“La medición en tiempo real de la actividad económica es una necesidad en tiempos como los actuales”, ha afirmado Tomasa Rodrigo en el tradicional curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (Santander), organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), con la colaboración y el patrocinio de BBVA.
En la sesión titulada ‘Los termómetros del consumo’, en la que han participado Tomasa Rodrigo, de BBVA Research, y María Victoria Zingoni, directora general de Cliente y Generación Baja en Carbono de Repsol, ha quedado patente que la disponibilidad creciente de los datos permite medir la evolución económica de una manera extraordinariamente detallada y rápida, ayudando a la sociedad y a las autoridades a tomar las mejores decisiones.
“Los datos financieros, agregados y anonimizados, y correctamente tratados y procesados, nos dan una imagen precisa y detallada de la actividad”, ha afirmado la economista de BBVA Research.
En este sentido, los datos agregados y anonimizados de las compras realizadas con las tarjetas de BBVA son un ejemplo muy ilustrativo de las ventajas que ofrece el uso del ‘big data’ para monitorizar el consumo con gran precisión y alta frecuencia y, por tanto, el impacto de un shock sin precedentes como la crisis de la COVID-19.
Tomasa Rodrigo ha explicado en este foro que el uso de estas fuentes de datos proporcionan información en alta frecuencia, granularidad y precisión, algo que permite adelantarse a la publicación de las cifras oficiales y tener mayor detalle de la evolución del consumo por sectores, regiones, canal de compra, nacionalidad, medio de pago, etc.
De hecho, a lo largo de este periodo de pandemia, los datos de las transacciones han demostrado ser de una gran utilidad para hacer un seguimiento de la economía en sus dimensiones temporales, transversales y geográficas. “Son especialmente útiles para países emergentes”, ha afirmado la economista.
De esta forma, el análisis de la crisis de la COVID-19 ha mostrado importantes ajustes del gasto durante la pandemia, en respuesta al confinamiento, y una rápida recuperación durante la desescalada progresiva. Según Tomasa Rodrigo, también ha permitido observar una amplia reasignación de las categorías de gasto y los grupos de ingresos que se han ido corrigiendo a medida que se ha recuperado la movilidad.
Tomasa Rodrigo, de BBVA Research, durante la sesión titulada ‘Los termómetros del consumo’.
El gasto nacional con tarjeta supera un 19% el gasto prepandemia de 2019
El último informe ‘Impacto de la COVID-19 sobre el consumo en España en tiempo real y alta definición’, publicado por BBVA Research, muestra cómo el gasto con tarjeta en mayo supera en un 19% a los niveles de mayo 2019 (+36% en tasa interanual, es decir, con respecto a mayo de 2020). Los restaurantes y el ocio experimentan la mayor recuperación marcada por efecto del fin del estado de alarma.
Las compras físicas, es decir, las realizadas presencialmente en los establecimientos, se han beneficiado del progresivo levantamiento de las restricciones y reflejan un aumento del gasto tanto con tarjetas nacionales como extranjeras. Las actividades relacionadas con la vida social son las que más han crecido, siendo los restaurantes y bares quienes lideran esta recuperación, concentrando un 27% más de gasto con tarjeta respecto a mayo de 2019. Le siguen ocio (+20%) y deportes (13%). Las compras online, favorecidas durante todo el periodo de pandemia, también tuvieron un repunte en el mes de mayo (fueron un 52% superiores a las compras del mismo mes de 2019).
Los únicos sectores que no han vuelto a recuperar el nivel de gasto del año anterior a la crisis sanitaria son las grandes superficies, belleza y moda, que además siguen experimentando pequeños descensos en los últimos tres meses. Los alojamientos, los viajes y el transporte, aunque sin estar en niveles pre-COVID, han cambiado de tendencia con un impulso muy claro del gasto en el último mes de mayo.
Los últimos datos de la segunda semana de junio apuntan a que las compras con tarjeta se aceleraron un 36% en España en tasa interanual, un 25% más si lo comparamos con la misma semana de 2019. Destaca sobre todo el gasto el gasto total no presencial, es decir el comercio electrónico tanto de españoles como extranjeros, que es un 54% superior durante la segunda semana de junio si lo comparamos con el mismo periodo de 2019.