El ion que adquirió carga eléctrica, pero perdió el acento ortográfico
Para empezar: ¿qué es un ion? Porque discutir si una palabra lleva tilde o deja de llevarla cuando ni siquiera conocemos su significado es como arramblar con toda la ropa de unos grandes almacenes sin considerar primero el tamaño de nuestro armario: sí o sí, nos falta fondo.
Para no quedarnos en la superficie, siempre es posible, como primera medida, recurrir al Diccionario de la lengua española y hundir el ancla sobre la definición de ion: ‘átomo o agrupación de átomos que por pérdida o ganancia de uno o más electrones adquiere carga eléctrica’.
A continuación, si el lector no se siente todavía entusiasmado, considerando que esto de los iones le concierne poco, quizá despierte su interés descubrir que el tiempo que su móvil aguanta sin necesidad de recargarlo depende de la batería de iones de litio que lleva incorporada. Y que ya están diseñándose coches eléctricos con esta tecnología.
No solo eso: la ausencia en el organismo humano de iones como el hierro, el sodio, el potasio, el magnesio o el calcio puede causar desequilibrios, enfermedades capaces de producirnos la muerte, mayor frecuencia de micción incluso.
Y ahora, tras estos párrafos patrocinados por Vida sana, estamos en condiciones de atender la cuestión ortográfica: en concreto, conviene dejar claro que hoy por hoy el sustantivo ion se escribe sin tilde en la o.
Tres cuartos de lo mismo sucede con el sustantivo guion, probablemente el sustantivo de esta serie que más quebraderos de cabeza causa. Llamadme temerario, pero estoy convencido de que, si preguntas a cien guionistas cómo escriben guion, le ponen la tilde doscientos. Y ello porque desde que esta palabra se incorporó al Diccionario en 1956 con la acepción de ‘argumento de una obra cinematográfica, expuesto con todos los pormenores necesarios para su cabal realización’ siempre se había acentuado ortográficamente.
Esto afecta también a vocablos de uso tan frecuente como pion (‘que pía mucho o con exceso’ y ‘partícula elemental del grupo de los mesones cuya masa es unas 270 veces la del electrón’), prion (‘agente infeccioso, constituido exclusivamente por proteínas, que produce alteraciones neurodegenerativas contagiosas en diversas especies animales’) o muon (‘partícula elemental inestable del grupo de los leptones, de carga igual a la del electrón’), sustantivos todos recogidos sin tilde en la Ortografía de la lengua española y que invito a incorporar en una conversación distendida.
Y es que numerosísimos hablantes, sobre todo en España, perciben ion y guion como palabras bisílabas. Por tanto, se trataría de voces agudas terminadas en ene, dignas portadoras de tilde. La Academia, sin embargo, se rige en este caso por el criterio unificador de que toda secuencia de vocal cerrada átona (i, u) seguida o precedida de vocal abierta tónica (a, e, o) se considera diptongo a efectos ortográficos, aunque luego uno las pronuncie en dos sílabas.
Queda abierto el debate, esto sí, de si es preferible disponer de un criterio unificador como el explicado o dar por válidas tanto ion y guion como ión y guión, reflejando la pronunciación de cada cual.