¿Puede ‘blockchain’ cambiar la forma en que compramos casas?
Sectores como el inmobiliario y el bancario se han abierto a la tecnología de la cadena de bloques gracias a la transparencia y la inmutabilidad que pueden aportar los ‘smart contracts’, aunque aún existen muchos retos por resolver.
Comprar una casa puede ser tedioso. En el sector inmobiliario, estas transacciones pueden convertirse en un proceso lento que se prolonga en el tiempo y en el que intervienen muchas partes (el registro de la propiedad, un comprador y un vendedor y las entidades bancarias que proveen hipotecas) que se encuentran a la espera de que se determine qué se debe hacer y cómo avanzar a la siguiente fase. Gracias a los contratos inteligentes, basados en tecnología ‘blockchain’, todo el proceso puede agilizarse y reducir la burocracia.
“Con ‘blockchain’ se pueden resguardar documentos sensibles y tener información del histórico de la documentación y propiedad intelectual”, apunta Mauricio Tovar, codirector del Grupo de Investigación en TIC del ICT Research de la Universidad Nacional de Colombia. Con esta tecnología “se realiza una trazabilidad para conocer el registro de los documentos y así se evita la falsificación”, destaca el experto.
Gracias a un ‘smart contract’, las cláusulas previamente pactadas pueden llevarse a cabo de forma automática sin la intervención de terceros, como podría ser la transferencia de dinero de la cuenta del comprador al vendedor una vez se han verificado los términos pactados.
“Un gran beneficio es que con los contratos inteligentes los costos de notaría bajarán, el tiempo para registrar un inmueble sería casi inmediato, incluyendo la nueva anotación en el certificado, y mejoraría considerablemente la confianza entre los compradores y vendedores”, apunta Alexis Rech, Cofundador de Colombia Proptech.
BBVA sigue de cerca los avances y desarrollos que se están produciendo en este ámbito y, como miembro del consorcio de innovación financiera R3, ha participado en el proyecto piloto Instant Property Network (IPN), una plataforma diseñada para gestionar las transacciones entre los distintos actores del sector inmobiliario mediante tecnologías DLT (‘distributed ledger technology). Se trata de una especie de ‘mercado digital de la propiedad’ en el que los participantes (bancos, compañías de seguros, compradores, vendedores y demás agentes) pueden unir sus procesos de negocio y realizar transacciones de forma segura y con el apoyo de reguladores.
En marzo de 2019, BBVA participó junto con unos 200 profesionales de 40 industrias y 23 países diferentes en la primera prueba piloto de la plataforma, en la que se simularon cientos de ventas de viviendas y se lograron demostrar mejoras significativas en la eficiencia de las transacciones, que llegaron a completarse en menos de una hora. Todo el proceso se realiza en un sistema construido sobre Corda, la plataforma ‘blockchain’ ‘open source’ de R3 diseñada para gestionar y sincronizar acuerdos y transferencias de valor entre compañías.
La consultora Deloitte, por su parte hizo público en 2017 el informe Blockhain in the Real Estate en el que exponía los beneficios del uso de ‘blockchain’ y ‘smart contracts’ en el negocio inmobiliario. Deloitte señalaba que las grandes inmobiliarias “deben tener ‘blockchain’ en su radar, ya que su utilidad demostrada tiene la capacidad de aportar un valor significativo a la industria”, al tiempo que explicaba el gran potencial para “impulsar la transparencia, el ahorro de costos y la eliminación de muchas ineficiencias en los procesos” que se llevan a cabo en las operaciones.
"Con los contratos inteligentes los costos de notaría bajarán, el tiempo para registrar un inmueble sería casi inmediato, y mejoraría considerablemente la confianza entre los compradores y vendedores”
Pero, ¿es posible firmar un contrato con ‘blockchain’?
