Ricardo Forcano: “Tenemos una oportunidad única de repensar y rediseñar nuestras formas de trabajar”
Ricardo Forcano, responsable global de Ingeniería y Organización en BBVA, ha participado en el encuentro digital ‘Innovación y cultura para el crecimiento de las organizaciones’, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). Durante el evento, el directivo ha explicado cómo la situación actual puede servir de impulso para rediseñar las formas de trabajar en las organizaciones y ha explicado que BBVA se está apoyando en la inteligencia colectiva y el uso de los datos para hacer frente a la crisis actual.
La actual crisis sanitaria ha supuesto un reto sin precedentes para las organizaciones empresariales, que han tenido que adaptarse rápidamente a nuevas realidades, como el trabajo en remoto de manera mayoritaria, en un tiempo récord. Para Ricardo Forcano, responsable global de Ingeniería y Organización de BBVA, esta circunstancia debería servir para realizar una “reflexión” sobre la forma de trabajar que pueda perdurar más allá de la crisis. “Tenemos ahora una oportunidad única de repensar y rediseñar nuestras formas de trabajar. No solo las formas de trabajar, sino la gestión del talento en general: cómo podemos atraer y retener talento, y cómo podemos concebir el talento de forma más descentralizada, no anclado a determinadas ubicaciones físicas”.
Así lo ha afirmado durante su intervención en un encuentro digital organizado por la APD, en el que se ha abordado cómo la crisis del coronavirus está afectando a la capacidad de innovación de las empresas. El responsable de BBVA ha desgranado durante el encuentro las claves que están guiando el proceso de transformación de BBVA para convertirse en una “organización inteligente” –capaz de anticiparse, reaccionar y adaptarse a los cambios que tienen lugar en la sociedad– y cómo esta apuesta está sirviendo para hacer frente a los retos planteados por la crisis del COVID-19.
En este sentido, el responsable de BBVA ha abordado los tres conceptos en torno a los que se articula una organización inteligente, que pasa de contar con una inteligencia individual a una colectiva gracias a las nuevas formas de trabajo; y por dar también el salto a una inteligencia aumentada basada en el uso de datos.
El proceso para pasar de la “inteligencia individual” a la “inteligencia colectiva” a través de un cambio organizacional apoyado en metodologías ágiles permite aprovechar el talento de los equipos de forma descentralizada “en el marco de un propósito común y de unos valores compartidos”.
Forcano ha explicado cómo los beneficios de esta estrategia se han puesto claramente de manifiesto durante la crisis, cuando BBVA definió la prioridad de proteger la salud de las personas, empleados y clientes. “Logramos alinear a decenas de miles de personas en torno a un propósito común y eso ha demostrado cómo, cuando tienes esa base, cuando realmente eres capaz de alinear en torno a una misma visión y propósito a miles de personas, te permite dejar mucho espacio para que los equipos sean muy autónomos en encontrar soluciones y tomar decisiones, que era lo que necesitábamos en ese momento para actuar con agilidad”, ha explicado. En concreto, ha destacado cómo esta forma de trabajar fue clave para que el banco fuese capaz de desplegar el trabajo en remoto en España para más del 90% de personas de los servicios centrales y más del 70% de las oficinas “en apenas una semana”. Esto fue posible, según el responsable, “gracias a que los equipos fueron tomando decisiones de forma autónoma sobre cómo escalar nuestra infraestructura, cómo desarrollar las soluciones de autenticación en el trabajo remoto, etc.”, para adaptarse a la situación.
Un retorno basado en los datos
El segundo salto para llegar a la “organización inteligente”, según Forcano, implica evolucionar de la “inteligencia natural” a la “inteligencia aumentada” gracias al uso de técnicas de analítica avanzada que se ponen a disposición de los equipos para aumentar sus capacidades y que puedan tomar mejores decisiones basadas en datos. En este sentido, el responsable ha explicado que se trata de un pilar clave que está siendo esencial para definir el plan de retorno del banco tras el confinamiento. “Nuestro enfoque ha sido precisamente hacerlo desde los datos y la analítica, en lugar de predefinir cada una de las fases, qué porcentaje de personas van a volver, en qué fecha, etc.”. Frente a esto, el banco está apostando por emplear las capacidades de analítica para “entender la situación y tomar decisiones de forma dinámica”. Para ello se han creado una serie de equipos ‘scrum’ de datos cuyo trabajo está facilitando la apertura de la red de oficinas en España.
El uso de técnicas de analítica avanzada está siendo esencial para definir el plan de retorno del banco tras el confinamiento
De esta forma, según ha explicado, se realiza una monitorización diaria del nivel de actividad comercial en el entorno de cada oficina, en los cajeros y en los puntos de venta; así como de los niveles de actividad dentro de las oficinas, en las cajas y las filas de clientes. “De esa manera, de forma dinámica, vamos definiendo qué oficinas vamos abriendo en cada punto de la geografía y qué personal tiene que ir retornando a trabajar en estas oficinas”, ha señalado. Según el responsable, se trata de “un buen ejemplo de cómo los datos y las capacidades analíticas nos permiten mejorar nuestro entendimiento de la situación y nuestra capacidad de tomar decisiones de mejor forma y más ágil”.
Aprendizaje continuo
Finalmente, Forcano mencionó que el tercer eje que permite terminar de articular la estrategia para contar con una organización inteligente consiste en crear una cultura del “aprendizaje continuo”. Esto es posible gracias a iniciativas de formación que permiten incentivar que los empleados actualicen continuamente sus conocimientos y compartan este aprendizaje con el resto de empleados dentro de la organización, como son el sistema B-Token, o el programa ‘Ninja’ de talento digital, que recientemente se ha desplegado entre los empleados de Mahou San Miguel para apoyarles en su proceso de transformación. “Es necesario crear estos procesos, estos incentivos y estas estructuras, para que estos equipos interconectados en su día a día vayan más allá y dediquen tiempo de calidad, de forma estructurada, a compartir conocimiento entre sí”, ha añadido.
La apuesta por estos programas de conocimiento, según Forcano, se ha mantenido durante la crisis e incluso reforzado a través de canales digitales. Un ejemplo de ello fue la celebración de un ‘hackathon’ global de la comunidad ‘Ninja’ la semana pasada, en el que participaron más de 1.000 personas de siete geografías distintas de BBVA. “Dejamos que los ‘ninjas’ de los países pudieran apoyar a sus equipos locales a través de la realización de MOOCs y logramos que, en menos de 48 horas, se realizaran 4.000 de estos cursos ‘online’, y más de 2.000 horas de formación”, concluyó.