Seguros con corazón de ‘blockchain’
Cada vez más compañías de seguros apuestan por la cadena de bloques para fomentar la transparencia en la industria y prevenir fraudes. Se prevé que esta tecnología mueva casi 1.400 millones de dólares en el año 2023.
La tecnología ‘blockchain’ se está está haciendo fuerte en el ámbito de los seguros. Esta tecnología moverá casi 1.394 millones de dólares en el mercado asegurador en 2023, según un informe de MarketsandMarkets. Esta cifra supone una tasa de crecimiento anual compuesto del 84,9% desde 2018, año en el que se alcanzaron los 65 millones de dólares. La tecnología se presenta como una solución para mejorar la transparencia y confianza en la industria de los seguros. La cadena de bloques, según el mismo informe, se irá implantando de forma exponencial en segmentos del sector asegurador como la gestión de reclamaciones, defunciones e identidades; la detección de fraudes; los pagos; y los contratos inteligentes.
‘Blockchain’ es una base de datos de la que todos los usuarios guardan una copia. Es decir, es un libro de registro inmutable que contiene la historia completa de todas las transacciones que se han ejecutado en la red. “Nadie puede borrar, ni cambiar una operación. Y esto, es especialmente importante para demostrar a los gobiernos, a los reguladores y a los clientes que el dinero fluye de una forma adecuada”, señala María Mateo, ingeniera de telecomunicaciones y cofundadora de la ‘startup’ de microseguros Ibisa.
Esta es una de las múltiples empresas en la industria que han comenzado a utilizar y experimentar con ‘blockchain’. También lo ha hecho la compañía de corretaje de seguros y gestión de riesgos Marsh y la compañía de servicios de seguros globales Bajaj Allianz General. Múltiples proveedores de seguros implementan contratos inteligentes basados en esta tecnología para reducir el coste de la verificación, la ejecución y la prevención del fraude. De hecho, se estima que el fraude le cuesta a la industria de seguros aproximadamente 80 mil millones de dólares al año, según afirma IBM en su blog.
Este tipo de contratos se rigen mediante unos términos que aceptan todas las partes involucradas y se ejecutan automáticamente cuando se cumplen las condiciones estipuladas. No hay nadie que pueda manipular los contratos una vez que son establecidos y es más fácil detectar si los clientes o intermediarios incurren en falsificaciones de documentos para lograr recibir pagos.
Estos son algunos de los puntos fuertes que convencieron a Mateo para usar ‘blockchain’ en la compañía Ibisa. La ‘startup’ cuenta con la financiación de la Agencia Espacial Europea y del Gobierno de Luxemburgo y en junio del año pasado fue galardonada con el premio KPMG Fintech Awards Financial Inclusion. Ha desarrollado microseguros inclusivos basados en esta tecnología para agricultores de países en vías de desarrollo que normalmente no pueden acceder a este tipo de productos por su elevado coste. Gracias al ‘blockchain’, mejora el proceso de intercambio de datos y se reducen considerablemente los costes operacionales a través de la verificación automatizada de reclamaciones y pagos de terceros. También se garantiza la transparencia de las transacciones, ya que permite a las partes autorizadas acceder a datos confiables en tiempo real.
“Nadie puede borrar, ni cambiar una operación. Y esto, es especialmente importante para demostrar a los gobiernos, a los reguladores y a los clientes que el dinero fluye de una forma adecuada”
La ‘startup’, que trabaja en la India y pretende extender su actividad a Níger próximamente, nació porque “había un mercado enorme que no estaba cubierto”: “Las compañías basadas en modelos tradicionales tienen grandes dificultades para ofrecer seguros a los agricultores de países en vías de desarrollo que sean rentables, debido a los requisitos que tienen que cumplir y a cómo están estructuradas”.
Para ofrecer con éxito este servicio a un precio más bajo de lo habitual, Ibisa usa los datos procedentes de la observación de la Tierra por satélite que proporciona la Agencia Espacial Europea (ESA) gratuitamente. Así obtiene información de la situación y las pérdidas en una zona de cultivo concreta. “Esto nos permite hacer evaluaciones mensuales de los daños en los cultivos y si vemos que un grupo de agricultores ha tenido problemas, podemos indemnizarles en cualquier momento”, señala Mateo.
Si se produce una sequía o inundaciones, es muy probable que la mayor parte de los agricultores de una región se vean afectados, por lo que las indemnizaciones y en consecuencia, el coste de las pólizas se disparan. “Con ‘blockchain’, sin embargo, conseguimos escalar de manera eficiente el concepto de mutua como ayuda de agricultor a agricultor, sin que haya un intermediario de por medio”, explica. A diferencia del seguro tradicional, que evalúa las pérdidas caso por caso y realiza pagos basados en el análisis de pérdidas de clientes individuales, estos seguros que operan con ‘blockchain’ ofrecen a los asegurados un pago cuando un indicador medible como la humedad del suelo genera un coste a un cliente.
Al igual que esta ‘startup’, hay muchas otras compañías que están explorando las posibilidades que abre el ‘blockchain’. A finales de 2016 gigantes de la industria del seguro como Liberty Mutual, Allianz, Zurich, Munich Re y Swiss Re unieron sus fuerzas para estudiar el potencial de esta tecnología y crearon el consorcio de seguros B3i (Blockchain Insurance Industry Initiative), por el que cada vez apuestan más inversores. Todas estas empresas comparten un único objetivo: “Hacer que el seguro sea más relevante, accesible y asequible para los consumidores a través del poder del ecosistema basado en la tecnología ‘blockchain’ que permitirá a los participantes crear soluciones, productos y servicios innovadores”.