La inteligencia perceptual: el último nexo entre las máquinas y las personas

La tecnología cognitiva puede entender, razonar y aprender. Analiza miles de datos y, lo que es más importante, es capaz de darles sentido y de relacionarlos. Pero, ¿hasta dónde puede llegar?

Lo que para algunos puede sonar a ciencia ficción es ya una realidad que se aplica en muchos campos. Alejandro Campos, evangelista técnico de Microsoft, desgranó en el evento Disruptive 2016 las posibilidades de los sistemas cognitivos tanto para usuarios como para desarrolladores y empresas. A través de explicaciones sencillas y prácticas, ilustró cómo se integra en las aplicaciones más diversas. Veamos algunas de ellas.

Los servicios cognitivos se utilizan, por ejemplo, para analizar una imagen. Con ello se puede detectar si es hombre o mujer, la edad que tiene, o si, por ejemplo, se trata de un contenido violento o para adultos. Una vez determinados los atributos de esa imagen, la describe con etiquetas, elaborando así una categorización que puede determinar su uso posterior.

Pero el análisis puede ser mucho más detallado. Una vez que se etiqueta la imagen de alguien por primera vez, es capaz de ponerle nombre y apellidos a partir de entonces. Por ejemplo, si tu smartphone te sugiere el nombre de las caras que aparecen en una foto familiar que acabas de tomar, eso es tecnología cognitiva. Por no hablar de Facebook, donde el reconocimiento cognitivo está a la orden del día. Y lo mismo se puede aplicar a famosos o personas públicas: reconocidos, identificados… ¡y etiquetados!

No sólo eso. La inteligencia perceptual detecta emociones. Los sistemas están capacitados para captar si las personas de la imagen están felices, contentas, enfadadas… Un buen ejemplo de su aplicación es este sorprendente vídeo de Microsoft, que muestra cómo una persona ciega descubre una ‘nueva dimensión’ gracias a unas gafas con un sistema cognitivo integrado: es capaz de saber quién está cerca, lo que están haciendo, e incluso detecta las emociones de sus acompañantes o el movimiento de objetos.

La tecnología cognitiva también ayuda en la organización de una empresa. Por ejemplo, los sistemas reconocen el tipo de lenguaje -coloquial, culto…- y el idioma del mismo. Y lo clasifica y asigna: algo que puede ser útil para la organización de un negocio pues el sistema es capaz de reconocer facturas y clasificarlas en el apartado destinado para la contabilidad, por ejemplo.

Otro caso de uso que destacó el evangelista de Microsoft fue la utilización de los sistemas cognitivos en el comercio. Por ejemplo, si nos quedamos mirando un escaparate, los sistemas cognitivos van a poder detectar si estamos felices, si soy hombre o mujer y si me interesa algo de esa tienda. Una información muy útil que va a permitir a los responsables del comercio hacer una oferta a esa persona en tiempo real bien mandando un mensaje a su móvil o a través de alguna pantalla de la tienda.

También la inteligencia perceptual apunta al lenguaje y al habla. Los servicios son capaces de convertir lo que estamos diciendo en texto y viceversa. Algo muy útil si se busca ganar tiempo o se quieren archivar los pedidos, por ejemplo, que realizan los clientes por teléfono en un restaurante de comida a domicilio.

Detectan y relacionan, al igual que ocurre con la imagen, los audios lo que permite conectar a una persona con su voz o son capaces de realizar un análisis sintáctico de los textos para indicar las partes importantes del mismo.

Los servicios denominados bots - aféresis de robot-, programas informáticos capaces de conversar con las personas, fue otro de los puntos que destacó Campos. Los avances en inteligencia artificial están desarrollando máquinas capaces de hablar en lenguaje natural con los humanos. Unas máquinas que cada vez se parecen más a las personas.

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