La 'coopetición', núcleo para un ecosistema financiero saludable
La competencia colaborativa o "coopetición" en su forma más breve es un término que lleva unos cuantos años dando vueltas en el escenario de la tecnología y los servicios financieros.
Ya en 2009 Chris Skinner, de The Finanser, que habló la semana pasada en el París Fintech Forum, comentaba las ventajas que conllevaría este tipo de práctica: la idea consiste en trabajar para una causa común manteniendo una distinción suficiente entre los productos para diferenciarse de la competencia.
Pero ahora parece que el concepto está en pleno apogeo, pues solo en el evento de París Fintech se presentaron media docena de "coopetidores", seis más que el año pasado. En una mesa redonda junto con Chris Skinner y bajo el título "Competencia, Colaboración, Coopetición", Beatriz Giménez, responsable de la Estrategia de Nuevos Negocios Digitales de BBVA, reconoció que "los clientes de BBVA desean una mejor experiencia de cliente, y la mejor forma de ofrecérsela es a través de nuestra colaboración con empresas de tecnología financiera".
En vista de esa declaración, no sorprende que en BBVA la coopetición sea un modelo de negocio en el que se está trabajando desde hace un tiempo. Un buen ejemplo de ello es el reciente desarrollo de un nuevo servicio de incorporación móvil, el cual permite a los clientes abrir una cuenta con tan solo una fotografía del DNI y un "selfie". BBVA ha colaborado con empresas fintech para desarrollar el proceso antes de presentarlo conjuntamente a los organismos reguladores para su aprobación. Aunque siempre competirá por los clientes y por la excelencia en la prestación de servicios, trabajará activamente con la comunidad de tecnología financiera para conseguir que se apruebe la tecnología, lo que a su vez permite a BBVA atender mejor a sus clientes.
Beatriz Giménez durante su intervención.
Pero volviendo a París, otro de los que promocionaron este tipo de modelo de negocio en el evento fue Sean Park, presidente del fondo de capital riesgo Anthemis, el cual subrayó la visión que tienen sobre el futuro de los servicios financieros. Dirigiéndose a más de 1.500 delegados, entre los que se encontraban altos ejecutivos de banca e influyentes fundadores de empresas tecnológicas, dijo que el sector financiero no tenía que empezar de cero: "el futuro solo tiene que ser una expansión del ecosistema y el modelo de coopetición creará una propuesta de valor única para los clientes".
Los beneficios para el sector y, en última instancia, para los clientes, son importantes. Las startups no tienen que gastar cientos de euros en tratar de conseguir los clientes que alguien ya tiene y viceversa, los bancos pueden beneficiarse de la capacidad de las startups para innovar y desarrollar tecnología de forma rápida y eficaz, lo que a su vez significa que el coste para los clientes se mantiene bajo y a la vez se promueven nuevas innovaciones.
Como se ha mencionado anteriormente, el papel de la legislación también es fundamental, ya que además del proceso de aprobación formal, los organismos reguladores cada vez desempeñan un papel más importante creando centros de innovación y entornos seguros regulatorios con un planteamiento común a nivel mundial.
Para resumirlo, como dijo Chris Skinner, una dosis saludable de coopetición creará un ecosistema saludable que facilitará las operaciones bancarias.