La joven diseñadora que busca en la moda un antídoto contra la violencia y la pobreza
Algunas veces los sueños se convierten en realidad a base de esfuerzo e ilusión. Kelly Zapata, una joven estudiante de diseño, es un ejemplo de ello. Nacida en Dabeiba, un pequeño pueblo de la región de Antioquia en Colombia, Kelly se ha convertido en un referente para su comunidad y en una fuente de orgullo para todo el que la conoce. No solo ha conseguido cambiar su vida sino que, con la ayuda de su madre, está creando oportunidades para otras personas.
Risueña, divertida, llena de vitalidad y con muchas ganas de triunfar, Kelly Zapata viene de una familia de origen campesino, donde el padre es agricultor y la madre, modista. Toda una fuente de inspiración para esta joven de apenas 20 años porque a los “campesinos no les es fácil llegar a la educación”.
Por eso “mi familia es el motor que hace andar este carro. En toda mi vida son el ejemplo que me mueve por medio de palabras y hechos”, afirma Kelly, que en la actualidad estudia la carrera de Diseño de Modas en la Universidad de Medellín gracias a una beca del programa Transformando Realidades de BBVA Colombia y Bancamía, entidad colombiana de la Fundación Microfinanzas BBVA.
Creer en lo que uno quiere
Kelly hace especial énfasis en la cultura del esfuerzo que le ha inculcado su familia desde la niñez. “De ella proviene toda mi inspiración. Nací bajo telas, porque no teníamos a nadie que nos cuidara. Mis padres me enseñaron a creer en los sueños. Me decían que luchara, que trabajando se cumplen”.
De hecho, Kelly derrocha simpatía, pero también energía y determinación. “Quiero hacer crecer el negocio familiar. Trabajo con mi madre en su taller de modistería y hemos creado un proyecto ‘Cumpliendo sueños a quinceañeras’ con el que conseguimos crear empleo. Hemos podido impactar en madres cabeza de hogar al capacitar a varias mujeres en el oficio de la modistería y han podido ir emprendiendo con este negocio”. Esta iniciativa, que ofrece oportunidades a personas con pocos recursos, ha tenido una gran acogida en su municipio.
Pero los sueños y las ganas de triunfar de Kelly van más allá de las montañas Antioquia: “En el largo plazo planeo crear mi propia marca de ropa”, afirma con convicción.
Zona golpeada por la violencia
Su relato está lleno de pequeñas victorias ante las diferentes vicisitudes a las que ha tenido que enfrentarse a lo largo de su vida. Su municipio, Dabeiba, “ha sido altamente golpeado por la violencia y por los desastres naturales”, cuenta sin perder su tranquilidad y sonrisa. “Muy afectado en los años 2000 por la violencia con muchas muertes y desapariciones (se registraron allí cerca de 200 acciones del conflicto armado entre 1990 y 2013). La reconstrucción del tejido social ha sido y es complicada, pero, en cierta manera, esto nos llena de confianza. Aun estando en un rincón olvidado del país, hace que creamos en ello”.
En su comunidad se ha convertido en un referente. Probablemente una de las cosas “de las que más orgullosa me siento”, explica, porque “he inspirado a jóvenes que están maravillados” de que les represente. “Les hago creer que sí pueden estudiar, que los sueños pueden cumplirse. Esto nos abre las puertas y nos hace dar otras miras a las situación del municipio”, recalca.
Sin embargo, sus primeros días en la universidad no fueron fáciles. “El primer semestre y sus exigencias se tornó complejo, pero con el tiempo todo se fue adaptando” y Kelly encontró los puntos positivos de estudiar a distancia, una forma de trabajar que en un primer momento le hizo dudar de su capacidad para estudiar en la universidad. Como la propia Kelly explica, “el aprender es cuestión de disposición”.
La vida en la universidad es “un carrusel de emociones donde al principio lloré de cansancio y preocupación pero también de alegría de ver los buenos resultados de los proyectos en los que trabajaba con mucha dedicación”, recuerda la joven diseñadora.
Por último, Kelly Zapata se permite dar un consejo a los padres que quieren conseguir que sus hijos cumplan sus sueños. “Deben dar ejemplo. Es la mejor arma para inspirar y también lo que mi mamá me dijo desde pequeña: Soñar, trabajar y perseverar. Si tu sueñas, trabajas por lo que sueñas y perseveras durante el proceso, que no es fácil, logras conquistar esa meta. No paren de soñar porque el que sueña en grande, recibe en grande”.