Qué es ‘blockchain’ y cómo ha impulsado la descentralización
En solo unos pocos años, la tecnología ‘blockchain’ ha pasado de estar limitada a las criptomonedas a ser una herramienta utilizada en muchos otros ámbitos, como la ‘tokenización’ de activos o la identidad digital. El futuro pasa por su interoperabilidad con el mundo centralizado, que gracias a la liquidez de las instituciones puede aportar mayor rapidez y eficiencia a ‘blockchain’.
El 31 de octubre de 2008 se publicaba ‘Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System’, el ‘white paper’ en el que nació bitcoin. Este documento del desarrollador Satoshi Nakamoto planteaba, por primera vez, la idea de un sistema de contabilidad distribuida y una criptomoneda descentralizada. Este sistema permitiría realizar transacciones directamente entre dos partes sin necesidad de intermediarios, mediante el uso de criptografía y de una red descentralizada de computadoras para validar y registrar las transacciones en una cadena de bloques digital. Así se establecían los cimientos de ‘blockchain’.
“El ‘paper’ de Nakamoto fue un catalizador clave para el desarrollo de esta tecnología y sentó las bases para la creación de la criptomoneda más conocida y utilizada, el bitcoin”, afirma Antonio Sundas, especialista en activos digitales en BBVA Suiza. “El concepto despertó el interés de la comunidad tecnológica y financiera y en 2009 se lanzó el primer ‘software’ de Bitcoin basado en sus ideas”.
Desde entonces, ‘blockchain’ no ha dejado de experimentar importantes avances. Además de un gran número de nuevas criptomonedas, surgieron también otros tipos de ‘tokens’ con finalidades distintas al pago, como acreditar la posesión de acciones de una empresa o dar acceso a servicios específicos en una plataforma. O los ‘smart contracts’, es decir, contratos inteligentes que permiten ejecutar automáticamente un acuerdo entre partes. En paralelo, la tecnología también ha ido adquiriendo mecanismos de validación de transacciones cada vez más sofisticados, orientados a garantizar un uso eficiente, descentralizado y seguro.
Fórmulas digitales para los activos reales
Gracias a estos avances, el uso de ‘blockchain’ también se ha ido sofisticando con el tiempo y ha despertado el interés de la banca, que busca aprovechar el potencial de la tecnología.
“En el entorno financiero siempre se ha pensado que ‘blockchain’ podría transformar la forma en la que intercambiamos valor e información”, explica Francisco Maroto, responsable de Blockchain y Activos Digitales en BBVA. “Esa premisa básica sigue vigente. Pero, si bien al principio estaba muy enfocada en los pagos, en la banca transaccional, siguiendo la estela de criptoactivos de pagos como bitcoin, poco a poco los casos de uso han ido avanzando más hacia la ‘tokenización’ de activos financieros tradicionales; es decir, a crear una representación digital de estos activos que permite intercambiarlos de manera más eficiente con esta tecnología”.
Esta ‘tokenización’ de activos reales es posible gracias a la descentralización de las finanzas, o DeFi, que ha surgido tras la aparición de protocolos de finanzas basados en ‘smart contracts’. Unos protocolos que, en sus inicios, se enfocaron en creación de deuda, préstamos y casas de cambio, pero que han ido ampliando su alcance. Un ejemplo es la emisión del primer bono regulado registrado con ‘blockchain’ en España, en la que BBVA participa junto a Bolsas y Mercados Españoles (BME) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El uso de ‘blockchain’ redujo el coste y el tiempo de emisión del bono, lo que demostró que esta tecnología tiene un gran potencial para emisores de menor tamaño y para las economías menos desarrolladas.
“Las finanzas descentralizadas y la ‘tokenización’ de activos reales ayudan a facilitar el acceso a servicios financieros avanzados, que antes estaban fuera del alcance de la mayoría de las personas por su ubicación geográfica o nivel de ingresos”, afirma Antonio Sundas. También aumentan la eficiencia del sistema al reducir intermediarios, costes y tiempos de liquidación. “Los contratos inteligentes y la automatización pueden simplificar y acelerar muchos procesos financieros, con menos riesgo de errores humanos y mayor transparencia en la trazabilidad de las transacciones”, explica. “Esto puede reducir el riesgo de fraude y aumentar la confianza de los inversores y otros participantes del mercado”.
Los desafíos de la interoperabilidad y la regulación
El futuro del entorno cripto podría encaminarse hacia una integración de las capacidades descentralizadas con las centralizadas. “Uno de los puntos fuertes de ‘blockchain’, el desarrollo en abierto, se enfrenta a la desventaja de contar con unas inversiones más limitadas”, explica Maroto. “En este sentido, la inyección de liquidez que aportan las instituciones le da al mundo centralizado una rapidez y una eficiencia que ‘blockchain’ no ha alcanzado todavía. Debemos tender a que los dos modelos convivan y sean interoperables”.
Esta interoperabilidad será importante para, por ejemplo, agilizar la relación entre los usuarios, las administraciones públicas y las empresas de servicios, ya que se está trabajando en casos de uso con ‘blockchain’ para crear identidades digitales veraces, seguras y autogestionadas por los usuarios. Ya hay proyectos en marcha, como por ejemplo Dalion, en el que participa BBVA, que trabaja en desarrollar una ‘billetera’ digital desde la que el usuario pueda controlar cómo se gestionan y quién tiene sus datos.
