La ejecución presupuestaria de 2019 evidencia una moderación en el ajuste fiscal
Virginia Pou, de BBVA Research, explica que los datos de ejecución presupuestaria han puesto de manifiesto que se está moderando el ritmo de ajuste fiscal. De este modo, el crecimiento de los ingresos tributarios se está debilitando de acuerdo a la desaceleración de la actividad, mientras que el gasto autonómico ha mantenido la dinámica expansiva que veíamos observando en los meses anteriores.
Como resultado, el déficit de las administraciones públicas, excluidas las corporaciones locales, se ha situado en el 2,1% del PIB. Esto supone una décima menos que lo observado en el año anterior.
¿Cómo se distribuye por administraciones?
La administración central está registrando una notable mejora de las cuentas públicas. Sin embargo, en las cuentas de la Seguridad Social se ha observado un deterioro vinculado a unos menores ingresos por parte de las transferencias del Estado.
En cuanto a las comunidades autónomas, también se está observando un deterioro en torno a unas tres décimas en relación con el año anterior. Esto está vinculado al efecto negativo que tiene la prórroga presupuestaria sobre las cuentas autonómicas.
¿Cuáles son las previsiones de BBVA Research para 2019?
Las cifras de ejecución presupuestaria confirman que se estaría incumpliendo el objetivo de estabilidad presupuestaria, que es el 1,3% del PIB. Y, tampoco se alcanzaría el objetivo que tiene el gobierno del 2% del PIB en 2019.
En concreto, se espera que el ciclo siga reduciendo el déficit, apoyado también en unos menores costes de financiación y unos gastos que ocurrieron 2018, que no se van a repetir en 2019. Todo esto llevaría a situar el déficit en torno a un 2,3% del PIB.
Y de cara a 2020, ¿qué se espera?
En un escenario de inestabilidad política como el actual que no ha permitido aprobar un marco de la política fiscal adecuado, se espera un escenario de una nueva prórroga presupuestaria y sin ninguna medida de ajuste fiscal. Con lo cual, el ajuste del déficit vendría exclusivamente por el ciclo y el déficit se situaría en torno al 1,9% del PIB, que queda muy lejos del objetivo de estabilidad que está en 0,3% del PIB. Tampoco se alcanzaría la meta del gobierno, que espera un 1,7% a finales de 2020.
¿Qué implica este escenario?
De confirmarse estas previsiones, se observaría un deterioro del saldo estructural primario en 2019 y se confirmaría el tono expansivo de la política fiscal en este año y uno prácticamente neutral en 2020.
En definitiva, este escenario viene a constatar que se están incumpliendo las exigencias requeridas por la vigilancia reforzada debido al elevado nivel de deuda pública, al igual que no se está aprovechando el escenario favorable de bajos tipos de interés y crecimiento económico para acometer las reformas necesarias que garanticen la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo.