“Los inversores aprecian que la transformación de BBVA tiene resultados tangibles”
“Me encanta la comida y me apasiona el deporte”. Al relatar sus aficiones, Jaime Sáenz de Tejada (Madrid, 1968) transmite que disfruta de la vida. De pequeño practicaba el baloncesto y el atletismo, después empezó a interesarse por el pádel y el golf, hasta que hace año y medio se fracturó el fémur y tuvo que dedicarle algo más de tiempo a la natación y la bicicleta. Se declara un amante de la cocina peruana, porque ofrece “la mejor fusión de sensibilidades de muchas partes del mundo, con una materia prima inigualable”. Se atreve con la comida chifa, pero “teniendo tanto talento a mi alrededor, no pienso competir en habilidades culinarias”. Casado y con cinco hijos - “uno de ellos va camino de ser chef, como su madre”- lleva más de 25 años en BBVA y, desde 2014, es el director financiero. Dedica su escaso tiempo libre a “vivir con mucha intensidad la educación de los niños y compartir actividades con ellos”. Ha tenido la suerte de vivir en Nueva York -en dos etapas diferentes-, Londres, Uruguay y Perú.
Licenciado en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales y con un programa de dirección general por IESE, inicia en 1993 su andadura profesional en lo que hoy es BBVA, tras pasar por Arthur Andersen. Ocupa importantes puestos en Nueva York, Uruguay, Londres y otra vez Nueva York, para luego incorporar la responsabilidad de Banca Corporativa y Banca de Inversión en todo el continente americano. De allí salta a Lima (Perú), como consejero delegado de BBVA Banco Continental, el segundo banco del país. Tras este intenso periplo internacional de casi 15 años, regresa a España a finales de 2007 para incorporarse a la dirección territorial centro. En 2011 es nombrado director de desarrollo de negocio, y en mayo de 2012, pasa a dirigir BBVA en España y Portugal. Su dilatada experiencia en puestos tan diversos le hace tener una “mente abierta”, como dice. Cuando echa la vista atrás, piensa que su recorrido vital y profesional le deja impregnado de “una cultura ligada al cambio” y un objetivo de “ser mejores cada día”. Como persona “detallista” que es, “esa debe de ser nuestra obsesión”.
Jaime Sáenz de Tejada ha sido reconocido por Extel Survey como el mejor director financiero de España y de la banca europea.
¿Cómo es el día a día del director financiero de BBVA?
Es un día a día súper variado. La diversificación internacional del banco obliga a estar al tanto de todo lo que ocurre. En un mundo tan globalizado, todo nos puede influir. Por una parte, destacaría la gestión financiera, de liquidez y de financiación, como las emisiones de deuda y la interacción permanente con los bancos de inversión; así como la gestión de los tipos de interés y del tipo de cambio. Un segundo aspecto es ayudar a asignar dinámicamente los recursos -tanto humanos como financieros- a aquellos proyectos que pensamos que van a tener más impacto en la transformación del banco, a través de la SDA 2.0 (Single Development Agenda). En el proceso de uso de los recursos financieros, la unidad de compras corporativas desempeña un papel significativo. Esta labor exige una extraordinaria corresponsabilidad y generosidad de los equipos para priorizar proyectos de otras áreas. En tercer lugar, estamos muy cerca de las unidades de negocio, en el proceso de planificación y control de gestión, entendiendo cuáles son sus dinámicas comerciales. La cuarta actividad que más llena mi día es comunicar toda esta transformación a los inversores, accionistas, analistas y agencias de ‘rating’, y recibir sus comentarios.
¿Cómo definirías tu manera de trabajar? ¿Qué rasgos te caracterizan?
Creo que soy cercano y alegre. Fomento la comunicación dentro de mi equipo, porque ayuda a que se tomen muchas decisiones en común. Delego mucho, pero a la vez soy muy detallista y me gusta que el trabajo tenga mucha calidad.
Llevas casi el mismo tiempo casado que trabajando en el banco...
Sí, prácticamente. Estos 25 años han pasado rapidísimo. Creo que el banco me ha permitido vivir dos vidas; la intensidad ha sido extraordinaria. Recuerdo la llegada del euro en Londres; la crisis de la burbuja tecnológica y de Enron, o los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York; en Perú, nació mi quinto hijo, y vivimos en primera persona el terremoto de Pisco. De vuelta en España, la gestión de la crisis hace diez años me permitió comprobar la enorme capacidad de gestión que tiene el banco. Es capaz de enfrentarse como un equipo a cualquier situación.
Creo que el banco me ha permitido vivir dos vidas; la intensidad ha sido extraordinaria
Sáenz de Tejada es parte del Grupo BBVA desde hace 25 años.
Pocas personas conocen tan profundamente BBVA como tú. ¿Qué seña de identidad destacarías?
