La economía uruguaya encara un 2017 con optimismo
Tras la sorpresa positiva del crecimiento del 3T-16 (+2% a/a), y la evolución de la coyuntura durante los últimos meses del año esperamos que el PIB para todo 2016, que se conocerá en marzo, cierre en torno al 1,2%, logrando superar el estancamiento de los últimos años y dejando un arrastre positivo para 2017.
La demanda interna será quien comience nuevamente a impulsar la actividad a lo largo de 2017 prueba de ello son las señales de dinamismo en el consumo (crecería en torno al 1% durante 2017). Esto es posible gracias a una mejora en el poder adquisitivo de los consumidores, que ya comenzó a evidenciarse en los últimos meses del año 2016, y que se basa en la relativa estabilidad cambiaría y la desaceleración de la inflación. Esta mejora en los salarios reales, junto con la expansión del crédito y la recuperación de los niveles de empleo está mejorando los niveles de confianza y estimamos termine motorizando el crecimiento del consumo privado.
Por otra parte, hacia el último trimestre del año estimamos que comiencen las obras de la construcción de la tercera planta de celulosa en el país lo que comenzará a dinamizar la inversión (+ 3% a/a), como también un crecimiento significativo de las importaciones de bienes de capital que son requeridos para dicha construcción.
"Habrá mayores niveles de las exportaciones y mayor ingreso por turismo
La mejora en las perspectivas de crecimiento regional, en particular de los principales socios, Brasil y Argentina, incidirá positivamente sobre el crecimiento uruguayo ya que habrá mayores niveles de las exportaciones y mayor ingreso por turismo.
Para 2018, esperamos un crecimiento de la actividad del 2,6% a/a. En este año esperamos que la construcción de la tercera planta de celulosa se lleve a cabo y eso impacte en la inversión (8% a/a). El consumo privado seguirá aportando al crecimiento (1,5% a/a) en la medida en que se consoliden las mejoras del mercado laboral y la desaceleración de la inflación, como prevemos. El sector externo tendrá un aporte negativo al crecimiento ya que si bien esperamos un crecimiento de las exportaciones por la mejora esperada en la Región y otros socios comerciales de Uruguay, lo cierto es que el mayor aumento del PIB y la construcción de la tercera planta impulsarán muchos más las importaciones.
Las cuentas externas continuarán mejorando de la mano del resultado comercial y turismo en 2017
Las mejoras a lo largo del año pasado se dieron básicamente en la balanza comercial y debido a una mayor contracción de las importaciones, tanto en precios como en cantidades, respecto de las exportaciones. Nuestra previsión para 2016 es de una cuenta corriente deficitaria del 0,8% del PIB, una considerable mejora respecto de 2015.
Para el año 2017 estamos previendo un déficit de 0,9% del PIB un incipiente deterioro a partir del último trimestre del año si, como prevemos, comienzan a incrementarse las importaciones de bienes de capital para abastecer la construcción de la nueva pastera, mientras que las exportaciones crecerán pero tímidamente en la medida que los socios comerciales, principalmente de la región, retornen a sus sendas de crecimiento. El deterioro será moderado por el aporte del sector turismo que prevemos tendrá una excelente temporada como ya están anticipando los primeros indicadores del sector.
Fotografías: Gustavo Rivera
Se moderan los precios por apreciación cambiaría pero se mantienen por fuera del objetivo
En la segunda mitad de 2016, la inflación entró en un sendero descendente y cerró el año 8,1%. Esta dinámica de los precios obedeció a la apreciación del peso (3,3% respecto del cierre de 2015) y la creciente incorporación de las negociaciones salariales bajo el nuevo esquema. Sin embargo, para 2017 el tipo de cambio no escapará a la tendencia global de un dólar más fuerte y por lo tanto no ayudará tanto a contener la inflación en Uruguay que cerrará, según nuestras previsiones en torno al 8,4%.
La autoridad monetaria seguirá manteniendo el perfil contractivo de la política pero con menor agresividad dado que la apreciación le quita espacio de maniobra así lo demuestra el cambio de rango objetivo que pasó de un 1% - 3% a 3% - 5%.
Apuntamos a un déficit fiscal de 3,74% del PIB para 2017
El resultado fiscal estimado para 2017 tiene en cuenta un mayor nivel de recaudación no solo por una leve mejora del nivel de actividad sino principalmente por la mayor imposición sobre la renta de las personas físicas que está prevista a partir de enero de 2017, aunque también se prevé que esta medida erosione un poco el consumo.
De todas maneras las mejoras son graduales ya que el resultado fiscal refleja la inercia del gasto público no discrecional (salarios y pasividades) que continuará creciendo por encima de la recaudación derivando en la imposibilidad de alcanzar un resultado primario positivo en 2017 el cual estimamos en -0,4% del PIB. No obstante, implica una mejora respecto del 3,9% de déficit que arrojó 2016.
El gobierno lograría recién en 2018 equilibrar el resultado primario (0% del PIB) aunque el peso de los intereses haría que el resultado global termine en un déficit de 2,9% del PIB. El mayor dinamismo de la actividad y la nueva estructura tributaria permitirán una mayor recaudación.
El gobierno continuará focalizado en reducir el déficit global para cuidar el Investment Grade. La mejora, sin embargo, estará acotada ya que será necesario que el gobierno vuelva a impulsar la inversión pública (que había sido restringida a los efectos de lograr un menor déficit) para poder dar un nuevo impulso a la actividad económica.