La Fundación BBVA premia a los mejores físicos españoles en la entrega de sus galardones anuales
La Real Sociedad Española de Física (RSEF) y la Fundación BBVA han premiado a científicos destacados en este campo, con atención especial a los jóvenes investigadores y a la excelencia en enseñanza y divulgación. La ceremonia de entrega ha reivindicado el valor del conocimiento para impulsar los avances tecnológicos y orientar a la sociedad ante los grandes desafíos del siglo XXI. Los investigadores galardonados han desarrollado sus trabajos en ámbitos tan dispares como la exploración de los componentes más elementales de la materia, la creación de nuevos materiales con propiedades insólitas, la fabricación de células sintéticas capaces de transportar fármacos, la invención de tecnologías ópticas para mejorar la visión o el desarrollo de la computación cuántica.
La sede de la Fundación BBVA ha acogido un año más a muchos de los mejores expertos en esta disciplina. Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, ha defendido en su discurso el valor del conocimiento básico “aparentemente inútil”, para impulsar el desarrollo tecnológico y “resolver problemas prácticos”, pero también para “expandir la visión” de cada individuo a la hora de comprender la realidad. El presidente de la RSEF, José Adolfo de Azcárraga, ha querido recordar que “la ciencia contribuye extraordinariamente al desarrollo económico y social, como hemos visto en el caso de la física”, y además es “el único ejemplo de sociedad abierta que existe en el planeta”.
En esta edición, la Medalla de la Real Sociedad Española de Física se ha concedido a Eugenio Coronado, por ser uno de los pioneros mundiales del magnetismo y la espintrónica molecular, y abrir vías de avance en computación cuántica y nuevos materiales. El catedrático valenciano lleva más de dos décadas liderando a escala internacional la investigación en magnetismo molecular, área que ha generado novedosos materiales híbridos multifuncionales con propiedades a menudo inesperadas.
Carlos Dorronsoro ha recibido el Premio de Física, Innovación y Tecnología por ser el creador de 21 patentes en cirugía ocular, procesado de imágenes y microscopía, y por desarrollar y transferir tecnologías ópticas con un alto impacto social y económico. A lo largo de su trayectoria, Dorronsoro ha ejercido de científico, tecnólogo, gestor, empresario y directivo, para llevar al mercado la tecnología fruto de su investigación. Actualmente es cofundador de 2Eyes Vision, una start up cuyo simulador hace posible que quienes vayan a someterse a una cirugía de implantación de lentes intraoculares prueben antes, virtualmente, los distintos modelos de lente.
Divulgación y jóvenes investigadores
Los galardonados en las categorías de Joven Investigador han sido Carlos Hernández (Física Teórica), por sus contribuciones a una nueva generación de láseres ultrarrápidos; y Laura Rodríguez (Física Experimental), por sus resultados en física experimental de la materia condensada blanda. Carlos Hernández trabaja generando pulsos láser tan rápidos que pueden transcurrir en la trillonésima parte de un segundo, en lo que se conoce como attosegundo. Estos brevísimos destellos de luz ultravioleta abren a la observación procesos que ocurren a escalas de tiempo hasta ahora inabordables. Por su parte, Laura Rodríguez investiga la materia blanda, un área en la que se aúnan la física, la química, la biología y la ciencia de materiales. En concreto se dedica a la fabricación de vesículas usando como plantillas gotas de emulsión, que estabiliza mediante una doble capa de lípidos similar a la membrana celular.
La última categoría, dedicada a reconocer la labor en Enseñanza y Divulgación de la Física, ha premiado a Santiago Velasco (en Enseñanza Universitaria), por acercar la física a un público muy amplio que abarca desde estudiantes a colectivos desfavorecidos o en riesgo de exclusión; y a Miguel Ángel Queiruga (en Enseñanza Media), por su implicación en proyectos educativos nacionales a internacionales y su gran capacidad de involucrar a los estudiantes.