La flauta mágica… de Buster Keaton
Papageno es Buster Keaton, el príncipe Tamino se parece a Rodolfo Valentino y el malvado Monostatos recuerda al vampiro Nosferatu en la innovadora versión de “La flauta mágica” que se estrena el sábado en el Teatro Real gracias al patrocinio de la Fundación BBVA. Con una puesta en escena presidida por una pantalla de cine gigante, este montaje recurre al encanto del cine mudo para trasladar al público el espíritu popular con que fue compuesta la magistral obra de Mozart.
La ópera, que podrá verse en Madrid hasta el 30 de enero, es una producción procedente de la Komische Oper de Berlín, bajo la dirección musical de Ivan Bolton. Desde su estreno en 2012 ha recorrido con enorme éxito los escenarios de todo el mundo.
En este vídeo puedes ver un breve adelanto del original montaje de una de las óperas más famosas del genial músico austríaco.
Técnicas del cine de animación
Inspirada en el lenguaje corporal de Buster Keaton y en el cine mudo de los años 20, la original puesta en escena del director australiano Barrie Kosky se basa en una escenografía virtual realizada con las más sofisticadas técnicas del cine de animación.
El escenario, prácticamente desnudo, está presidido por una gran pantalla en la que se proyectan animaciones con las que interactúan los cantantes, entre los que hay 19 españoles. Esta interacción ha sido, precisamente, la mayor dificultad del montaje, ya que los movimientos de los intérpretes deben tener, a la vez, la frescura del gag y una precisión de relojería para coordinarse con la proyección de los dibujos de la pantalla
Los diálogos resumidos aparecen proyectados en cartelas y acompañados al pianoforte por Luke Green, que interpretará fragmentos de la Fantasía en Do menor de Mozart.
El éxito de esta propuesta escénica radica en su enorme facilidad para comunicar con el público, su humor, su derroche de creatividad y los guiños cómplices al espectador a través de un universo visual tan conocido como es el cine mudo.