El SMS resucita con ‘blockchain’
Una nueva criptomoneda accesible sin internet representa uno de los primeros ejemplos de cómo integrar la tecnología de bloques en ausencia de una buena infraestructura digital.
En 160 caracteres caben 3.000 millones de personas. Ese es el número de personas en el mundo que, teniendo un móvil, aún no tiene acceso a internet, según datos de la asociación de GSMA. Hasta ahora, una de las revoluciones más efervescentes del momento les estaba vetada: ‘blockchain’ y el mundo de las ‘tokenomics’ o la criptoeconomía. Pero gracias a los SMS, relegados a un segundo plano por los sistemas de mensajería instantánea como Telegram, WhatsApp o Snapchat, la entrada en la tecnología de bloques ya es posible.
De momento, los proyectos son escasos; pero existen. Se habla de ellos en los principales eventos del sector, como el The World Blockchain Forum, celebrado este año en Dubai. Fue ese el evento elegido por la compañía ONEm para lanzar su oferta inicial de moneda, o ICO. La oferta inicial de su criptomoneda, llamada mCoin, atrajo a más de 30.000 compradores de 150 países, según indicó la compañía. El número de mCoins que estarán disponibles ya está definido y es finito: 31.530 millones.
La idea nuclear de esta criptomoneda la resume su ‘whitepaper’: “Otras criptomonedas se cimientan en internet, excluyendo a los que no están conectados. mCoin es inclusiva porque funciona tanto con como sin internet. Miles de millones de personas podrán acceder a las criptofinanzas por primera vez”. Las claves tecnológicas, que ONEm lleva desarrollando desde 2012, coinciden en algunos puntos con el ‘blockchain’ y en otros divergen radicalmente.
Por un lado, uno de los aspectos más característicos de la moneda es el de pseudo-minado. En vez de permitir que los usuarios se conviertan en mineros y ganen con ello mCoins, estos se ganan por usar servicios propios de la ‘app’ que tengan un “impacto económico y social”. ONEm da los siguientes ejemplos: “traducir lenguas para eliminar las barreras de comunicación; crear enciclopedias digitales para buscar cualquier asunto; promover las comunicaciones en grupo para impulsar la colaboración”. Para verificar el bloque, siempre habrá un minero de ONEm que dé fe de que se ha usado una de estas aplicaciones.
Además, mCoin utiliza una estructura de ‘blockchain’ en la que los nodos pueden ser tanto ‘online’ como ‘offline’. En el caso de ‘offline’, toda la información y ejecución de transacciones se realiza vía SMS.
El proyecto de ONEm es el más ambicioso del momento en emplear la capacidad comunicativa del SMS aplicada al ‘blockchain’, pero no es el único. Con tan solo 10 euros de presupuesto y 90 minutos, Pavol Rusnak, CTO de la empresa checa de ciberseguridad Satoshi Labs, desarrolló un prototipo viable que combina ‘blockchain’ y SMS. Todo el sistema de minado y codificación ocurre de la manera convencional. Pero la información de las transacciones se envía por SMS.
Una de las limitaciones que Rusnak encontró al desarrollar este prototipo es que la cantidad de texto posible en un SMS —un máximo de 160 caracteres alfanuméricos— obliga a segmentar el envío por transacción a varios mensajes sucesivos. Pero este programador y ejecutivo no duda en señalar: “Si esto se logró con una persona y sin apenas tiempo, imagínate lo que sería posible poniéndole los recursos necesarios”. El código para su prototipo, llamado provisionalmente SMSPushTX, está disponible en el repositorio de programación más popular del planeta, Github.
La expectación por el matrimonio blockchain-SMS parece crecer y crecer a golpe de titular. Samurai Wallet ha anunciado el lanzamiento de Pony Direct, un sistema de pago que permite enviar ‘criptomonedas’ por SMS, saltando la censura o bloqueo de internet presente en naciones como China o Corea del Norte. La ‘startup’ rusa SMSChain ha presentado su proyecto, llamado SMSChain, para que cualquier persona del mundo pueda ceder sus SMS a cambio de un beneficio económico para construir una ‘blockchain’ descentralizada.
Y la compañía SMS Software Inc. ha lanzado ya una beta abierta para un sistema de transferencia de criptomonedas por mensajería en los siguientes países: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Sudáfrica, Suiza, Suecia y Holanda.