¿Qué diría Cicerón sobre las redes sociales?
Si Cicerón o Quintiliano hubieran conocido las conferencias TED probablemente las habrían incluido dentro de su repertorio de ejemplos retóricos. Quizás porque sus oradores persuaden con elocuencia, como ellos recomendaban.
La definición clásica de la retórica es el arte de hablar en público, aunque este se puede extender a otros tipos de discursos. Sus herramientas y disquisiciones se relacionan —y pueden aplicar— al momento actual; específicamente a la participación en las redes sociales.
Hoy las posibilidades de escribir y hablar en público son muchas. Lo señalaba el escritor Joshua Cohen en una entrevista reciente. Comunicarse a distancia, masivamente y con dispositivos digitales ha llevado a la retórica a una nueva dimensión. El mundo actual está lleno de manifestaciones persuasivas que pueden ser tan útiles como nocivas si no sabemos distinguir el contenido.
Hace algunos años Sam Leith publicó el libro '¿Me hablas a mí? La retórica desde Aristóteles hasta Obama'. En este texto el periodista de The Spectator da un repaso a los conceptos retóricos y su relación con la cultura popular y con los grandes comunicadores de la actualidad.
Las nuevas plataformas retóricas son el podcasting, los videos periodísticos, los blogs y las redes sociales tradicionales
Para Platón el arte de la persuasión era una de las habilidades del ciudadano responsable. Aristóteles tiene un tratado con este nombre, y en él dice que la Retórica ha de ir acompañada del conocimiento. El mal uso de la persuasión genera bulos e ignorancia; nuestro mundo nos es ajeno a estos males. Quizás por ello la retórica tiene más actualidad que nunca en la era digital.
En ese sentido los exponentes retóricos actuales son los youtubers. Algunos, como el español AuronPlay tienen grandes “exordios”. Un exordio para la teoría retórica es aquella captación de la atención del oyente. Otro youtuber que se destaca por su “captatio benevolentiae” es el estadounidense Shane Dawson.
Para comunicar adecuadamente es necesario desarrollar habilidades de motivación y convencimiento. La retórica clásica señala que no basta con atraer al oyente, sino que dicha sugestión debe acompañarse de un conocimiento cierto y una expresión adecuada. Las nuevas plataformas retóricas son el podcasting, los videos periodísticos, los blogs y las redes sociales tradicionales.
La “narratio” es otra de las partes claves del discurso. La youtuber Safiya Nygaard sabe bien cómo exponer los sucesos, igual que la presentadora de televisión Ellen DeGeneres, cuya capacidad de motivación se manifiesta también en su cuenta de Twiter.
Tanto el exordio como la 'narratio' han de tener en cuenta al oyente, su interés, e incluso su capacidad de atención. En ese sentido el mundo digital es muy exigente. Los mejores canales en redes sociales son minimalistas. No desgastar la atención del oyente es una capacidad de muchos podcasters, youtubers y escritores digitales. En un corto espacio de tiempo o de texto son capaces de condensar el máximo de información. El presentador de televisión Jimmy Fallon es un ejemplo de capacidad sintética. A eso deben apuntar las habilidades de los gestores de redes sociales.
El ordenamiento de los argumentos del relato se manifiesta en muchos canales dedicados a la crítica tecnológica. El canadiense Dave Lee analiza multitud de dispositivos en su canal de Youtube y siempre lo hace con orden y concierto. Otro youtuber cuyos guiones son ordenados y divertidos es el norteamericano Austin Evans.
Después de ordenar los argumentos los mismos han de confirmarse. La correctora de texto Mary Norris tenía un espacio entre los videos de The New Yorker donde explicaba dudas gramaticales en inglés. Sus intervenciones, de no más de diez minutos, son una excelente muestra de método argumentativo.
Los mejores canales en redes sociales son minimalistas. No desgastar la atención del oyente es una capacidad de muchos podcasters, youtubers y escritores digitales.
La capacidad dialéctica es otra de las menciones de los maestros clásicos de retórica. Es la confirmación lógica de lo que decimos. Youtubers con gran capacidad argumentativa son el norteamericano Casey Neistat o el blogger británico Charlie McDonnell.
Entre los bloggers podemos destacar a Harsh Agrawal que escribe sobre publicidad digital o John Lee Dumas con eofire.com quien es un podcaster que descubre nuevos caminos para emprender. Maria Popova y su página Brain Pickings son una muestra de retórica escrita que intenta comunicar valores.
Todos estos retóricos digitales son capaces, además, de terminar sus intervenciones con mecanismos que mantienen la expectativa, a tal punto, que congregan muchos suscriptores en sus canales. Las “peroratas” actuales generan pulgares en alto, comentarios y puntuaciones. El mexicano Luis Arturo Villar es un viajero que mantiene muy bien estas expectativas finales en las conclusiones de sus vídeos.
Un reciente programa de la escuela de educación ejecutiva del MIT se titula “Comunicación y persuasión en la era digital” y relaciona las teorías de la persuasión con las redes sociales, el análisis de datos y la capacidad de liderar proyectos. Otro grado, esta vez un diplomado en Retórica de la Universidad de los Andes, confirma el interés académico en estos asuntos. Curiosamente los mejores maestros de retórica son los que se encuentran en la nube. Y van creando una red de conocimiento que amplía nuestro horizonte.
El famoso debate entre Sócrates y los sofistas es una anotación interesante en el clima de la posverdad. Platón, discípulo del primero, advierte que el arte de la persuasión entraña peligros como el talento para engañar. Una retórica que se enfrente a los bulos debe tener una cierta base científica y estar acompañada por una constante reflexión sobre los valores.