El intercambio de vivienda como alternativa para irse de vacaciones
Los usos y costumbres de los ciudadanos también están cambiando a la hora de plantearse las vacaciones. Pese a no tratarse de una novedad en sí —ya que existe desde hace décadas—, la universalización de internet en los últimos años ha permitido que la modalidad del intercambio de casas como alternativa para el descanso sea un modelo en crecimiento.
El intercambio de vivienda ofrece aspectos muy interesantes para quienes se acogen a él y, entre ellos, el más evidente es el económico. Teniendo en cuenta todos los gastos que se producen durante una estancia vacacional, se estima que los que apuestan por esta modalidad se ahorran alrededor de un 60% respecto a unas vacaciones más tradicionales. Un hecho que es debido a que el coste del alojamiento es nulo o casi nulo con el intercambio de casas.
El 70% del mercado del intercambio de vivienda se produce a través de dos plataformas de la misma compañía: GuesttoGuest e IntercambioCasas. Dos servicios que apuestan por el intercambio por medio de propuestas diferentes, pensadas en usuarios con aspectos en común pero de diferentes filosofías. Eso sí, para poder beneficiarse de los servicios de cualquiera de las dos, debe ponerse siempre a disposición del resto de los usuarios una vivienda.
GuesttoGuest es una 'startup' francesa que se fundó en 2011. Desde su puesta en marcha, y tras una inyección de financiación de 35 millones de euros, adquirió la norteamericana IntercambioCasas (HomeExchange), la web de referencia en el sector, que tiene 30 años de existencia como negocio.
La compañía gala surgió de una necesidad insatisfecha de Emmanuel Arnaud, su fundador, que una vez quiso intercambiar su casa de París por una en Florencia y no pudo porque, por diversas razones, ninguno de los que ofrecían su casa en la ciudad italiana deseaban visitar su vivienda en la capital francesa. Fue entonces cuando pensó en crear una web colaborativa que mantuviese el espíritu de compartir, pero que el hecho de que alguien disfrutara de la vivienda de otro, no tuviera por qué significar que este se viera obligado a devolverle la visita, sino que se pudiera establecer un sistema de puntos que se pudieran utilizar en pasar una estancia en cualquier otra casa presente en la plataforma.
Así, cada una de las viviendas de GuesttoGuest está valorada en un número de puntos por noche (llamados GuestPoints) en función del atractivo que ofrezca (su ubicación, su tamaño, el número de camas que ofrezca…), de tal manera que entre quienes intercambian sus viviendas no existe nunca transacción económica alguna sino que con el uso de cada noche se produce una generación de puntos para el anfitrión. El hecho de que no haya intercambio pecuniario permite salvar trabas fiscales así como que si quien presta su domicilio por unos días en calidad de inquilino de la vivienda, pueda hacerlo.
El 70% del mercado del intercambio de vivienda se produce a través de dos plataformas de la misma compañía: GuesttoGuest e IntercambioCasas.
Por otra parte, la generación de puntos hace que todas las personas que forman parte de la red de intercambio se conviertan tanto en invitados como anfitriones, por el hecho de que la recompensa para el anfitrión por dejar su vivienda no se puede aprovechar de otra manera que no sea la de gastando los puntos conviertiéndose en otra ocasión en invitado, dado que no se pueden monetizar los puntos de ninguna manera.
En GuesttoGuest hay disponibles cerca de 400.000 casas repartidas por 187 países y en este servicio prima la flexibilidad. La inscripción de los usuarios en la plataforma es totalmente gratuita y solamente tendrán que afrontar un gasto en el momento en el que reserven una casa para ocupar durante unos días. “El gasto tiene que ver con la fianza y el seguro de su estancia. El anfitrión escoge el monto de la fianza que desea establecer y GuesttoGuest cobra el 3,5% de esa cantidad al invitado. Habitualmente esa cantidad que cobramos suele rondar los 30 o 40 euros”, explica Lucía Castro, country manager en España de GuesttoGuest e IntercambioCasas. El seguro cubre los casos de cancelación de la reserva, así como los desperfectos o accidentes que se puedan producir en la vivienda durante la estancia. “Los usuarios de esta web solo realizan intercambios recíprocos en un 15 o 20% de los casos, un dato que demuestra que la flexibilidad que ofrece el servicio es muy valorado en este caso”, concluye Castro.
