Javier Sierra, el investigador que recorre los institutos midiendo la cultura financiera de los jóvenes
“Cumples 18 años, te vas a la Universidad o a una Formación Profesional, empiezas a manejar dinero, te abres una cuenta bancaria, pides una tarjeta, normalmente de débito... ¿Hasta qué punto eres consciente de cómo funcionan todos estos servicios financieros?”
Esta es la pregunta a la que Javier Sierra, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca, trata de dar respuesta a través de una investigación en la que participan una treintena de institutos de Educación Secundaria. Su objetivo final es medir la efectividad del aprendizaje activo como estrategia para impartir conocimientos de educación financiera. Y lo hace partiendo de una sospecha fundada: a menos que estudien ADE o Económicas, los jóvenes tienen conocimientos “excesivamente básicos” sobre la materia, lo que puede acarrearles “problemas serios”.
De septiembre a diciembre de 2022, Sierra visitará 27 institutos de Castilla y León (tres por provincia para que la población estudiada sea lo más heterogénea posible). La mitad serán de control, y en ellos únicamente realizará un test para medir el nivel de cultura financiera de los alumnos, dará una charla (en la que explicará los conceptos por los que previamente ha preguntado) y volverá a repetir el test, para ver si los conocimientos han mejorado. En la otra mitad, se desarrollará, además, una simulación en la que los participantes interactuarán entre ellos, adoptando cada uno un rol, y aprenderán a través de la experiencia, usando una metodología de aprendizaje activo, más conocida por su nombre en inglés, ‘learning by doing’.
“Es mi manera de entender la docencia. Lo veo en mis estudiantes, que aprenden de manera diferente cuando se les explica que cuando lo aplican ellos mismos”, detalla Sierra, que lo vivió en carne propia en su época universitaria. "En las clases prácticas me parecía que todo cobraba sentido al poder aplicar la teoría a situaciones del mundo real", recuerda. Ya como profesor dice que en sus asignaturas, sobre todo al final del cuatrimestre, siempre hay alguna actividad en la que sus estudiantes han de aplicar lo aprendido a una situación real.
Javier Sierra ha realizado una investigación sobre el grado de educación financiera que tienen los jóvenes. - BBVA
La investigación, financiada con una beca del programa Edufin Research Grants de BBVA, pretende medir científicamente si la educación financiera mejora más impartiendo conocimientos a través de simulaciones prácticas que limitándose a hacerlo de forma teórica. "También quiero comprobar si hay diferencias en cuanto a conocimiento y aprendizaje en función de la rama de bachillerato elegida", añade Sierra. "Damos por hecho que quienes se vayan a dedicar a las ciencias sociales tendrán más interés, pero eso no significa que quien se decante por las humanidades o por el arte no necesite educación financiera, incluso más, porque no la dará en ninguna asignatura de su carrera", argumenta. Y cuando llegue al banco a abrir una cuenta o a pedir una hipoteca, cuando haga una declaración del IVA o de la Renta, no tendrá los conocimientos necesarios.
Su iniciativa ha tenido una buena acogida entre los centros educativos y él lo achaca, al menos en parte, al hecho de presentarse como ganador de una beca internacional. “Te abre más las puertas", afirma el investigador de la universidad salmantina.
Objetivo: escalar el proyecto para que llegue a más personas
Una vez hechas las simulaciones, y recabados los datos, toca "el trabajo más duro", de análisis, que durará otros cuatro meses, según calcula Sierra, a los que se suman dos o tres meses más para la redacción del informe final.
"A partir de nuestro experimento se puede estudiar la posibilidad de desarrollar alguna plataforma o ‘app’ que ayude a escalarlo, a llegar a más gente, y a que más personas puedan utilizarlo", afirma Sierra, que aspira a que esta investigación sirva para abrir la puerta a estudios más amplios en la misma línea. "Por ejemplo, se podría comparar lo que sucede en Castilla y León con otras comunidades autónomas", avanza.
La investigación de Javier Sierra ha sido financiada con una beca del programa Edufin Research Grants de BBVA. - BBVA
"Hay quien llega a los 17 o 18 años sin formación financiera, así que no tiene percepción del riesgo que implican las apuestas por Internet o los videojuegos en los que se pueden conseguir extras con dinero", señala Sierra, que espera que los resultados de su investigación sirvan para poder mejorar la capacidad de gestión de los jóvenes en el futuro, "y que ello les permita estar mejor preparados para afrontar los importantes retos de su vida personal y profesional con garantías de éxito".
El proyecto es consecuencia de las propias experiencias vitales y profesionales vividas por el mismo Javier Sierra en el campo del desarrollo de la materia, además de su motivación como investigador por ayudar a la sociedad: "Decidí dedicarme a la economía porque se trata de una rama del saber que tiene como objetivo principal mejorar la vida de las personas". Sierra considera que la falta de educación financiera está asociada a un mayor riesgo de pobreza.
Sus inquietudes sociales y ambientales lo llevaron a dedicar su tesis doctoral a la eficiencia de las instituciones de microfinanzas de América Latina desde una triple perspectiva: económica, ambiental y social. Amante de la montaña, el ciclismo y la escalada, apasionado por viajar y descubrir lugares y gente diferentes, Sierra agradece a su condición de profesor universitario la oportunidad de aproximarse a la realidad de distintos países del continente americano. "Nunca dejará de sorprenderme el dinamismo de la región y el enorme interés por conocer y mejorar que desprenden todas las personas e instituciones con las que he trabajado", manifiesta.
A juicio de Sierra, es imposible entender el mundo de las microfinanzas sin el componente de educación financiera. "Lo sorprendente es que en contextos donde el sistema financiero está plenamente desarrollado, como en los países de la Unión Europea, todavía existan problemas de escasa educación financiera entre algunos colectivos".