José M. Adam, el ingeniero que investiga cómo construir edificios indestructibles
El investigador de la Universitat Politècnica de València (UPV) estudia desde 2017 cómo construir edificios más seguros y robustos, evitando el colapso progresivo de su estructura.
José M. Adam es Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), pero lo que de verdad le apasiona es la ciencia. “Trabajé durante unos años como ingeniero en el sector privado, de lo mío, y me iba muy bien, pero en 2005 decidí empezar mi carrera investigadora”, relata.
En ese momento, su vida dio un giro de 180 grados. “Siguiendo la inercia de mi trayectoria profesional previa, al principio hacía una ciencia muy aplicada, hasta que decidí pasar a una más fundamental, más radical, que contribuyera a hacer cambios de mayor impacto en la sociedad”, cuenta sobre su leitmotiv. “Como me había dedicado a estudiar fallos en construcciones y a repararlas, y conocía los mecanismos que llevan a que un edificio se caiga, decidí pedir la Beca Leonardo para poder explicarlo”. En 2017, la Fundación BBVA se la otorgó. Y empezó todo. No sería ni la última ayuda que Adam recibiría ni el último proyecto que llevaría a cabo.
Investigar y explicar los mecanismos que llevan a que un edificio se caiga es lo que ha hecho Adam desde que comenzó su carrera como investigador. “Los edificios pueden verse sometidos a eventos extremos que no vienen contemplados en las guías de diseño, como desastres naturales (huracanes, tsunamis, riadas, terremotos), accidentes (explosiones, impactos de vehículos) y ataques terroristas”, explica. “Estos eventos, que los aglutinamos porque al final todos tienen consecuencias similares, provocan daños locales en la estructura de los edificios, que pueden derivar en un colapso total.
José M. Adam es Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). - Fundación BBVA
Y aquí es donde aparece el término ‘colapso progresivo’, que es el proceso por el que un daño local puede provocar una serie de fallos en cadena, que llevan al colapso completo de un edificio o de una parte muy significativa del mismo”, desarrolla. Dos de los casos más recientes de colapsos de este tipo, precisa, son el de las torres Champlain de Miami, con 98 muertos, y el del edificio residencial de Peñíscola, donde fallecieron dos personas, ambos en 2021.
El proyecto de la Beca Leonardo de Adam para contribuir a evitar este colapso, garantizando una mayor robustez y seguridad de los edificios le permitió establecer “una serie de recomendaciones de diseño para lograr esos edificios más robustos y resilientes”, declara. Se centraron en las columnas de esquina, porque “una de las situaciones con mayor probabilidad de que se desencadene un colapso progresivo en un edificio se da cuando el daño local afecta a estas columnas”. Así, propusieron nuevas pautas de diseño de modo que, ante un evento extremo, la carga de la columna de esquina dañada se distribuye entre otros elementos del edificio.¿Resultados? Construyeron el primer edificio-probeta a escala real en España con estas recomendaciones de diseño. “Disponer de un edificio-probeta a la entera disposición del proyecto ha llevado a resultados muy fiables que, a su vez, van a contribuir a comprender mecanismos resistentes en edificios que hasta la fecha apenas habían sido analizados”, destaca. Previamente, habían hecho cálculos con el ordenador, complejas simulaciones computacionales, habían visto que podía funcionar, y lo llevaron a la práctica.
La Beca Leonardo fue solo el germen
“El proyecto de la Beca Leonardo ya acabó. Pero gracias a él conseguimos visibilidad internacional y varios proyectos más. El apoyo de la Fundación BBVA nos permitió abrir una nueva línea de investigación y generar el germen”, continúa. Por un lado, el Ministerio de Ciencia les financió otra investigación con 200.000 euros, muy similar a la de la Beca Leonardo, pero orientada a edificios con estructura prefabricada. “De momento, parece que hemos conseguido estructuras prefabricadas resilientes. Los resultados obtenidos en los últimos ensayos demuestran que, con diseños ‘low cost’, las estructuras prefabricadas pueden ser igual de seguras que el resto, lo que permite aprovechar sus ventajas de sostenibilidad, economía y calidad, al añadir una mayor seguridad”, acentúa sobre este segundo proyecto, que terminó este septiembre.
Por otro lado, obtuvieron el apoyo de un Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés) en 2020, una ayuda dotada con 2,5 millones de euros. “La clave de nuestro proyecto Endure, que se desarrollará entre 2022 y 2026, reside en una propuesta ‘radical’ para el diseño de los edificios, basada en segmentarlos y unir las diferentes partes con fusibles estructurales, con el fin de evitar la propagación de fallos por toda la construcción”, empieza. “Esta nueva filosofía es similar a cómo las redes eléctricas se protegen frente a sobrecargas, al conectar diferentes segmentos de la red mediante fusibles eléctricos. En este caso, los fusibles estructurales evitarían el colapso progresivo de un edificio ante una amenaza externa, como puede ser una explosión, colisiones contra su estructura, etc.”, continúa. Por ejemplo, aclara, la segmentación con fusibles hubiera evitado el derrumbe del Hard Rock Hotel en Nueva Orleans el año pasado o los colapsos de varios edificios en Beirut, tras las explosiones que se dieron en la zona portuaria de la capital de Líbano.
“Antes hacía ciencia muy aplicada. Vi que, al acercarme a la ciencia fundamental, podía conseguir mucha más financiación, y contribuir a hacer cambios de mayor impacto en la sociedad. Los resultados que estoy llevando a la industria o a los códigos de diseño son mucho más radicales y están teniendo buena acogida. Lo que abrimos a partir de la Beca Leonardo fue un nuevo horizonte”, termina.