‘Robo-advisors’ o cuando los algoritmos ayudan a planificar la jubilación
La asesoría financiera es un asunto muy serio, pero todo el mundo ha oído más de una vez a amigos que se fían de la recomendación del familiar sabelotodo sobre inversiones, pensiones o impacto fiscal. La tecnología dice tener una posible solución.
Hay todavía una enorme distancia entre asesoría financiera profesional (normalmente cara) y la información “más informal” que maneja el común de los mortales. La buena noticia es que la tecnología ya está explorando este sector y el resultado se llama robo-advisor. En pocas palabras, un servicio que ofrece asesoramiento financiero de forma automatizada, mediante algoritmos y en función de los datos. Y un exponente más de cómo la tecnología está transformando la industria financiera.
Betterment es un buen ejemplo de esta tendencia. Esta startup, fundada en Nueva York en 2008, ya gestiona 6.000 millones de dólares de casi 200.000 clientes. Según Citi, se trata de un mercado que actualmente gestiona unos 20.000 millones, pero que podría alcanzar los 5.000 billones de dólares en los próximos 10 años.
Eli Broverman.
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La premisa de Betterment es clara: de la misma forma que en unos años nos subiremos a un coche sin conductor al que solo tendremos que decir dónde queremos llegar, Betterment aspira a diseñar el camino financiero de una persona hasta su jubilación.
Somos animales irracionales, también cuando manejamos nuestro dinero
Su presidente y uno de sus fundadores, Eli Broverman, pasó por Madrid para participar en el South Summit, una cumbre de startups en la que las fintech tuvieron un protagonismo destacado. Allí explicó por qué estamos ya inmersos en una nueva era financiera. Pero hay una diferencia clave respecto a otros cambios drásticos del sector: por primera vez las innovaciones tienen su epicentro en las personas, los ciudadanos, que cada son más conscientes de la importancia de manejar lo mejor posible sus finanzas.
Es la magia del big data y los algoritmos, que en muchas ocasiones no sirve solo para sacarle partido a los ahorros, sino para evitar costosas meteduras de pata. “Somos animales irracionales, también cuando manejamos nuestro dinero. Cuando uno de estos clientes va a realizar una operación, le advertimos de cuántos impuestos le va a costar. Son informaciones muy útiles: muchos, de hecho, se echan atrás. Es uno de nuestros servicios más valorados”.
Betterment opera solo en Estados Unidos, donde, explica Broverman, “un asesor financiero cuesta 10.000 dólares al año; es mucho dinero, y ahí está la oportunidad de Betterment”. El proceso de alta, dice Broverman, es muy rápido: “En cinco minutos te has dado de alta, y al día siguiente ya hemos procesado todos los datos del cliente para empezar a aconsejarle”. Otros competidores tardan una semana, asegura.
Para Broverman, la clave está en la relación con los clientes. No es narcisismo ni falta de cariño: “Cuanto más nos quieran, más datos nos darán, y cuantos más datos nos den, mejor servicio ofrecemos, así que nos querrán más”.
Con el avance de la digitalización son cada vez más las herramientas al alcance de todos para planificar la jubilación. Es el caso de los simuladores de aportaciones, prestaciones o de lo que cobraremos de la Seguridad Social, los cuales permiten hacer una detallada planificación con tan solo unos sencillos pasos.