José Manuel González-Páramo repasa los retos de los bancos europeos en FT
En esta entrevista con The Financial Times para el Banking Weekly podcast, el consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González-Páramo, repasa los principales retos de los bancos europeos hoy en día.
“Los reguladores y supervisores están trasladando que están cómodos con los niveles de capital de la industria financiera”. Pero, al mismo tiempo, recuerda que existe una serie de normativas que se irán implementando en los próximos años y, hasta que se completen, persiste la incertidumbre. “Básicamente, los esfuerzos por armonizar los modelos internos y reformar los métodos utilizados por los bancos para aumentar su capital están por definir. No sabemos cuáles serán las reglas del juego, pero seguramente requieran más capital, especialmente en el caso de aquellos bancos con modelos de negocio muy laxos a la hora de calcular sus necesidades de capital”, señala José Manuel González Páramo.
En cuanto a los bancos españoles, el responsable de Global Economics, Regulation & Public Affairs de BBVA asegura que “estamos afrontando como nadie los retos regulatorios” que se juntan con un entorno complicado de baja rentabilidad derivada de los bajos tipos de interés, el efecto retardado de la crisis inmobiliaria, el desgaste de la reputación -aunque puntualiza que este problema es común en el sector financiero- y el impacto de la revolución digital en el negocio. “Es una tormenta perfecta”, en su opinión. Como ventajas, destaca que algunos bancos como BBVA cuentan con una diversificación geográfica y de negocio para hacer frente a estos desafíos.
José Manuel González-Páramo también ofrece su valoración sobre la salud de los bancos europeos y la necesidad de capital de algunas entidades. “Ninguno de los problemas que vemos hoy son completamente nuevos. Algunos se detectaron con ocasión de los test de estrés y la revisión de la calidad de los activos realizada a finales de 2014. Por tanto, después de dos años con tipos de interés en niveles muy bajos, no es sorprendente que algunos bancos hayan tenido la necesidad de aumentar su capital para resolver estos problemas de larga duración”.