Satélites de baja órbita e Internet de las cosas (IoT) contra la brecha digital
Más de 2.900 millones de personas en todo el mundo jamás han utilizado internet. Ya sea por falta de infraestructura o carencias formativas, el acceso desigual a las TIC -o brecha digital- es un obstáculo para el desarrollo. Exploramos qué propuestas existen para frenar este problema que afecta al 37% de la población mundial.
Resulta paradójico utilizar un canal en la red para hablar de brecha digital cuando más de un tercio de la población mundial no puede leer este artículo. Internet nació como un lugar inclusivo, pero la realidad es que la evolución de este espacio ha dejado fuera a un gran número de personas. Entre las empresas que lideran internet se encuentra Alphabet -matriz de Google-. El CEO actual de la tecnológica, Sundar Pichai, creció en la localidad de Chennai, al este de la India, un país en vías de desarrollo digital en el que en la mayoría de los hogares todavía no pueden realizar búsquedas en la plataforma que dirige su paisano.
La Unión Internacional de Comunicaciones (UIT), organismo perteneciente a la ONU, establece el 17 de mayo como Día Mundial de Internet con un doble objetivo: sensibilizar sobre "las posibilidades del uso de internet" y fomentar de "la necesidad de reducir la brecha digital". La UIT estima que solo el 25% de las personas que viven en países en vías de desarrollo tienen acceso a internet.
Han pasado 53 años desde que se fundó la UIT y el acceso a la red todavía es un privilegio que tan solo disfruta el 63% de la población mundial, tal y como estima la organización en su último informe anual. La investigadora y docente en programas de proyectos de desarrollo, Kemly Camacho, diferencia tres enfoques o causas de la brecha digital: falta de infraestructura, carencias formativas o limitaciones para acceder a los recursos disponibles.
Una vez se conoce el diagnóstico, se plantean algunos ejemplos que buscan que internet sea un espacio inclusivo.
Un mundo conectado es un mundo mejor
Tal y como menciona Camacho, la primera causa de la brecha digital es la falta de infraestructura necesaria para la conexión con la red. Las barreras físicas existen en lugares remotos de América Latina o en pueblos de la España vaciada. El Banco Mundial reconoce el obstáculo para el desarrollo que supone la brecha digital. Cuatro de cada diez latinoamericanos en zonas rurales no tienen opciones de conectividad. No obstante, ¿qué sucedería si no hiciese falta antena para conectarse a internet? Sateliot es una 'startup' catalana que proporciona conexión global y continuada de protocolo 5G a través de una flota de nanosatélites que funcionan como torres de telefonía.
Su fundador, Jaume Sanpera, lo tiene claro: "Internet hoy en día no es un lujo, no es como tener Netflix. Es imprescindible que internet llegue a las zonas rurales para que éstas tengan acceso al conocimiento".
"Es imprescindible que internet llegue a las zonas rurales para que éstas tengan acceso al conocimiento"
Los satélites tradicionales o geoestacionarios suelen estar a 33.000 kilómetros de distancia, mientras que los de Sateliot, de baja órbita, se sitúan a 500 kilómetros. "Hemos acercado los satélites a la Tierra para que los dispositivos IoT (internet de las cosas, por sus siglas en inglés) puedan conectarse sin necesidad de parábola", explica el fundador de Sateliot. La escalabilidad es la principal diferencia del sistema que presenta Sanpera en comparación al servicio de internet satelital desarrollado por Elon Musk, Starlink. Sateliot no precisa de la instalación de una antena para poder proveer del servicio.
Estos dispositivos que, tal y como asegura Sanpera, prevén comercializar en 2023 podrían dar cobertura homogénea en todo el mundo: "Cuando dimensionemos la red para zonas rurales vamos a tener la misma capacidad en el hemisferio norte que en zonas en desarrollo. En los países en vías de desarrollo no planteamos vender el servicio, sino conectarles gratuitamente a la infraestructura ya creada. Por eso, hemos empezado a contactar con ONG en esas zonas del mundo para darles cobertura gratuita".
Puentes hacia las competencias digitales
Sanpera destaca que el despliegue de la red de Sateliot en zonas rurales permitirá que los mayores accedan a las posibilidades del IoT. Además de necesitar acceso a la red, el colectivo sénior necesita aprender a aprovechar sus ventajas: los nativos digitales parten de una situación ventajosa respecto a las generaciones precedentes, que se han visto obligadas a adaptarse a la digitalización. Como destacaba la experta Kemly Camacho, las carencias formativas son la segunda causa de brecha digital.
