'Software' de programación para emprendedores: navegar entre código para potenciar negocios
Herramientas 'no-code', de código abierto o de código cerrado. Para comprender todo el potencial que puede ofrecer un negocio, es necesario saber qué 'software' de programación es el más adecuado para impulsarlo, sobre todo en un contexto marcado por la digitalización. Un análisis de especial importancia en países como España, consolidado como el país del mundo donde más empresas –un 85%– han iniciado su transformación digital.
El emprendimiento y la programación son ámbitos que se relacionan de manera estrecha, sobre todo en un contexto marcado por la transición hacia productos y servicios digitales. De hecho, España es el país en el que una mayor cantidad de empresas ha iniciado su transformación digital: el 85% de las organizaciones ya ha iniciado este proceso, según un informe publicado por Inesdi Business Techschool.
Antes de contemplar el uso o la creación de programas, es fundamental tener en cuenta un aspecto: las necesidades de los usuarios de un negocio. "Hay que empezar por la experiencia del cliente y trabajar hacia la tecnología, no al revés", tal y como dijo Steve Jobs, cofundador de Apple.
Una vez detectadas las expectativas de los clientes, existen soluciones para crear aplicaciones o comercios electrónicos que no requieren un conocimiento profundo sobre desarrollo. Los emprendedores pueden servirse de tres tipos de herramientas: basadas en 'no-code', en código abierto y en 'software' propietario.
Desarrollo al alcance de todos: 'software' de programación 'no code'
Programar sin ser programador. Ese es el objetivo de las herramientas 'no-code' (sin código), que busca democratizar el acceso al desarrollo de aplicaciones para que cualquier persona sin conocimientos técnicos pueda enfrentarse a ello. Muchas de ellas apuestan por interfaces 'drag and drop' (arrastrar y soltar), que permiten trabajar con plantillas prediseñadas para crear páginas webs o diseñar infografías de manera sencilla. El usuario solo tiene que mover bloques dentro del editor para configurar su producto, tal y como señalan en un artículo de IEBS Business School.
Un ejemplo de 'software' de programación 'no-code' es Typerform, que permite crear encuestas de manera sencilla para integrarlas en otras páginas. No es el único. Webflow es una herramienta para diseñar páginas web a partir de un editor sencillo y dinámico. También está Shopify, una plataforma que permite a usuarios particulares crear un comercio digital en cuestión de minutos.
Con estos 'softwares' de programación se dan pasos hacia lo que señalaba el cofundador y ex-CEO de GitHub, Chris Wanstrath, en un evento de la compañía: "El futuro de la programación es no programar en absoluto".
Código abierto, la colaboración como clave
El 'software' de programación de código abierto, tal y como lo define IBM en un artículo, se desarrolla a través de la colaboración y su código fuente está disponible para que cualquiera pueda utilizarlo, modificarlo y redistribuirlo.
Es lo que sucede con la librería Mercury, que recopila el código que los científicos de datos de BBVA integran en diferentes productos financieros. De esta forma, la entidad bancaria hizo pública esta información a través del portal colaborativo GitHub para que otros programadores puedan utilizarla.
En la actualidad hay una amplia variedad de programas de código abierto. Entre los más conocidos se encuentra el sistema operativo Linux, el navegador web Mozilla Firefox o la herramienta de edición fotográfica GIMP. También existen aplicaciones que funcionan como alternativas a aquellas habituales en el entorno empresarial. Es el caso de N8n, que sirve para automatizar tareas entre diferentes aplicaciones. El de Taiga, opción similar a Trello o Asana para gestionar proyectos a través de un tablero. O WooCommerce, un complemento que se integra con WordPress y permite diseñar un comercio electrónico.
Código cerrado, la opción rápida
El 'software' de programación propietario, privativo o cerrado se comercializa mediante licencia y es propiedad exclusiva de su titular. Su código está protegido por derechos de autor, lo que impide al usuario realizar modificaciones o redistribuir esa aplicación según sus preferencias personales.
El código cerrado es el 'software' de programación más tradicional, en el que un usuario paga por usar un producto o servicio ofrecido por un tercero. Este tipo de 'software' abarca una variedad de aplicaciones, desde aquellas enfocadas en la gestión de relaciones con clientes, como HubSpot o Salesforce, hasta herramientas de diseño como Adobe Photoshop o Figma. Asimismo, se emplea para la organización de tareas y la mejora de la productividad, como los programas de Microsoft 365 o las aplicaciones de Google Workspace.
La gran ventaja del código cerrado es que pasa por un proceso de desarrollo riguroso, los autores ofrecen soporte a los clientes en caso de que surja algún problema y permite ahorrar tiempo, ya que solo se necesita pagar por el producto para implementarlo de manera inmediata.
En todo caso, la elección del 'software' de programación más adecuada dependerá de las particularidades del negocio en cuestión y del presupuesto disponible. Porque, ya sea ‘no-code’, código abierto o código cerrado, lo ideal es implementar aquellas soluciones capaces de generar un impacto en la compañía y en la satisfacción de los clientes.