La regulación es uno de los grandes hitos pendientes del ecosistema ‘blockchain’. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos está trabajando en este sentido y el Parlamento Europeo ya ha aprobado MiCA, el Reglamento Europeo de los Mercados de Criptoactivos que establece normas para la emisión de criptoactivos y ‘stablecoins’, así como para la prestación de servicios en esta área. Se espera que los marcos regulatorios aporten estabilidad al entorno descentralizado y contribuyan a minimizar uno de sus grandes retos, la gran oscilación del precio de las criptomonedas. Estas se enfrentaron a un desplome generalizado entre finales de 2022 y principios de 2023, con algunas de ellas llegando a perder el 99% de su valor en apenas 72 horas.
“La regulación permitirá la participación activa de nuevos actores, como las entidades financieras tradicionales y el mundo corporativo, que inyectarán liquidez y aportarán esa estabilidad y menor volatilidad que necesita el ‘criptomercado’”, afirma Francisco Maroto.
Historia de la descentralización
Solo un par de años después del lanzamiento del ‘software’ de la red Bitcoin en 2009, las primeras ‘fintech’ ya permitían el intercambio de bitcoins sin custodia propia. Desde entonces, el universo ‘blockchain’ no ha dejado de sofisticar su uso mediante continuos desarrollos tecnológicos.
Un ejemplo de ello fueron nuevos tipos de ‘tokens’ destinados a usos distintos al pago, por ejemplo, dar acceso a servicios específicos en una plataforma o activar una recompensa en un programa de fidelización, entre otras muchas posibilidades. Otro importante avance lo constituyeron las ‘stablecoins’, o criptomonedas estables, que surgieron de la necesidad de controlar la volatilidad de este tipo de criptoactivos. Algunas ‘stablecoins’ están controladas mediante algoritmos, y otras están ligadas al valor de otro activo, como una moneda ‘fiat’, el oro, inmuebles u otras criptomonedas. Todas estas opciones contribuyen a estabilizar su precio.
Un salto cualitativo en el potencial de la tecnología lo representaron en torno a 2016 las ‘blockchain’ 2.0, como Ethereum con su ‘token’ ether, ya que permitían automatizar procesos gracias a los famosos ‘smart contracts’. Los contratos inteligentes suelen usarse para automatizar la ejecución de acuerdos, de modo que todas las partes puedan estar seguras del resultado de inmediato sin necesidad de intermediarios. En esta época destaca igualmente la aparición de redes privadas o permisionadas como Hyperledger, un proyecto de código abierto liderado por la Fundación Linux para desarrollar aplicaciones de nivel empresarial y muy utilizado por la compañía IBM.
Tras el auge de las criptomonedas que se produjo en 2017 —con una gran subida de los precios de bitcoin y otras criptomonedas y ‘tokens’—, la tecnología evolucionó hacia una nueva fase. Comenzaron a crearse protocolos de finanzas basados en ‘smart contracts’, los primeros de los cuales se centraron en creación de deuda, préstamos y casas de cambio. Estos protocolos dieron origen a las Finanzas Descentralizadas o DeFi, que permiten la ‘tokenización’ de activos financieros tradicionales. En estos años también se empezaron a popularizar los NFTs, activos digitales únicos dirigidos fundamentalmente al coleccionismo.
En este sentido, BBVA fue pionero en la aplicación de ‘blockchain’ en la negociación de préstamos corporativos, realizando pilotos inéditos como el préstamo sindicado realizado con Red Eléctrica, la emisión de un bono verde con Mapfre, un préstamo ‘Schuldschein’ sostenible con la Comunidad de Madrid, además de diversos préstamos corporativos con Porsche, Indra, ACS o Repsol.
BBVA ha sido parte activa del impulso del ecosistema desde fechas muy tempranas. Así, es uno de los socios fundadores de Alastria, que fue la primera red nacional regulada basada en 'blockchain' del mundo, así como de la Asociación Internacional de las Aplicaciones Blockchain de Confianza (INATBA, por sus siglas en inglés), promovida por la Comisión Europea. Además, el banco es socio de R3, el mayor consorcio de colaboración entre instituciones financieras globales para la creación de una plataforma y aplicaciones comerciales para tecnologías de registro distribuido.
En 2021, BBVA también fue pionero en habilitar en Suiza, país que va a la avanzadilla en cuanto a regulación, un servicio de compraventa y custodia de bitcoin y ether para responder al creciente interés de sus clientes de banca privada en la inversión en criptoactivos. Este nuevo servicio ha recibido el reconocimiento de la empresa de investigación y asesoramiento tecnológico Celent.
En 2023, el banco ha incorporado a su oferta de productos en España un bono emitido por Fidelity Exchange Traded Products GmbH que replica el rendimiento del bitcoin, con el objetivo de seguir acercando a sus clientes a los nuevos mercados de activos digitales. Además, en Turquía ha puesto en marcha Garanti Digital Assets, una nueva compañía que en sus inicios ofrecerá servicios para la transferencia y custodia de bitcoin y ether en el mercado de criptoactivos.
En el futuro cercano, se espera que la cadena de bloques sea un importante pilar de la Web3, la nueva generación de internet más descentralizada que la actual. En ese escenario, una tecnología como ‘blockchain’ facilitará el intercambio de valor y propiedad en los nuevos entornos que surgirán en torno a los metaversos, los NFT, los ‘eSports’ y el ‘gaming’.