También hay que adaptar los servicios digitales a las necesidades de los mayores. En esta línea, la propia UIT sitúa este año al colectivo sénior en el centro de la reivindicación del Día Mundial de Internet con el tema 'Tecnologías digitales para las personas de edad y el envejecimiento saludable' y multitud de empresas desarrollan proyectos para facilitar el uso de sus soluciones por este colectivo.
La presidenta de la plataforma '60 y mucho +', Ana Margarito, destacó este aspecto en el evento organizado por BBVA Open Innovation '¿Cómo mejorar la calidad de vida de nuestros mayores?', dentro de la serie InnovaHome Festival, en el que se habló de la inclusión de las personas sénior. "El futuro está en adaptarse a las necesidades de un sector en crecimiento. Por tanto, tenemos que seguir trabajando en la creación de productos y servicios que promuevan un envejecimiento saludable", afirmó Margarito.
Una estrategia en relación a la inclusividad digital es el cambio que BBVA ha implantado en su 'app' en España. El 'modo sencillo' mejora la accesibilidad y que los clientes sénior puedan consultar de manera fácil sus movimientos y productos bancarios, así como realizar su operativa más habitual.
El responsable de Banca Móvil de BBVA en España, Javier García, explica que "con esta nueva versión el tamaño de la letra es un 20% mayor para facilitar su legibilidad. Además, de un solo vistazo se pueden consultar los saldos y movimientos de las cuentas, realizar las operaciones más habituales como transferencias o Bizum, contactar con el gestor o pedir turno de caja".
Para el desarrollo de la aplicación "se han tenido en cuenta sus preferencias y barreras de uso a través del análisis de su operativa más habitual y de diferentes estudios de un amplio colectivo de clientes y no clientes", explica el responsable de Banca Móvil. "Además, se ha consultado a los gestores de oficina que son los que mejor pueden conocer las barreras que pueden existir en determinados colectivos a la hora de usar la 'app'", concluye García.
"Para el desarrollo de la ‘app’ se ha consultado a los gestores de oficina, los que mejor pueden conocer las barreras en determinados colectivos"
Cuando todavía están en un proceso de aprendizaje, las personas pueden ser más vulnerables ante estafas como el 'phishing' que tiene como objetivo conseguir datos privados de los usuarios. Por esta razón, la seguridad ha sido un pilar en el desarrollo de la aplicación.
"Por ejemplo, cualquier cliente puede reportar un fraude -también telefónicamente-; personalizar las tarjetas limitando la disposición de efectivo en cajeros o el uso de las mismas solo en cajeros o en determinados comercios; y activar la recepción de notificaciones al teléfono móvil cada vez que se realice una operación", explica García.
Internet inclusivo
Diversos estudios reconocen la relación existente entre la brecha digital y el impedimento en el desarrollo socioeconómico de un país o región. En este sentido, la asesora especial para África del secretario general de la ONU António Guterres, y exministra de Hacienda de Cabo Verde, Cristina Duarte, destaca que "la digitalización debe hacer más resilientes a las sociedades civiles, y para eso se necesita un marco regulatorio claro y una población capacitada".
El coordinador de la agenda digital del Banco de Desarrollo de América Latina, Mauricio Agudelo, destaca que "la conectividad digital asegura una mejor equidad en el acceso a las oportunidades del mundo digital".
La pandemia evidenció aún más la importancia de tener acceso a internet. Durante el confinamiento, cuando el mundo acudía a la red para no paralizar actividades tan relevantes como acudir a clase, dos de cada tres niños en edad escolar no tenían acceso a internet en el hogar. La falta de infraestructuras que permitan la conexión a la red, el desconocimiento de algunos colectivos a la hora de navegar por ella y la falta de adaptación a sus necesidades son tres necesidades urgentes, por lo que la reducción de la brecha digital es un reto que ya está marcado en rojo en diversas estrategias. Una de ellas es la que define los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo cumplimiento implica el cierre de la brecha digital de aquí a ocho años. El éxito sería que cada persona pudiera tener acceso seguro a internet en 2030 y que todas las personas, independientemente de la edad, pudieran aprovechar sus ventajas. Afortunadamente, ya hay soluciones innovadoras orientadas a lograr esas metas.