José Manuel González-Páramo: “La revolución digital nos obliga a reinventar la banca”
El consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González-Páramo, ha destacado, en un acto de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, la digitalización como una oportunidad para que el sector financiero gane eficiencia, gestione mejor sus riesgos y genere más valor a sus clientes. Asimismo ha señalado que aquellas entidades que posean las herramientas financieras y tecnológicas, además de la visión adecuada, serán quienes proporcionen estabilidad al sector. Por último, ha hecho hincapié en la necesidad de que los reguladores financieros incluyan la innovación como una prioridad en sus agendas
La jornada, organizada por la Universidad de Navarra en el auditorio de Cuatrecasas en Madrid, versó sobre el futuro de la banca, con el título European Banking Industry: What’s next? y forma parte del Master in Banking and Financial Regulation de dicha universidad. José Manuel González-Páramo fue el encargado de realizar la introducción a la conferencia del vicepresidente del Banco Central Europeo, Vítor Constancio, titulada Challenges for the European Banking Industry.
En el comienzo de su intervención, el consejero ejecutivo de BBVA hizo hincapié en cómo el contexto macroeconómico (tipos de interés en niveles mínimos y estancamiento del crédito), ha colocado al sector financiero en una encrucijada clave que le obliga a realizar procesos de transformación para lograr su supervivencia. Sin embargo, es la presencia de una fuerza radicalmente disruptiva, la revolución digital (que tiene como abanderados a los millenials), lo que está revolucionando la forma de hacer banca.
Claves del nuevo entorno
José Manuel González Páramo explicó que es necesario conocer las cinco palancas (todas ellas comienzan por la letra R) que están generando esta revolución:
- Recesión: la reciente crisis financiera, ha desencadenado en la desaparición de algunas entidades, enormes ayudas públicas para otras, la reducción del tamaño de los balances de los bancos y profundos cambios principalmente en tres frentes: rentabilidad, regulación y reputación.
- Rentabilidad: se ha producido una caída de la rentabilidad del sector por los menores ingresos y los elevados costes. De mantenerse de forma permanente el desfase entre retornos y coste de capital, los bancos correrían el riesgo de extinguirse sin poder seguir desarrollando su función social.
- Regulación financiera: tras la crisis, tuvo lugar un “tsunami regulatorio” que afectó a todo el sistema financiero. Es por eso fundamental que los reguladores alcancen el equilibrio adecuado entre eficiencia y estabilidad y estimen correctamente el impacto final de las medidas adoptadas. Pero sobre todo es fundamental que finalice este año.
- Reputación: es el principal activo de un banco ya que “convierte a un negocio en sostenible” lo que se traduce en más ventas, más talento y mayor inversión. Una de las principales causas de la crisis fue la pérdida de confianza y es por eso, que los bancos deben poner al cliente en el centro de toda su estrategia.
- Revolución digital: las innovaciones tecnológicas han llegado a la industria financiera para quedarse y están generando una renovación de la forma en la que ésta se relaciona con sus clientes. José Manuel González-Páramo quiso destacar por un lado que no solo los consumidores serán los que se beneficiarán significativamente de la mayor competencia entre proveedores de servicios financieros sino que los bancos también podrán aprovecharse de las nuevas herramientas digitales que les permitirá avanzar en flexibilidad y eficiencia. Por otro lado, los reguladores deben, en su opinión, asegurarse de que, en un entorno en el que intervienen bancos tradicionales y nuevos jugadores, los productos y servicios similares reciben el mismo tratamiento; es decir, deben promover un entorno regulatorio homogéneo a nivel geográfico y utilizar las tecnologías emergentes para garantizar una supervisión efectiva.
Posibles escenarios
Una vez analizado el nuevo entorno, el consejero ejecutivo de BBVA quiso plantear que la cuestión no es solo si los bancos cambiarán radicalmente, que lo harán, sino qué papel jugarán en el nuevo ecosistema”. En este sentido, desarrolló dos posibles escenarios:
- Un escenario de inercia, en el que los bancos continuarán con sus funciones actuales, dejando que otros jugadores sean los que proporcionen servicios de valor añadido. Esto llevará, según explicó, a “una gradual pérdida de contacto con los consumidores”.
- Un segundo escenario que parte de una profunda transformación del sector que permitirá a los bancos ser competitivos con los nuevos jugadores. En este entorno, aquellos bancos capaces de reconocer los retos transformacionales a los que se tienen que enfrentar, serán capaces de colocar las demandas de los clientes en el centro de su modelo de negocio y ganar fidelidad al ofrecerles el mejor servicio y desarrollar productos adaptados a sus necesidades.
El consejero ejecutivo de BBVA señaló además que “estos dos escenarios no son excluyentes y se podría ver una combinación de ambos”. En ese caso podría producirse “una concentración en el sector, buscando la generación de sinergias”. En cualquier caso, los ganadores serán aquellas entidades capaces de apalancarse en lo mejor de ambos mundos.
En definitiva, según José Manuel González- Páramo, se está produciendo una revolución en el mundo de los servicios financieros que está forzando a los bancos a reinventarse a sí mismos. Además, los reguladores financieros deberían considerar la innovación como una prioridad en su agenda buscando aplicar los mismos estándares para servicios similares independientemente de su procedencia.