El uso de los contratos inteligentes en el sector inmobiliario es relativamente nuevo, aunque ya ha habido algunos casos de uso reales. La primera compra-venta de un inmueble con tecnología ‘blockchain’ se dio en octubre de 2017 en Ucrania. El comprador fue el CEO de Techcrunch, Michael Arrington, quien adquirió un apartamento 60.000 dólares en Kiev. Este intercambio se produjo mediante contratos inteligentes y fue ejecutado con el uso de criptomonedas en la plataforma Ethereum y ‘tokens’ de la ‘startup’ inmobiliaria Propy.
Gracias a un ‘smart contract’, las cláusulas previamente pactadas pueden llevarse a cabo de forma automática sin la intervención de terceros.
En España existen pocos casos en los que se haya producido un traspaso inmobiliario a través de la tecnología ‘blockchain’. En 2018, la inmobiliaria Mister Piso puso a la venta por 40 bitcoins (alrededor de 550.000 euros) un piso en Tarragona y la inmobiliaria Metrovacesa publicitó el pasado febrero la venta a través de 'tokens' de una promoción de 73 viviendas en Almería. Gracias al ‘blockchain’ y los ‘tokens’, la inmobiliaria permite obtener derechos y pequeñas partes de la promoción protegidas por claves criptográficas. De momento, en España no se puede realizar el traspaso real a través de un contrato inteligente y la figura del notario físico o intermediario es imprescindible.
La tecnología existe y los primeros pasos se están dando en el sector inmobiliario, aunque quedan enormes retos por delante en términos de regulación para que llegue a los ciudadanos de a pie. “La gran duda con ‘blockchain’ y los ‘smart contracts’, al ser una tecnología joven que aún se está puliendo, es cómo conseguir el paso del mundo digital al físico. En las escrituras de propiedades estamos pendientes de la regulación. En definitiva, si los ciudadanos no lo ven como algo práctico no se usará. Hay que explicar por qué es más seguro más allá de los protocolos y que sea sencillo”, explica Tovar.
‘Startups proptech’ disruptivas
En la actualidad son varias las ‘startups’ que se han lanzado a la compra-venta de inmuebles gracias a la tecnología ‘blockchain’ y el pago en criptomonedas y ‘tokens’. En países como Estados Unidos y Reino Unido existen ya varios ejemplos de estas empresas disruptivas.
- Instant Property Network (IPN): Creada por el consorcio r3, y en cuyo primer piloto participó BBVA, es una plataforma para gestionar las transacciones entre los distintos actores del sector inmobiliario mediante tecnologías DLT.
- Propy: Fundada en Palo Alto (Estados Unidos) en 2015, realizó la primera venta de un inmueble con ‘blockchain’ en 2017. Permite al comprador ponerse en contacto con el vendedor y conocer su registro e información de la propiedad así como el pago con 'bitcoins'.
- Shelterzoom: Es una plataforma basada en ‘blockchain’ para transacciones de bienes inmuebles que se puede integrar con cualquier sitio web de bienes raíces. Construido sobre la plataforma Ethereum, ShelterZoom incluye una aplicación móvil que los compradores pueden usar para enviar sus ofertas y recibir notificaciones durante el proceso de compra. La plataforma recibió el premio a la Mejor Tecnología Emergente 2018, la primera compañía de ‘blockchain’ y la primera compañía de PropTech en ganar este premio.
- Bitrent: Fundada en Londres en 2016, BitRent es la primera plataforma inmobiliaria de ‘blockchain’ que conecta a los promotores inmobiliarios con inversores de todo el mundo y atrae inversiones en las primeras etapas de la construcción del inmueble. Es posible invertir pequeñas cantidades y protegerlas al registrarlas en el registro descentralizado. BitRent también permite transacciones de bienes raíces a través de contratos inteligentes y tiene su propia moneda, un token RNTB.
- Blocksquare: Fundada en 2017 en Liubliana (Eslovenia) la plataforma permite a las compañías inmobiliarias crear y ofrecer ofertas de inversión con 'tokens' y permite vender un activo inmobiliario a hasta 100 compradores.