¿Qué es la biometría del comportamiento?

Estamos muy acostumbrados a utilizar, por ejemplo, nuestra huella dactilar para acceder a una aplicación o a un edificio. Ahora mismo, esto garantiza que tenemos una experiencia de usuario muy cómoda, porque no tenemos que estar recordando contraseñas u otros métodos de acceso que son mucho más complejos.

Sin embargo, la biometría tal y como la hemos conocido hasta ahora plantea un pequeño problema. Y es que nuestra huella, por ejemplo, nos la podrían robar, las características de nuestra huella las podría tener una tercera persona y suplantar nuestra identidad.

Para evitar esto, la evolución de la biometría está llevándonos al camino de lo que se llama biometría conductual. Es decir, en lugar de observar rasgos físicos medibles, lo que observamos son características biométricas en el comportamiento, características ligadas a cómo caminamos, a cómo escribimos, a cómo movemos los ojos, que nos hacen únicos y permiten mantener todas las garantías de acceso seguro que nos da la biometría, sin estar expuestos a que alguien nos suplante en el futuro.