La educación se va de ruta
De la misma manera que cambia el contenido con el que nos formamos hoy en día, debe hacerlo nuestra manera de aprender y relacionarnos. Los medios que utilizamos, los temas en los que nos enfocamos y los vínculos que establecemos dentro de la comunidad educativa evolucionan tan rápido como lo hacen el resto de ámbitos sociales. Los expedicionarios de la Ruta BBVA 2016 que identificaron grandes oportunidades en este campo coinciden en que la solución empieza con el emprendimiento.
En esta XXI edición de la Ruta BBVA, los candidatos tenían cuatro temáticas diferentes a escoger para su trabajo de emprendimiento social, una de las fases a superar dentro del proceso de selección. Dentro de la rama de la educación, las seis ideas seleccionadas para ser trabajadas en equipo a lo largo de la expedición pueden clasificarse en dos grupos: las que buscan aprovechar al máximo el potencial de las nuevas tecnologías y las que trabajan por poner en contacto estudiantes, empleadores y familias.
“Creación de huertos escolares especiales” de Marta Fernández
Marta Fernández concibió para su proyecto una combinación de sectores que históricamente ha generado buenas acciones y proyectos muy enriquecedores para nuestra sociedad: medio ambiente y educación. Los centros escolares escogen campesinos de su entorno que recibirían la materia orgánica que los estudiantes recogen en sus casas para convertirla en abono natural. A cambio, éstos les regalarían una planta que podrán cultivar en el aula. Los niños participan de la cadena de producción de estos agricultores al tiempo que se interesan por la naturaleza.
“QR’s para compartir educación” de Eduardo Ávila
Eduardo sabe que hay muchos estudiantes que necesitan un apoyo extra para sacar sus asignaturas adelante. Sin embargo, no todos disponen de los mismos recursos para afrontar estas carencias. Su solución reside en sacar el máximo partido a la digitalización y acceder a un repositorio de conocimiento escondido tras un código QR. ¿Cómo? En los libros de texto, al lado de cada apartado de la materia aparecerá impreso un código QR que, tras escanearlo, te llevará a videotutoriales de expertos en el asunto clasificados por temática, nivel, valoración y número de visitas. Es sencillo, quienes saben comparten con quienes quieren aprender.
“Detectar el talento de niños/as” de Pablo Javier de Paz
Bien sea más evidente o esté más oculto, lo cierto es que el talento es algo que tiene que descubrirse. Esto resulta especialmente fácil en los niños, aunque su desarrollo requiere un poco más de trabajo. Pablo defiende que la gestión de esta capacidad es muy importante en la infancia, proponiendo un plan destinado a edades comprendidas entre 3 y 12 años y que pasa por un doble esfuerzo escolar y familiar: los profesores establecerán un programa educativo individualizado y adaptado a cada estudiante llevando a cabo un seguimiento regular, mientras que los padres serán los “compañeros de viaje” en este recorrido formativo.
“MultiLingua21” de Ane García
La mejor manera de aprender un idioma es cambiar de país, sumergirse en su cultura y relacionarse sólo con nativos. Las razones por las que esta opción ideal no es accesible para todos son variadas: cuestiones familiares, económicas, laborales, etc. Ane pensó que la manera más parecida de conseguir algo así es a través de MultiLingua21, una plataforma de streaming que conecta nativos con estudiantes del idioma para que mejoren su aprendizaje de manera mutua: por ejemplo, un chico de Londres que estudia español puede ayudar a una chica de Madrid que aprende inglés y viceversa.
“Acercando a los jóvenes al mundo real” de Laura Charro
¿Qué pasaría si los estudiantes entrasen en contacto con el mundo laboral mucho antes de llegar a la universidad? Desenvolverse en el sector al que les gustaría dedicarse en un futuro desde el bachillerato es un buen termómetro para medir el grado en que les podría convencer la profesión que quieren escoger y los estudios para alcanzarlo. Laura Charro presenta “El Proyecto”, una iniciativa que consiste en ponerse en contacto con una empresa que llame la atención del estudiante y ofrecer su ayuda para hacer frente a una determinada necesidad o problema de la compañía, intercambiando conocimiento y know-how.