Telemedicina: la nueva frontera de la salud digital
La telemedicina se revela como una tecnología cada vez más necesaria. El crecimiento de la esperanza de vida se traduce en un aumento de la prevalencia de las enfermedades crónicas y de la frecuencia del uso de los servicios sanitarios, lo que obliga a fomentar tecnologías como la monitorización remota, para mejorar el día a día de las personas mayores.
Las tecnologías para la salud moverán inversiones de más de 125.600 millones de euros a partir de 2015 y esta cifra supondría tan sólo el 59% de lo que moverá este sector a principios de la próxima década: 213.200 millones de euros, según un estudio de CapGemini. Asimismo, las estimaciones de la consultora tecnológica CMC, en España se podría alcanzar un volumen de negocio de 4.000 millones de euros en 2015 solo en este sector.
Otros estudios se centran enel interés en esta tecnología por parte del público: el 70% de los enfermos crónicos españoles y el 80% de los médicos se muestra dispuesto a usar los servicios de la biomedicina si éstos estuvieran a su alcance, según datos de un estudio del IESE y Telefónica.
Asimismo, el 96% de los ciudadanos defiende que cada paciente debería poder acceder a su historia clínica electrónica, según datos de Accenture.
Pero si hay algo que puede impulsar la adopción de la telemedicina en Europa son, sin duda, los costes económicos que tendría la inacción: a día de hoy, el 30% de la población consume el 70% de los recursos destinados a la salud, y Standard & Poor’s ha llegado a plantear la posibilidad de rebajar la calificación de la deuda de algunos países si, a partir de 2015, sus gobiernos continúan sin reformas para frenar los costes relacionados vinculados al envejecimiento de la población.
Perspectivas en EEUU
La telemedicina se encuentra hoy en día en un momento de auge en Estados Unidos: a nivel interno está siendo capaz de dar respuesta a aspectos como el desarrollo de estándares de actuación, así como a la provisión de investigaciones y casos de estudio; por otro lado, a nivel externo, la Administración pública está afrontando los obstáculos relacionados con la financiación y regulación sanitarias, así como con las infraestructuras de conectividad a la Red.
Pero esta disciplina podría tener que enfrentarse también a nuevos retos, como los ya sufridos en campos fronterizos de la eHealth: las deficiencias de interoperabilidad y las guerras de patentes entre proveedores que ya se han observado en el sector de los EHR (registros electrónicos sanitarios). Dicha falta de interoperabilidad podría suponer un problema en lo que respecta, por ejemplo, a la utilización de wearables para la generación de datos personales sobre la salud de sus usuarios.
De todos modos, tal y como recordaba Jonathon Linkous, director general de la Asociación Americana de Telemedicina (ATA), la implantación de los wearablessiguen sin ser una realidad pese a las esperanzas depositadas en esta tecnología, por lo que no se puede valorar su posible impacto futuro.
En la pasada Digital Health Summer Summit 2014, Daniel Ruppar, director de Investigación de Frost & Sullivan, presentó los resultados de una reciente encuesta llamada Pulso a la Telemedicina 2014: La visión de los stakeholders. En la misma, los encuestados intentan predecir qué mercados de este campo (mHealth y telesalud) tendrán mayor impacto en los próximos cinco años. Los resultados son los siguientes:
- Atención y monitorización remota de pacientes
- Vídeotelemedicina
- Apps de mHealth
- eHealth mental
- Teleimagen médica
- Sistemas de gestión de la medicación
- Servicios de tele-emergencia
- Servicios de electrocardiograma remoto
- PERS (Sistema de Respuesta de Emergencia Personal)
- Telefarmacia