En BBVA tenemos una permanente disposición al cambio. La propia volatilidad de los mercados en los que operamos nos ha acostumbrado a ser personas muy flexibles, a trabajar siempre pensando en el futuro, a anticipar lo que puede venir y a desarrollar mecanismos y procedimientos que nos permitan enfrentarnos a cualquier situación. Este un rasgo de identidad que ahora es si cabe aún más marcado. El proceso de transformación se está acelerando exponencialmente como consecuencia de la digitalización. Con la visión de futuro tan clara que tenemos, vamos a hacer historia.
¿En qué momento se encuentra hoy BBVA?
En un momento clave. Hemos dejado atrás años muy complicados de gestión de crisis en nuestra principal geografía, España. Ahora estamos centrando nuestros esfuerzos en liderar la transformación del sector financiero.
Un año más, los analistas e inversores te reconocen como el mejor director financiero de la banca europea y el mejor de España, en Extel Survey. ¿Cómo has recibido este reconocimiento?
Este es un reconocimiento al banco. Los inversores y analistas reconocen, por una parte, la accesibilidad en nuestra comunicación: debemos estar cerca y ser transparentes, porque es la única manera de generar confianza. Y también debemos ser consistentes con los mensajes. En ese sentido, BBVA siempre es un referente. Nos utilizan como generadores de criterio, consecuencia de la enorme capacidad que tiene el banco de analizar y entender el impacto de la regulación, las dinámicas de negocio y cómo afectan al sistema financiero.
¿Cómo ven los inversores la estrategia de BBVA?
Los inversores están apreciando que la transformación está empezando a tener resultados tangibles. Todos han reconocido en los últimos años que fuimos líderes en identificar el poder transformacional de la digitalización. Llevamos más tiempo que los demás bancos trabajando en ello. Somos capaces de generar, mejor que ninguna otra entidad, un ‘track record’ de variables que tangibiliza el impacto positivo de la digitalización. No me refiero solo a los costes y a la productividad del modelo de negocio, sino a la satisfacción de los clientes y al aumento de las ventas digitales. La adopción digital de los clientes está siendo extraordinaria. El 43% de todas las ventas hasta mayo en España se ha realizado por canales digitales, cuando apenas existían las ventas digitales hace solo 3 años.
¿Esperabas esta aceleración tan rápida?
Cuando hace ocho o nueve años alguien me dijo que el teléfono móvil iba a ser el centro de la interacción entre el cliente y el banco, no fui capaz de aprehender las consecuencias de lo que me decía. Desde entonces nadie cuestiona el poder transformador que tiene el móvil. Sinceramente, me ha sorprendido la enorme velocidad de incorporación y asimilación en todo colectivo de clientela: no solo los más jóvenes, también los mayores. Resulta más cómodo y más sencillo hacer las cosas por uno mismo, estés donde estés, las 24 horas del día.
El 43% de todas las ventas hasta mayo en España se ha realizado por canales digitales, cuando apenas existían las ventas digitales hace solo 3 años
¿Qué fortalezas y debilidades percibe el mercado acerca de BBVA?
En estos momentos, el reconocimiento de las fortalezas financieras del banco es unánime; sorprendemos trimestre a trimestre. En los resultados de los tres primeros meses de este año, destacaría el comportamiento de los mercados desarrollados. En España, las menores pérdidas asociadas a la cartera inmobiliaria están permitiendo aflorar el potencial de generación de resultados que tiene esta geografía. En Estados Unidos, las subidas de tipos de interés y unas ganancias de productividad muy importantes están consiguiendo que los resultados crezcan de manera exponencial. Unos resultados muy buenos en México y Turquía están siendo parcialmente eclipsados por el calendario electoral en ambos países. La incertidumbre hace que los inversores sean más prudentes y ésta afecta al precio de la acción. Estoy convencido de que, en cuanto pasen las elecciones, el banco recuperará tracción, porque los resultados están siendo muy buenos.
¿Qué resultados esperamos para lo que queda de 2018?
Creo que generaremos un buen crecimiento en la parte de arriba de la cuenta de resultados y continuaremos mejorando la productividad y la eficiencia. El control del gasto seguirá siendo una seña de identidad del banco y nos espera un buen año en coste del riesgo. Estoy convencido de que las ventas digitales seguirán creciendo y que cruzaremos el umbral del 50% de clientes digitales. En general, seguiremos siendo un referente para el sistema.
Durante su carrera profesional con BBVA Sáenz de Tejada ha ocupado importantes cargos en lugares como Londres, Nueva York o Lima.
¿El mercado está reconociendo una ventaja frente al resto de competidores?
La principal ventaja que nos reconocen es que tenemos una visión extraordinariamente nítida y aterrizada del futuro, fruto de la convicción del ‘top management’ de esta casa. También reconocen nuestra capacidad de ejecución de la estrategia, una seña de identidad tradicional del banco.
Las agencias de ‘rating’ han dado a BBVA unas cuantas alegrías en los últimos meses, ¿qué es lo que reflejan las subidas de calificación?
Un reconocimiento del modelo de negocio, de gobierno y de apetito al riesgo de BBVA que nos ha permitido navegar en aguas realmente tormentosas durante los últimos años. No debemos olvidar que BBVA fue durante muchos años uno de los pocos bancos privados del mundo con rating AA para las principales agencias. Hasta que llegó el ‘annus horribilis’ de 2011/2012 cuando, en apenas 12 meses, casi llegamos a perder el grado de inversión por parte de casi todas las agencias, como consecuencia de la evolución del ‘rating’ de España. Desde entonces, hemos ido demostrando la sostenibilidad y la robustez de nuestro modelo de negocio. La diversificación internacional de BBVA ha permitido no perder dinero en ningún año durante la crisis económica. Esto es algo que pueden decir muy pocas entidades financieras en Europa. En los últimos meses, hemos alcanzado el rating A por parte de todas las agencias, la más reciente, Moody’s.
Siendo un banco global, ¿el peso del ‘rating’ soberano sobre el de BBVA es demasiado elevado?
Esto es algo que, en la medida que la unión bancaria avance, el marco de resolución se termine de construir y se pueda crear un fondo de garantía de depósitos común en Europa, terminará reduciéndose. Entonces será cuando la potencia y las fortalezas intrínsecas de BBVA sean las únicas que condicionen el ‘rating’. El banco, claramente, saldrá fortalecido.
BBVA fue durante muchos años uno de los pocos bancos privados del mundo con rating AA para las principales agencias
Han pasado diez años desde que estalló la crisis financiera mundial, ¿cómo está la salud del sector financiero español?
La sociedad española ha demostrado una extraordinaria madurez a la hora de enfrentarse a las consecuencias de la crisis, tomando decisiones muy complicadas. Lo mismo se puede decir del sistema financiero y de BBVA. Este esfuerzo ha permitido elevar los niveles de solvencia y disminuir el apalancamiento de manera muy significativa. El sistema financiero ha mejorado de manera relevante el gobierno corporativo y la capacidad de planificación para anticipar escenarios adversos. Estamos mucho mejor preparados para enfrentar la próxima crisis y que sus consecuencias no sean soportadas por el ciudadano. Queda alguna asignatura pendiente, como la rentabilidad: todavía muchas entidades españolas y del resto de Europa no son capaces de cubrir su coste de capital.
Según Sáenz de Tejada en BBVA existe una permanente disposición al cambio
¿Crees que todo esto puede llevar a más compras transfronterizas entre bancos?
Las cuotas de mercado mínimas que permiten construir modelos de negocio sostenibles no hacen más que subir. Y la digitalización acelera este proceso. Algunas entidades, por su menor tamaño, van a tener muy difícil generar la rentabilidad que les exige el mercado. Por tanto, es probable que surjan oportunidades de concentración en los mercados locales. Las operaciones internacionales ya son más complicadas, sobre todo sin que la unión bancaria avance más. Las sinergias de costes son claves en las operaciones de consolidación y, de momento, son complicadas de obtener en operaciones transfronterizas.
Necesitamos gente extraordinariamente curiosa, flexible, abierta, que esté dispuesta a cambiar
Pasamos a un tema de talento ¿qué tipo de perfiles está demandado el banco y qué tipo de competencias se necesitan?
Más que nunca, en los bancos necesitamos personas con la actitud correcta. Necesitamos gente extraordinariamente curiosa, flexible, abierta, que esté dispuesta a cambiar, que esté permanentemente aprendiendo y formándose. La velocidad del cambio es mucho mayor y, por ello, esas habilidades son el elemento más relevante. Dicho esto, también necesitamos desarrollar aptitudes y conocimientos nuevos para acelerar la transformación. Por ejemplo, los científicos de datos, los especialistas en marketing digital o en la experiencia de cliente son aceleradores del cambio. Estos nuevos perfiles, unidos a nuestras fortalezas tradicionales -comerciales, financieras y de riesgos- están construyendo el banquero del futuro.
¿Cómo ves el banco en cinco años?
Diría que será un banco más cercano a su cliente, al hacer realidad nuestro propósito -poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era-. Ayudaremos a los clientes a tomar mejores decisiones, gracias al tratamiento de datos de manera más sofisticada. También alcanzará mayores niveles de satisfacción del cliente, porque habrá estado cinco años más trabajando, pensando y viviendo con el cliente en el centro de su estrategia. Y tendrá unos niveles de solvencia y rentabilidad destacados entre sus competidores. Por supuesto, todo ello tendrá consecuencias positivas para los accionistas.
¿Nos hemos dejado algo en el tintero que te gustaría compartir?
BBVA es un gran banco. Es el mejor banco. Y esta debe ser nuestra obsesión: trabajar todos los días para hacer el mejor banco una realidad para todos los grupos de interés, empezando por los clientes, continuando por los empleados y, desde luego, también para nuestros accionistas.