La Fundación BBVA concede el Premio Fronteras en Ecología al finlandés Ilkka Hanski
El ecólogo finlandés Ilkka Hanski ha sido galardonado con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación por crear una nueva rama de la ecología -la biología de metapoblaciones- que combina el trabajo de campo con modelos matemáticos para descrubrir cómo afectará a las especies el acuciante problema de la fragmentación del hábitat por la acción del hombre.
Hanski ha desarrollado modelos matemáticos que permiten predecir la viabilidad de poblaciones de numerosas especies y hábitats. “El impacto de la obra del profesor Hanski crece a medida que los hábitats se fragmentan más y más por influencias antropogénicas”, afirma el acta del jurado internacional de este premio.
“La acción humana aumenta el grado de fragmentación, y por tanto es importante entender cuáles son las consecuencias. La teoría de metapoblaciones ayuda a diseñar estrategias para aumentar la supervivencia de la población. Una aplicación típica sería el diseño óptimo de una reserva, decidir cómo debe ser para que, en función del uso que se le vaya a dar, reducir en lo posible el impacto sobre las especies”, explica Hanski.
Sus aportaciones se están aplicando ya a muchas acciones de conservación, tanto en el diseño de áreas protegidas, como en la creación de corredores biológicos o en los estudios de impacto ambiental de grandes infraestructuras. También se utiliza para definir estrategias de conservación en hábitats fragmentados o afectados por fenómenos como la deforestación, la urbanización, o el cambio climático.
Los modelos matemáticos de la biología de metapoblaciones permiten cuantificar cuál es el grado máximo de fragmentación en el hábitat que tolera una especie, en otras palabras, “tratar de determinar el umbral crítico más allá del cual la fragmentación resulta fatal, y la especie se extingue”, afirma Hanski en este vídeo.
Aplicaciones para la salud humana: cáncer, epidemias y sistema inmune
“El concepto de metapoblación ha sido incorporado a muchas áreas diferentes de investigación”, explica Hanski. En oncología, por ejemplo, se usa para estudiar el comportamiento de las poblaciones de células de un tumor, y en epidemiología, el conocimiento sobre el tamaño crítico de una red de metapoblaciones se puede aplicar para combatir una epidemia.
El propio Hanski ha estudiado la relación entre el sistema inmune humano y las distintas poblaciones de microorganismos que pueblan nuestro organismo (microbioma). Según sus investigaciones, el grado de biodiversidad a la que se exponen las personas y el comportamiento de su microbioma tiene repercusión en el funcionamiento del sistema inmune. “De hecho, al fin y al cabo las personas somos hábitats fragmentados para nuestro microbioma, y es muy interesante intelectualmente trabajar con colegas de otros campos, como los inmunólogos”.
Mariposas y escarabajos, fuente de inspiración
Hanski (Helsinki, Finlandia. 1953) empezó a interesarse por la distribución de las poblaciones a finales de los años setenta, cuando estudiaba su doctorado en la Universidad de Oxford (Reino Unido). Se fijó entonces en los escarabajos peloteros, y en cómo las distintas especies se agrupaban en los excrementos del ganado. Empezó a usar modelos matemáticos que describieran el comportamiento de cada especie.
A finales de los 80, ya de vuelta en Finlandia, comenzó a estudiar la mariposa doncella punteada (Melitaea cinxia). Fue una visita a Finlandia de Paul Ehrlich, entomólogo de la Universidad de Stanford y premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, lo que sirvió de inspiración a Hanski, que además había sido durante su infancia un ávido coleccionista de mariposas.
Escogió una amplia región en las Islas Åland, en el Báltico, con miles de prados secos idóneos como hábitat fragmentado donde vive esta mariposa. Desde principios de los años noventa, Hanski y sus estudiantes llevan a cabo un censo anual de las mariposas en cada prado para perfeccionar los modelos y poner a prueba sus predicciones.