Una sociedad sin límites para crear  

La relación entre las nuevas generaciones y la tecnología nos sorprende. Nos sorprende porque al no ser nativos digitales, nos ha tocado vivir todo un proceso de adaptación y aprendizaje para poder utilizar las herramientas tecnológicas; mientras que los más pequeños parecen descifrarlas con solo darles una mirada.

Hoy en día, los niños de tres años eligen sus dibujos en Netflix como una persona adulta elige sus compras en el supermercado. La juguetería antes era una fila de barbies rosadas y las casas de madera eran la envidia de la escuela. Hoy, ir a una juguetería es rodearse de laptops, tablets, celulares y artefactos con botones, sonidos y colores estridentes.

Sin duda alguna, los niños están expuestos a estímulos muy diferentes a los que estábamos expuestos quienes somos de anteriores generaciones. El sonido, la imagen, la posibilidad de vivir la realidad virtual, todo en ellos genera una experiencia muy distinta en el mundo, mostrándoles posibilidades únicas. ¿El resultado? Un gran semillero de creatividad sin límites.

Si nos ponemos a observar a estas generaciones que sienten que pueden crear sin límites y que todo puede tener una solución distinta si se mira de forma distinta, nos damos cuenta de que estamos ante verdaderos agentes de cambio para el futuro, personas con la capacidad de concebir el mundo con ideas innovadoras. Si un niño hoy puede elegir dibujos en YouTube o ver a su padre en la oficina desde una pantalla tan pequeña como un juguete, ¿qué hará mañana cuando le den la opción de recrear una experiencia de compra en una tienda? ¿O cuándo le pidan crear un producto financiero que se adapte a lo que la gente busque? ¿O cuándo haya que repensar una forma de comunicación interna en una compañía?

La tecnología jugará un papel cada vez más relevante para estas generaciones, siempre y cuando, desde el mismo momento en que empiece su formación, incorporemos en ellos este lenguaje, para que más allá de constituir un espacio de consulta, la tecnología se convierta en una herramienta de construcción y creación.

De esto se trató el evento Sociedad de la Creatividad, organizado por Paraguay Educa junto al Ministerio de Educación y la Secretaría Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación (Senatics). El evento tenía un objetivo muy claro: construir aprendizajes colectivos para seguir posicionando las tecnologías de la información y comunicación como herramientas fundamentales para la inclusión, la fluidez digital y la creatividad para el desarrollo social.

Sociedad de la Creatividad consistió en un encuentro de tres jornadas en las que se realizaron talleres, conferencias, competencias y conversatorios de las que participaron especialistas en educación y tecnología, docentes, niños y adolescentes. Estuvo presente el PhD Walter Bender, fundador del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y creador de Sugar Labs, laboratorio que desarrolló la plataforma de aprendizaje Sugar, la cual constituye el sistema operativo de las computadoras del programa 'One Laptop per Child'. Este programa se ha implementado exitosamente en la ciudad de Caacupé y hoy es reflejo de lo que un niño puede aprender a partir de la tecnología.

Desde el Área de Negocio Responsable, BBVA Paraguay estuvo presente, impulsando la innovación desde el semillero del futuro para acompañar el movimiento que estos niños llevarán adelante con sus ideas.

¿Nos volvimos a sorprender?

Sí, nos volvimos a sorprender con la capacidad de los niños de aprender y relacionarse con la tecnología de manera tan fluida, entendiendo que esta realidad proyecta un gran futuro para ellos.

Este encuentro dejó varios mensajes pero sobre todo, nos dejó un desafío: poner al alcance de las nuevas generaciones las herramientas para que aprendan de manera distinta, y sobre todo, desde la experiencia, aplicando y cuestionando la información para dar nacimiento a nuevas formas de hacer las cosas.