Reconocimiento facial para entrar a ferias y festivales
El Mobile World Congress cuenta este año por primera vez con un sistema de reconocimiento biométrico para que los asistentes accedan al recinto.
Los asistentes al Mobile World Congress (MWC) pueden usar este año para acceder al recinto su rostro como entrada. La feria internacional de móviles, que se celebra del 25 al 28 de febrero en Barcelona, utilizará por primera vez un sistema de reconocimiento biométrico que permitirá a los usuarios acceder a las instalaciones sin necesidad de portar las acreditaciones físicas tradicionales. Esta nueva herramienta, llamada Breez (Biometric Recognition Easy Entry Zone), es solo uno de los ejemplos que muestran cómo la tecnología puede cambiar por completo el modo de acceder a eventos o festivales.
Para usar este sistema, es necesario subir antes del comienzo de la feria una fotografía a la web del MWC. Los organizadores explican en la página de preguntas frecuentes que esta imagen “se utilizará para crear un perfil biométrico en una fecha cercana al evento”. De esta forma, los asistentes que elijan esta opción podrán acceder al recinto solo con acercar su cara a una cámara. El sistema analiza el rostro del asistente y le permite entrar siempre y cuando sus rasgos se correspondan con los de la fotografía facilitada durante el registro. Las cámaras de reconocimiento facial solo se utilizan en los puntos de entrada a las instalaciones o para facilitar el acceso a áreas restringidas, según se explica en la web del evento.
Cada vez son más las empresas interesadas en utilizar este tipo de técnicas para evitar aglomeraciones y agilizar el acceso a conciertos, partidos de fútbol, festivales y otros eventos similares. Ticketmaster ha llegado a un acuerdo con la compañía Blink Identity para desarrollar un sistema de reconocimiento facial que permite que los asistentes a eventos dejen de utilizar entradas físicas y digitales, según afirmó en 2018 su empresa matriz Live Nation en un comunicado.
Estos avances biométricos también se están popularizando en muchos otros sectores. Por ejemplo, este tipo de técnicas ya se usan para desbloquear móviles o pasar controles de seguridad en los aeropuertos. En banca, BBVA ofrece soluciones y alternativas biométricas, que son cada vez más populares. De hecho, en los nueve primeros meses de 2018, el 50% de los nuevos clientes de BBVA en España que llegaron por canales digitales se dieron de alta mediante un ‘selfie’ gracias a las técnicas de reconocimiento facial.
Detrás de esta solución se encuentra la tecnología de Veridas, compañía nacida de una alianza entre BBVA y la ‘startup’ das-Nano, que se dedica a la investigación y el desarrollo de ‘software’ para la verificación y autenticación digital de la identidad personal.
Entre sus desarrollos más punteros se encuentra el proyecto piloto de pagos mediante reconocimiento facial que ya se usa en los restaurantes y cafeterías de la Ciudad BBVA. Los empleados tan solo tienen que situarse frente a una cámara, ubicadas junto a las cajas registradoras, y el sistema verifica la identidad del usuario –y el menú que lleva en su bandeja–, para realizar el cobro en su tarjeta automáticamente, lo que reduce drásticamente las colas y tiempos de espera en el establecimiento.
Según un estudio realizado por Mastercard y la Universidad de Oxford, el 93% de los consumidores cree que acabará usando la biometría en sus operaciones.
Tatuajes electrónicos y pulseras inteligentes
Tanto para realizar pagos como para entrar a diferentes eventos, múltiples empresas experimentan también con otras tecnologías. El año pasado unas 100 personas entraron al OFFF (Festival Internacional de Creatividad) con unos tatuajes electrónicos que se adhieren a la piel creados por la Escuela de Diseño e Ingeniería de Barcelona. “Este dispositivo se adapta a la textura de la piel de forma inocua gracias a una tecnología compleja condensada en una lámina extrafina”, explicaba la entidad. El objetivo de esta sistema era simplificar y facilitar “la manera en que las personas interactúan con un sistema global de datos”. Con los tatuajes, además de asistir al recinto, los usuario también podían realizar pagos electrónicos.
En este sentido también pueden resultar útiles las pulseras inteligentes. Estos dispositivos aseguran el acceso rápido al evento y funcionan como una cartera digital al permitir la compra de alimentos, bebidas y ‘merchandising’ en cuestión de segundos. Grandes festivales de música como Tomorrowland o Coachella ya han apostado por la tecnología RFID (Radio Frequency Identification), que se está incorporando en los ‘chips’ de las pulseras de acceso a los festivales y reemplaza a la entrada clásica.
El objetivo principal de todas estas tecnologías es ofrecer una mejor experiencia al público y evitar la espera en las colas. En un evento, además, permiten conocer cuántos asistentes han entrado, por qué puntos de acceso, en qué momento, y el número de personas que aún falta por entrar. Los avances en este ámbito también sirven para saber dónde se acumula la gente y evitar así aglomeraciones o en qué bebidas y comida se gastan el dinero a lo largo del día. Todos estos indicadores pueden resultar muy útiles para una mejor gestión de los recursos.