedan realizarse con la misma facilidad, eficiencia y seguridad que los pagos nacionales internos de los Estados miembros. Esta mayor armonización y estandarización, que hace que ya no exista diferencias entre los pagos nacionales y transfronterizos, reporta considerables beneficios a la economía y a la sociedad en su conjunto. SEPA incrementa la competitividad en el sector de servicios de pago y dota de transparencia al mercado. Así, se crea el clima óptimo para el desarrollo de nuevos instrumentos de pago que redundará en beneficio de usuarios, consumidores, empresas y Administraciones Públicas.
Sin duda, son muchas las dudas que nos genera la norma SEPA. Sin embargo, las entidades financieras, que son las primeras que tuvieron que adaptarse y por lo tanto son los agentes más expertos en este nuevo escenario, han allanado el camino a particulares y empresas, poniendo a su disposición la información necesaria y resolviendo todas sus dudas. BBVA ha preparado para sus clientes el siguiente boletín coincidiendo con la end date de febrero de 2016, y seguirá dándoles soporte dado que quedan por delante aspectos normativos como la revisión de la Directiva de Pagos (PSD2) que tendrán un papel relevante en los próximos años en la evolución de los cobros y pagos en Europa.