La fuerte expansión de la economía en Cataluña permite superar los efectos de la crisis
El Anuario Económico Comarcal 2018 de BBVA, que estima y analiza la distribución territorial de la actividad económica de Cataluña, destaca que en 2017 el crecimiento fue de un 3,3%, el mayor desde el año 2007, liderado por las comarcas de la Cataluña Central, el Área Metropolitana de Barcelona y el Camp de Tarragona. El informe concluye, por tanto, que se han superado los efectos de la crisis.
El crecimiento de la actividad económica en Cataluña en 2017 va en línea con el de los últimos años y las razones de esta mejora también han sido similares: positivo efecto sobre la competitividad y la confianza —interna y exterior— de las reformas y potentes vientos de cola exteriores. Estos factores incrementaron la renta de los sectores no financieros de la economía, lo que se traduce en aumentos en todas las partidas de gasto.
Con ello, el avance de la demanda interna en 2017 en la región fue del 3,1%. Entre sus componentes, lo más destacable de 2017 fue el avance de la formación bruta de capital, del consumo privado y público. A esto se sumó la positiva contribución del exterior, reflejando un nuevo patrón de crecimiento en el que el fuerte aumento de la demanda interna es compatible con contribuciones positivas de la demanda neta exterior.
Cataluña cambia de modelo productivo
A nivel sectorial, el impulso de este crecimiento se deriva principalmente de la fortaleza de la industria y de los servicios productivos. El VAB de Cataluña en 2017 se situó en el 3,3% por el empuje de la industria, con un repunte del 4,9% y de la construcción, que creció un 2,9%, apoyados en un sólido aumento del terciario (+2,9%), en compensación de la caída del primario (-3,1%).
Con las diferentes aportaciones de cada sector al valor añadido, en términos de actividad, Cataluña deja atrás los efectos de la crisis, si bien, en términos de ocupación aún no se ha superado y “probablemente queden unos 2 o 3 años para lograrlo”, apunta Josep Oliver, Catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona y director del estudio.
La crisis ha provocado un cambio de modelo productivo en el que tienen gran peso la industria, los servicios asociados a la oferta y la exportación. Se trata de un modelo que aporta solidez a la recuperación, que mejora la competitividad y que dibuja un mapa de comarcas catalanas en crecimiento diferente al de años anteriores, destaca el informe.
Distribución territorial del crecimiento de la actividad económica
Mapa del crecimiento de la actividad en Cataluña
Las diferencias de crecimiento en 2017 entre los grandes ejes territoriales han sido relativamente importantes. Estas diferencias reflejan los distintos pesos de la actividad industrial y de los servicios vinculados a ella o a la exportación (de mercancías o turismo). Con esta dinámica de la oferta, las Comarcas Centrales fueron las que más crecieron (3,6%), dada su fuerte expansión industrial y la solidez mostrada por los servicios, apoyados ambos sectores por la construcción, un modelo que es el que también presentaron el Área Metropolitana de Barcelona (3,4%) y el Campo de Tarragona (3,6%), definiendo el ámbito territorial de mayor crecimiento del país.
Comarcalmente, los ámbitos que más han crecido se sitúan, lógicamente, en los ejes más expansivos. En el mapa de crecimientos industriales en el Área Metropolitana de Barcelona destacan el Barcelonès, el Vallès Occidental, el Maresme y el Vallès Oriental. En las Comarcas Centrales, Osona y el Bages. Y hacia el sur y siguiendo la línea de la costa, el Baix Penedès, el Baix Camp, el Tarragonès y el Montsià. También han tenido impulsos importantes el Urgell, el Solsonès, Garrigues, el Segrià, la Noguera, la Cerdanya y el Baix Empordà.
Alrededor de estos avances se concentra el de determinados servicios productivos, vinculados a la producción, comercialización y comercio exterior de las manufacturas, a los que hay que añadir el buen comportamiento turístico. Así, con incrementos también por encima del promedio de Cataluña destacan en el Área Metropolitana de Barcelona el Vallès Occidental, el Baix Llobregat, el Maresme y el Vallès Oriental. En la Cataluña Central, el Bages, el Moianès y la Selva. Y hacia el sur de Cataluña, en el Baix Penedès, el Alt Camp, el Priorat, el Baix Camp, el Tarragonès y el Montsià. Además de algunas comarcas de la zona pirenaica como Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà y la Cerdanya.