Seis lecciones para padres sobre internet y las redes sociales
El mundo digital tiene sus propias reglas y peligros. Los padres no pueden pretender que los niños aprendan solos, por muy nativos digitales que sean.
Los padres del siglo XXI se enfrentan a un nuevo reto: ¿cómo educar a sus hijos para moverse en internet y las redes sociales? Los nativos digitales están acostumbrados a manejarse entre pantallas desde la infancia y consideran la conectividad a la red su hábitat natural. Tienen una habilidad innata para moverse en entornos digitales, pero nativo digital no equivale a competente digital.
Además, en internet y en las redes sociales se producen fenómenos tan desagradables como el ciberacoso y el ‘grooming’, es decir, el intento de un adulto de ganarse con engaños la confianza de un menor para obtener algún tipo de satisfacción sexual.
Los usuarios menores de edad son especialmente vulnerables a estos peligros. Faltos de experiencias vitales, su mayor curiosidad y afán de experimentar actúa en su contra y les puede crear serios problemas. Y llegados a ese punto son reticentes a pedir ayuda, pues tienen miedo a ser regañados y también sienten vergüenza.
Cada vez son más las instituciones y grupos sociales que tratan de ayudar a los padres ante esta nueva faceta de la educación de sus hijos. La asociación empresarial Club de Excelencia en Sostenibilidad ha editado una ‘Guía sobre el uso responsable de la tecnología en el entorno familiar’, una iniciativa en la que ha colaborado BBVA con la participación en su consejo asesor de Ana Gómez Blanco, experta del banco en comportamientos personales ligados a la ciberseguridad.
Para Gómez Blanco, la función de los padres no es prohibir —“algo absolutamente inútil”—, sino “acompañar”. En su opinión, no hay que hacer nada diferente a lo que ya se hace en la mundo físico: “Nos interesamos por dónde se mueven y con quién interactúan; en internet también hay que intentar saber qué aplicaciones usan y con quién comparten su información”.
De la guía del Club de Excelencia en Sostenibilidad se pueden extraer seis consejos para padres que buscan que sus hijos se muevan seguros por internet.
1. Los niños tienen que aprender a gestionar la seguridad de sus cuentas
Varios estudios detallan que la habilidad innata de los menores en los entornos digitales se circunscribe al ocio, pero descuidan la seguridad de sus cuentas: no prestan atención a sus contraseñas, que suelen ser poco robustas. Este es uno de los campos en el que la labor pedagógica de los padres es importante a la hora de mostrar cómo reforzar la complejidad de las contraseñas, por ejemplo introduciendo cifras y símbolos, aumentando el número de caracteres y evitando usar lenguaje natural.
2. Los niños deben practicar la higiene… también en el ámbito digital
Los niños aprenden pronto que no deben compartir su cepillo de dientes y que han de ordenar sus cosas. Sin embargo, tienen una “mala higiene digital”, denuncia el informe del Club de Excelencia en Sostenibilidad: comparten cuentas con amigos y se descargan aplicaciones sin reparar lo más mínimo en qué permisos están dando para ello o a qué datos están dando acceso.
"Es importante que los padres impongan ciertos límites al uso de las redes sociales e internet, a poder ser por parte de los propios menores"
3. Lo que pongas en internet, se queda en internet
Los menores no son conscientes del concepto de ‘huella digital’: lo que ponen en internet, se queda en internet, y puede incluso perjudicarles a la hora de acceder al mercado laboral. Los padres deben transmitirles esta idea y, por cierto, ser coherentes con ella: en ocasiones son los propios progenitores los que comparten más información de la debida sobre sus hijos.
4. Cuidado con el exceso de confianza
Acostumbrados a moverse por internet con toda naturalidad, el exceso de confianza puede ser un problema para los menores. Tienen la sensación de que todo está controlado, pero olvidan que hay otros internautas que son unos auténticos expertos en la red y que pueden utilizar esos conocimientos para estafarles, engañarles, acosarles, o suplantar su identidad…
5. No, no todo lo que dice Google es verdad
Igual que somos conscientes de que no todo lo que está impreso es cierto, los niños deben aprender que no todo lo que aparece en internet es una verdad absoluta. No se trata solo de inexactitudes o pequeños errores: como ha puesto de manifiesto el fenómeno de las ‘fake news’, internet es un ecosistema muy bueno para la difusión de bulos malintencionados. El espíritu crítico debe estar alerta cuando se navega por internet.
6. Todo tiene un límite y un momento. Internet, también
La tecnología puede crear adicción, y el tiempo que se dedique a ella desaparece para otras actividades, como practicar deporte, estudiar, leer o, simplemente, pasar el rato con amigos de carne y hueso. Por eso es importante que los padres impongan ciertos límites al uso de las redes sociales e internet, con horarios y una correcta gestión de los tiempos, a poder ser por parte de los propios menores.
Algunos enlaces de interés
- Oficina de Seguridad del Internauta, organismo dependiente del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE)
- Internet Segura for Kids, también del INCIBE, pero más enfocada a la formación y a la divulgación
- Hijos Digitales, un blog sobre seguridad en el uso de las tecnologías creado por la empresa especializada S2 Grupo