El planteamiento de IntercambioCasas —presente en 150 países con más de 65.000 viviendas— es distinto y se basa en la sensación de seguridad que buscan quienes forman parte de la plataforma. Por eso, sus miembros pagan 130 euros anuales para formar parte de la comunidad. “IntercambioCasas es más como un club. Los usuarios sienten el intercambio como una forma de vida, debido a que se trata de un servicio mucho más veterano. Tanto es así que no solo realizan intercambios recíprocos sino que en muchas ocasiones, tienen la costumbre de compartir, además de la casa, el coche o incluso las cenas de las que van a disfrutar los invitados”, asegura su responsable.
En el caso de IntercambioCasas, en lugar de funcionar con un sistema de puntos, el sistema de intercambio tiene lugar a través de Globos. Cada estancia genera un Globo para el anfitrión y su valor es siempre el mismo, por lo que no está sujeto a los atributos de la vivienda o a su ubicación, como en el caso anterior. Una estancia de 10 noches en una casa de la costa, por ejemplo, vale un Globo, al igual que otra de tres días en París. La cultura de intercambio de los usuarios de esta plataforma permite que no se realicen equivalencias en función del valor de la estancia sino que se fomenta que los usuarios utilicen el Globo según su necesidad.
La recompensa para el anfitrión por dejar su vivienda se aprovecha gastando dichos puntos conviertiéndose él en otra ocasión en invitado.
El modelo de intercambio de casas tiene cada vez más adeptos en Europa, sobre todo en Francia (cerca de 100.000 casas inscritas) y en segundo lugar en España (40.000 viviendas), aunque está creciendo también en Italia. El otro país donde esta manera diferente de plantearse las vacaciones cuenta con muchos seguidores son los EE.UU. “El éxito del modelo es cada vez más evidente como muestran las cifras de los clientes de nuestro negocio en 2017, quienes disfrutaron en ese año natural de un millón de noches en régimen de casa compartida en GuesttoGuest”, asegura la responsable española de ambas plataformas.
Pero parece lógico que quienes no hayan disfrutado anteriormente de la modalidad del intercambio de vivienda como alternativa para las vacaciones, puedan albergar dudas sobre la calidad de las casas que se ofrecen en la plataforma. “Saber si una vivienda de las que aparece en nuestra web merece la pena es sencillo. La gran mayoría de las veces basta con fijarse que cuente con unas buenas fotos que den una idea de cómo es la vivienda y leer los comentarios o recomendaciones que han escrito huéspedes anteriores. Si la tasa de respuesta es elevada, quien se decida por la casa tendrá una experiencia positiva cuando la disfrute casi con toda seguridad”, asevera Castro.
Cada persona, familia o grupo de amigos es un mundo y puede tener gustos o necesidades muy dispares según los casos, por eso las webs de intercambio de casas ofrecen la posibilidad de discriminar en función de multitud de factores como explica Lucía Castro: “Si tienes niños pequeños y vas a hacer un viaje al que no puedes llevar mucho equipaje, como por ejemplo en un vuelo a París, quizá te interese buscar una vivienda en la que te aseguren que tienen una bañerita para los pequeños o una trona para que les resulte más cómodo comer”.
En los casos de reciprocidad en el intercambio entre las mismas personas no siempre son coincidentes en el tiempo. “No tienen por qué ser simultáneos los intercambios. Si se trata de segundas viviendas es más probable que no coincidan en el tiempo. Por ejemplo, si una de las casas está en la playa y la otra en la montaña, lo normal es que se disfruten en épocas distintas del año. En el caso de viviendas principales, entonces sí es más habitual que puedan llegar a darse simultáneamente los intercambios”, aclara la 'country manager' de España.
De lo que no cabe ninguna duda es que el intercambio de vivienda para las vacaciones es una alternativa cada vez más elegida, como señala Lucía Castro: “En 2018 estamos creciendo de manera muy considerable respecto a 2017. Este año, cada mes, se están reservando tres veces más casas que el año pasado”.