La Fundación BBVA hace realidad los sueños de 72 jóvenes músicos
Todavía no han cumplido 15 años —algunos ni siquiera pasan de siete— y ya saben lo que es enfrentarse a un auditorio de más de dos mil espectadores. La Camerata Infantil Fundación BBVA-ORCAM, puesta en marcha hace apenas un año, ha ofrecido ya tres conciertos en el Auditorio Nacional de Madrid. Un sueño que muchos músicos nunca llegan a cumplir.
Se apagan las luces de la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional. En sus butacas, dos mil personas aguardan el estreno absoluto de Cervantina, de Juan Durán. Los miembros de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM) ocupan únicamente la mitad del escenario; la otra mitad está reservada para 72 niños de entre siete y catorce años que esperan, expectantes, la señal del director para empezar a tocar.
Forman parte de la Camerata Infantil Fundación BBVA-ORCAM, un innovador proyecto que ofrece a estos jóvenes músicos (48 niñas y 24 niños) la oportunidad de compartir atril con profesionales consagrados, además de acompañar a grandes solistas como Leticia Moreno. De momento, esta camerata solo reúne instrumentos de cuerda —violín, viola y violonchelo— pero espera en un futuro ampliar el grupo e introducir instrumentos de viento-madera.
Los integrantes de este conjunto de cuerda cuentan con el apoyo de los músicos de la ORCAM, que les sirven de ejemplo para ganar seguridad y recibir una formación complementaria. María Asensi tiene 12 años y toca el violín. Para ella, tocar junto a profesionales es una oportunidad: “Aprendes mucho porque es gente profesional que se dedica a ello a diario. Tienes mucho respeto pero también bastante curiosidad de cómo tocar”.
"Aprendes mucho porque es gente profesional que se dedica a ello a diario
No solo los más pequeños aprenden. Para los integrantes de la ORCAM, compartir escenario con estos jóvenes músicos es un reto y una inyección de energía. “Los adultos, al ver que una criatura está tocando con esa carga de ilusión y de fuerza, se contagia automáticamente. El beneficio es para todos”, afirma Víctor Pablo Pérez, director de la orquesta.
La Camerata Infantil Fundación BBVA-ORCAM ofrece una formación musical diferente
Esta Camerata Infantil ofrece a los chicos una oportunidad única de formación mediante su inserción en una orquesta profesional. Con su participación en este proyecto, la Fundación BBVA amplía su colaboración con la ORCAM en el marco de un programa cultural, en el que la música tiene un peso muy importante.
Este método permite que los más pequeños disfruten de su formación musical de una manera diferente. Los valores que aporta una orquesta —compañerismo, constancia, profesionalidad— se imprimen en los niños, que crecerán con una percepción del esfuerzo que muchos tardan en asimilar. La dedicación y la pasión de estos jóvenes intérpretes tiene su recompensa: hay pocas cosas más gratificantes para un músico que ver al público en pie, aplaudiendo.
72 niños de entre siete y catorce años comparten atril con los integrantes de la ORCAM - Kike Para
Jaime Infante es compañero de María. También tiene 12 años. Ha aprendido que los nervios hay que dejarlos en la funda del violín, junto a la resina. El consejo de los profesionales —recuerda— es este: “Cuando toques en un concierto no te pongas nervioso porque los que están más nerviosos son los que te están viendo y no tú”.
Fuera del auditorio o de las salas de ensayo, poco tienen en común estos 72 chicos con los integrantes de la ORCAM. Pero cuando las luces se apagan, y el director levanta la batuta, la edad del compañero de atril no importa: esa es la magia de la música. Y nunca se sabe, es posible que estas pequeñas promesas se conviertan algún día en grandes nombres de la historia, junto a Casals o Sarasate.