La deuda pública: funciones y utilidades
La deuda pública son emisiones de activos financieros que realizan las administraciones públicas con objeto de financiar el presupuesto de gasto o inversión. Estas emisiones de activos financieros otorgan a los titulares que las adquieran, el derecho a recibir unos intereses o cupones en el tiempo que se fijan previamente con las emisiones.
En definitiva, no deja de ser un instrumento de financiación para los estados, comunidades autónomas o ayuntamientos y un medio de inversión para los titulares que adquieran dichos activos financieros, dado que generan unos intereses.
El mercado de deuda pública es un mercado que se considera seguro, entendiendo por seguro la capacidad de recompra del activo por parte del emisor. El ente público parte de la premisa de fortaleza financiera, pero claro, no podemos comparar al propio estado con sus comunidades autónomas, o distintos países entre sí ya que pueden tener economías muy dispares.
Para asignar una escala de fortaleza a la deuda pública, las agencias de rating se encargan de clasificar las emisiones de deuda por parte de los entes públicos basándose en la situación macro del país, distintos indicadores, entorno económico general, exposiciones a riesgos importantes… En estos casos, las clasificaciones nos dan una idea de la situación real de la economía del país, basadas en la calidad de la deuda que tienen emitida.
A nivel particular, familias y empresas acuden al mercado de deuda pública con objeto de rentabilizar sus ahorros realizando adquisiciones de deuda pública en distintos formatos, en función de su vencimiento e intereses que proporcionan. Asimismo, el sistema financiero está obligado a absorber parte de la deuda pública que se coloca en el mercado, mediante los acuerdos estatales que formalizan los bancos centrales con el resto de agentes financieros.
Las adquisiciones de deuda pública, para el caso de España, se realizan a directamente a través del Tesoro, o bien en cualquier entidad financiera. Hay que distinguir entre el mercado primario o de emisión, en el que pueden acudir intermediarios no financieros, al mercado secundario en el que las operaciones hay que realizarlas a través de cualquier entidad financiera autorizada.
Respecto a los ratios de rentabilidad, la deuda pública suele ofrecer los diferenciales más bajos del mercado de renta fija. Estos niveles están dirigidos por los tipos de interés existentes, la calidad de la deuda y el plazo de amortización de la misma. Se puede considerar una inversión muy segura en la que se puede destinar una parte conservadora de nuestros ahorros, bien en deuda nacional, bien en deuda de cualquier pais de la zona euro o EEUU, entre las economías más fuertes.