La ciudad de Pekín, milenaria y moderna
Con más de 22 millones de habitantes, Pekín es una de las ciudades más imponentes del mundo. Su milenaria historia se une a un arrollador desarrollo arquitectónico donde la intimidante Ciudad Prohibida, los templos, los tradicionales rickshaws y las históricas callejuelas de los hutong contrastan con los grandes rascacielos, las empresas de tecnología puntera y los impresionantes complejos modernos.
En Pekín, donde las distancias nunca son lo que parecen, lo mejor es perderse por sus calles para trasladarse a su pasado y a su futuro. Pero estos son los lugares imprescindibles que debes visitar:
La Ciudad Prohibida
Posiblemente la Ciudad Prohibida sea el complejo más impresionante de Pekín y el mayor reclamo para los turistas no solo por su tamaño, sino también por su historia. Desde allí, todos los emperadores de las dinastías Ming y Qing gobernaron uno de los mayores —y más antiguos— imperios del mundo a lo largo de 500 años.
Varios edificios separados por extensos patios y pasarelas conforman esta parada obligatoria que abrió sus puertas en 1420. Las 9.999 estancias de la Ciudad Prohibida albergaban tanto la residencia de los emperadores como las de sus concubinas y el resto de la corte.
Este complejo arquitectónico, símbolo del poder del Imperio chino, está situado en la emblemática plaza de Tiananmén. Esta explanada, una de las más grandes del mundo, ha sido testigo de grandes acontecimientos del país: actos políticos y militares, homenajes y manifestaciones populares.
La Ciudad Prohibida, situada en la plaza de Tiananmén, fue la residencia de los emperadores durante 500 años
El Palacio de Verano
Igual de imponente que la Ciudad Prohibida, pero alejado del centro neurálgico de Pekín, se encuentra el Palacio de Verano. Un precioso lago y unos extensos jardines rodean la que fue la residencia veraniega para muchos emperadores desde el siglo XVIII.
Las dimensiones del recinto son tan grandes que uno podría pasarse horas descubriendo y visitando rincones. La torre de la fragancia de Buda se encuentra al final de unas empinadas escaleras, pero las vistas merecen la pena. Existe también un teatro, situado en el Jardín de la Virtud y de la Armonía, en el que pueden verse algunas representaciones y bailes tradicionales.
En la calle Suzhou, que hoy recrea una antigua calle comercial, se pueden comprar artículos tradicionales y souvenirs.
El Palacio de Verano está a las afueras de Pekín - iStock
El templo del Cielo
Posiblemente, el templo del Cielo sea uno de los recintos sagrados más importantes de China. También rodeado por zonas verdes, fue construido durante la dinastía Ming. Cuatro elementos principales conforman este complejo.
El pabellón de la oración por la buena cosecha es el edificio principal con forma circular, construido en madera y de color azul. Los sacrificios para el Dios del cielo se realizaban en el altar circular. Los elementos ceremoniales se guardaban en la bóveda imperial del cielo y el salón de la abstinencia servía como estancia para que el emperador pudiera pasar la noche antes de los actos religiosos.
El templo del Cielo probablemente es uno de los recintos sagrados más importantes de China - iStock
El Pekín del ahora
Todas las esquinas de Pekín respiran historia, incluidas las de las callejuelas que conforman los hutong. Estas zonas, repartidas por la ciudad y en vías de desaparecer, concentran la esencia de una ciudad que ha vivido grandes épocas históricas.
Sin embargo, la capital china está inmersa en un proceso de renovación de sus calles y edificios. El barrio de Qianmen, muy próximo a Tiananmen, cuenta con lujosas tiendas y restaurantes. Su calle principal, que ha sido recientemente renovada y por la que vuelve a pasar el tranvía, acoge tiendas y restaurantes históricos. Algunos, mantienen sus puertas abiertas desde el siglo XVIII.
La arquitectura de Zaha Hadid, fallecida recientemente, transporta al turista a un futuro en enorme contraste con los edificios imperiales. El Galaxy Soho y el Wangjing Soho son dos monumentales construcciones que merece la pena conocer. El primero acoge varias oficinas en el corazón financiero de la ciudad mientras que el segundo, a las afueras, se encuentra en la zona con mayor concentración de start-ups de Pekín. Ambos son eficientes y sostenibles, un ejemplo de arquitectura que debe contribuir a paliar la contaminación, uno de los mayores problemas de la ciudad.
El Wangjing Soho, diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, representa el desarrollo arquitectónico de Pekín - iStock
El Pekín olímpico
Pekín vivió una profunda transformación para acoger los Juegos Olímpicos en el verano de 2008. La ciudad mostró al mundo su capacidad organizativa en este evento mundial, que pudo contemplar además nuevas infraestructuras como el impresionante estadio olímpico, popularmente conocido como el “nido”, diseñado por Herzog & de Meuron.
El Centro olímpico de tenis de Pekín acoge el Abierto de China desde 2009. En el mismo lugar donde Rafa Nadal conquistó el Oro, Garbiñe Muguruza levantó la copa del torneo asiático el año pasado.
Garbiñe Muguruza ganó el año pasado el China Open que se celebra en Pekín - EFE/Wu Hong