La gamificación: ¡A jugar!
En los últimos años, la gamificación ha tenido un gran protagonismo en el mundo corporativo y se ha convertido en una herramienta de ‘enganche’ de las empresas para llegar a sus clientes (actuales o potenciales). El principio es sencillo, transmitir un mensaje de manera entretenida para asegurar la interacción con el usuario.
En el sentido más amplio, la gamificación es el término que se utiliza para describir el uso de mecánicas de juegos en entornos no lúdicos. La irrupción de las redes sociales en la vida cotidiana ha abierto nuevas vías de comunicación hasta ahora inexistentes. Entrar en Facebook y que un amigo del colegio, al que llevas 17 años sin ver, te pida ayuda para ordeñar una vaca (y no sería extraño) es una señal de que los juegos están a la orden del día.
Tres son los elementos claves de una buena estrategia de gamificación: ofrecer una recompensa, fomentar la competición y dar a los participantes la posibilidad de cambiar de status como incentivo. A simple vista puede resultar algo raro y de frikis, pero los casos de éxito que presentamos a continuación confirman que las empresas conocen bien las palancas para involucrar y interactuar con sus clientes.
BBVA
BBVA fue pionero en el sector financiero con una iniciativa de gamificación. El Grupo lanzó BBVA Game en 2011 como un elemento dinamizador en su viaje de transformación.
BBVA se embarcó en esta iniciativa con un fin puramente divulgativo: se acababan de realizar algunos cambios estéticos en la web transaccional del banco y se quería promover entre los clientes su uso para todo tipo de operaciones y consultas. Con cada operación que se realizaba, el usuario obtenía puntos que podía canjear por premios directos y sorteos.
Su éxito no sólo se ve reflejado en el elevado número de clientes registrados (272.000), sino también en el reconocimiento que obtuvo entre los expertos. Dos años después de su aparición, BBVA Game ganaba los GAwards, los premios de mayor impacto a nivel mundial en materia de gamificación.
La plataforma se acabó abriendo a los no clientes asociándolo a la Liga BBVA y ampliando sus contenidos más allá de lo puramente financiero.
Liga BBVA Game ha aportado un interesante aprendizaje que ha permitido seguir de cerca la evolución de los clientes ante el nuevo entorno digital y que ha cumplido con creces sus objetivos.
Nike
Es uno de los ejemplos más conocidos. A través de la red social Nike+ el usuario no solo hace seguimiento de sus logros, lo que facilita que intente mejorar sus marcas, sino que además facilita la competición entre usuarios. Además, la marca deportiva pone a disposición de los interesados desde pulseras para el seguimiento físico de cada individuo hasta la aplicación para smartphone que facilita el control de la actividad.
Starbucks
Con My Starbucks Reward la famosa cadena de café, ha lanzado en distintas geografías esta iniciativa de fidelización que mezcla con técnicas de juego. El usuario tiene que descargarse la aplicación móvil y con cada compra que realiza, recibe puntos (en forma de estrellas). A medida que el cliente acumula estrellas se van desbloqueando niveles para estar cada vez más cerca de acceder a premios especiales, como bebidas gratis.
Estos son solo algunos ejemplos que confirman que la gamificación es un elemento más del proceso de transformación en la estrategia digital de las empresas. Pero no es el único. Otros mecanismos, como los contenidos, también nos permiten explorar nuevas líneas de interacción con los usuarios, y seguir acumulando aprendizajes y experiencias para entender la evolución de la comunicación entre empresas y sus clientes.